Seis

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Jungkook se estacionó fuera de la casa que compartía con su hermano y detuvo el motor. Miró hacia la desierta calle y luego giró su cabeza para observar el perfil de Yoongi. En todo el camino el mayor no había dicho palabra alguna y Jungkook comenzaba a darse cuenta que la discusión con Jimin había dejado a su hermano más lejano de lo que él lo había visto alguna vez.

—¿Vas a bajar? —el castaño intentó, quería ver el rostro de Yoongi y poder decir que las cosas estaban bien.

—Si.

Esperó un par de minutos más hasta que su paciencia se agotó, iba a hablar cuando su hermano se giró y Jungkook hizo una mueca al ver los ojos de Yoongi lleno de lágrimas.

—¿Estás consumiendo de nuevo?

Negó enseguida y se quedó con su boca abierta más tiempo del que quería, hace años que no veía a Yoongi llorar. La última vez había sido cuando sus padres habían muerto y desde allí que el mayor se mostraba siempre compuesto frente a él, entonces Jungkook se encontró un poco descolocado con la actitud de su hermano, pero aún así él estiró su mano para tomar la ajena y le dio un suave apretón.

—No estoy consumiendo esa mierda y no lo haré nunca más. Te hice una promesa hermano y no te voy a defraudar, tienes que confiar en mí ¿si? Eso no deberías haberlo visto, lo iba a botar pero lo olvidé…

—Estás llegando borracho día por medio Kook, encuentro esa mierda en el piso de nuestra cocina, ya ni siquiera pasamos tiempo juntos, ¿crees que no iba a desconfiar de ti si te has comportado tal y como lo hiciste luego de la muerte de nuestros padres?

Jungkook guardó silencio ya que no podía rebatir esa terrible verdad, él se había perdido luego del terrible accidente, había sucumbido ante la pena y la tristeza dejando que sus malas compañías tomarán control de su vida. Estaba enojado y frustrado porque la vida le había arrebatado a su madre y al hombre que lo recibió cuando él tenía dos años. El padre de Yoongi jamás hizo diferencias alguna entre ellos y es por eso que su muerte, la muerte de ambos padres cariñosos lo había golpeado de la peor manera.

Ese hombre era su mayor ejemplo a seguir. Era por él que Jungkook estaba donde estaba y tenía a Yoongi, sin el perdón de ese hombre a su madre cuando él era pequeño, Jungkook no podría tener a su hermano junto a él.

—Lo siento —murmuró avergonzado —no quería que te preocuparas por mi. Has sido mi compañero y amigo todos estos años —Jungkook apretó nuevamente la mano de su hermano entre las suyas —no volveré a esa vida, nunca más Yoon.

—Lo sé, solo no te alejes de mi ¿si? No está bien que otro tenga que intervenir por mi, tu sabes que amo a Seokjin como si fuera mi hermano, pero que él pueda hablar contigo y yo no me hace sentir como un inútil la verdad.

Ante la mención del azabache, Jungkook se tensó en su asiento y quitó la mano de Yoongi para luego comenzar a jugar con la tela de su chaqueta. Nervioso ante la idea de que su hermano pudiera ver más allá lo paralizó. Todavía no habían trazado aún una línea con Seokjin, un recorrido de lo que querían del otro, todo era tan reciente que él quería un poco de tiempo antes de que todos lo supieran y tuviera que defenderlo.

Y no es como si Seokjin fuera un mal tipo pero la opinión que tenía su hermano respecto a como se relacionaba el mayor dejaba mucho que entrever. Que Seokjin no estuviera el suficientemente tiempo solo había sido más de alguna vez el tema de conversación entre ellos, siendo Jungkook el que menos opinaba de aquello.

Pero Yoongi y Jimin creían fervientemente que Seokjin no podía estar solo y eso era malo, muy malo ya que según ellos, el azabache iba por la vida desechando personas, siempre había alguna cosa que decir de los hombres que Seokjin escogía, incluso el mismo Seokjin se quejaba siempre de sus parejas de turno, él jamás estaba conforme…

Bajo la mesa ✓< Jinkook > (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora