Veinticuatro

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Antes de siquiera abrir sus ojos Jungkook captó el ruido dentro del dormitorio, era leve, el roce de unas ropas, asumió, luego un cajón que se abrió muy lentamente. Siguió con sus ojos cerrados, su cuerpo estaba realmente deshecho por la maravillosa follada de la noche anterior. 

Tanto tiempo había deseado a Seokjin que todavía no caía en cuenta que era suyo, que ambos se tenían y ese pensamiento le hizo abrir sus ojos lentamente buscando al hombre que lo hacía suspirar pero Seokjin no estaba en la habitación. 

—Buenos días dormilón. 

Jungkook no se asustó y mordió su labio cuando besos fueron dejados en su espalda desnuda, una boca suave se deslizó por el centro y él reprimió un gemido cuando las manos de Seokjin deslizaron la sábana que cubría su culo. Sintió una traviesa lengua sobre uno de sus glúteos y su pene se contrajo cuando esa lengua recorrió un poco más allá. 

—Oh joder —dijo moviéndose sobre las sábanas mientras Seokjin lo aplastaba contra el colchón. Escuchó un cinturón abriéndose y gimió cuando sintió el pene del azabache entre sus glúteos. 

—Tengo 20 minutos —Jin susurró en la oreja del hombre bajo él. 

—Te vas a ir sin desayunar —su voz salió ronca y necesitada mientras abría sus piernas para que Seokjin metiera su pene de una vez dentro de él. 

—Contemos esto como un delicioso desayuno. —Jin deslizó su polla desnuda sobre la grieta del castaño y cerró sus ojos ante la necesidad de llenar a Jungkook con su semen. Quería verlo rogando por ello. Tomarlo sin un maldito condón puesto.

Jungkook alcanzó el lubricante que estaba sobre la mesa auxiliar y lo tiró hacia atrás, sonrió de lado cuando escuchó el suspiro fuerte de Seokjin. Moviéndose apoyó sus rodillas obligando a que Seokjin se moviera también. Se quedó muy quieto con su culo arriba, su rostro entre las suaves almohadas. 

—¿Estás seguro que 20 minutos? 

Seokjin apretó su mandíbula y desechó su primera idea, si iba a follarse a Jungkook sin condón bien se tomaría todo el tiempo del mundo y le preguntaría si lo quería, aunque estaba prácticamente seguro que al mocoso le gustaría eso tanto como a él. 

Todavía recordaba una conversación de un  año atrás en medio de muchas botellas de vodka y tequila. Seokjin había ido como tantas veces a la casa de Yoongi y se quedó hasta el amanecer conversando con Jungkook de todo un poco, una conversación simple en muchos aspectos hasta que Jungkook mencionó algo sobre una de sus fantasías sexuales. 

Sé que es peligroso, pero alguna vez me gustaría que un tipo me follara contra el colchón sin protección, sentir la humedad cuando se corra, ya sabes… Pero debe ser alguien de mi entera confianza ¿no crees?

Seokjin había tenido problemas para no masturbarse esa noche luego de escuchar aquello y le había tomado mucho tiempo olvidarlo, pero ahora no tenía porque olvidarlo, ahora podría ser una excitante realidad. 

Untó sus dedos y masajeó la entrada del castaño que estaba menos apretada que la noche anterior por lo que no le tomó mucho tiempo aflojarla para enterrarse nuevamente dentro del hombre que amaba. 

Jungkook gemía realmente fuerte, su brazo musculoso bombeaba su pene entre medio de sus piernas y él jamás había visto a un hombre tan sexy en su vida. Jungkook era todo músculos y piel suave besable. Olía de maravilla y Seokjin no tenía idea que era lo que usaba pero amaba su olor. 

Tomó uno de los condones que estaban en su mesita de noche y se puso detrás del menor admirando todo con su corazón latiendo rápido sobre su pecho mientras deslizaba el preservativo por su dura polla. Su respiración era rápida e irregular. Con su pantalón de tela negro en medio de sus piernas él se alineó en la entrada de su chico y embistió de una vez entrando con dificultad. El movimiento hizo que ambos gimieran y Jungkook se retorciera de placer. 

Bajo la mesa ✓< Jinkook > (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora