Bajo la mesa ✓< Jinkook > (Finalizado)

Dieciocho

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—Siento mucho haberme quedado toda la tarde Jungkookie. 

Jungkook se encogió de hombros mirando la televisión sin siquiera pestañear —no te preocupes, estabas triste.

—Podrías haber pasado tu tarde con Jinnie.

—No —Jungkook giró su cabeza para ver los ojos triste de su amigo —están reparando la casa de Jin, no te preocupes, somos amigos y si necesitas hablar con alguien yo estaré aquí. 

—Gracias —Jimin apoyó su cabeza en el hombro de Jungkook y suspiró.

—No puedo entender que te gusta de Yoongi —el castaño arrugó su nariz. 

Jimin se rio entre dientes un poco más tranquilo luego de haber pasado la tarde llorando —solo me gusta, pero supongo que ya debería dejarlo. 

—Tienes novio. 

—Si —el rubio resopló —un novio que lee mis mensajes y no los contesta… Creo que voy a terminar con él. 

—¿Estás seguro?

—Si, digo, me gusta él y todo eso, pero siento que no es para mí. Nos vemos muy poco ya que trabaja mucho, siempre muy tarde. Él es dulce conmigo cuando logramos vernos, pero siempre siento que estorbo o quizá soy muy insistente y pegote —Jimin suspiró.

—No dejes que lo que dijo mi hermano se convierta en una verdad para ti, no tiene nada de malo querer a alguien por tanto tiempo, tú no lo has acosado ni nada de eso. Él no debió haber dicho nada, te lastimó gratuitamente, mereces algo mejor.

—Lo sé —la nariz de Jimin volvió a picar, pero él no le hizo caso —me dolió tanto.

—Nadie merece que le digan cosas así, no mereces que te lastimen y por otro lado mereces algo mejor que una relación de pareja en la que sólo tú al parecer está tratando hacer que funcione. 

Jimin cerró sus ojos y asintió lentamente, sintió la mano de Jungkook acariciar su cabello y él sonrió levemente mientras dos silenciosas lágrimas viajaban por sus mejillas. 

—No dejes que nadie te dañe, Mimi. 

—Trabajaré en eso —sonrió triste y limpió sus lágrimas —odio ser tan sensible.

—No lo odies, eso te hace ser tú. 

Jimin se incorporó ahora con una sonrisa mucho más grande —Seokjin tiene toda la maldita suerte del mundo.

—Por supuesto, soy lo mejor que pudo haber conocido. 

—Me encanta que estén juntos. 

El castaño sonrió amplio mostrando todos sus dientes —a mi también me encanta, he babeado por él desde los 14. 

—Tan lindo —Jimin pellizcó la mejilla del menor —ustedes son todo melosos y domésticos. Se ven bien juntos. 

—Esas son las palabras que quiero escuchar de mi hermano. —Jungkook resopló.

—Deben contarle pronto. 

—Lo haremos, solo que Seokjin quiere esperar un poco más, además que él vendrá a vivir con nosotros. 

—No creo que eso sea lo mejor —Jimin reflexionó —osea, entiendo la adrenalina y todo eso. Esa sensación de vértigo cuando estás haciendo algo delicioso a escondidas —se encogió de hombros —no los juzgo, pero él se va a enojar tanto cuando se entere y quizá ni siquiera sea porque tendrá una opinión de ustedes como pareja, sino que será porque le mintieron en su nariz y en su propia casa.