Doce

1.8K 241 69
                                    




—¿Deberíamos limpiar la cocina? 

Seokjin pasó sus dedos lentamente por el cabello castaño que estaba sobre su pecho. La respiración tranquila de Jungkook, más la tranquilidad de esa mañana lo tenía completamente relajado. 

Luego de que Jimin se fuera ellos aterrizaron en el sofá para ver un poco de televisión, pero realmente la televisión no era tan divertida como Seokjin la recordaba. Y es que él jamás estaba en casa en las mañanas por lo que no tenía idea de la programación, pero hasta lo que pudo apreciar eran puras noticias recicladas del día anterior habladas por expertos y por personas que daban su opinión a veces sin dejar hablar al resto. 

Una mierda en realidad, menos mal no veía tanta televisión. 

—Jungkookie —llamó, pero no obtuvo respuesta y es que era obvio que el menor se desplomaría apenas tuvieran un momento de tranquilidad. La noche anterior no habían dormido lo suficiente e incluso el mismo Seokjin estaba a nada de cerrar sus ojos y dormir aunque sea un par de minutos. 

Siguió acariciando los cabellos desordenados de su chico y cerró sus ojos. Suspiró bajito y se acomodó un poco mejor sin dejar de tocar a Jungkook que respiraba tranquilamente apoyado en su pecho.

—La mejor mañana del mundo ¿no crees? 

Seokjin abrió sus ojos y se encontró con una hermosa y grande sonrisa. Jungkook lo estaba mirando con sus ojos enormes y brillantes. 

—La mejor mañana sin duda —estuvo de acuerdo porque así era. No cambiaría el poder estar de esa manera con el menor aunque le pagaran todo el dinero del mundo. 

—Hoy me juntaré con mis amigos en la noche, están llamando y mandando mensajes a cada rato porque se suponía que teníamos todo un calendario para hacer en el receso y yo no he cumplido.

—Eso es genial, no dejes a tus amigos por estar conmigo. No debes hacer eso. 

Jungkook abultó sus labios mientras se removía de los brazos del mayor, luego se subió a su regazo y apoyó su mejilla izquierda sobre el hombro de este. Fue abrazado de inmediato. Él sonrió sintiéndose realmente muy bien en esos brazos fuertes y seguros.

—Me gusta también estar contigo, todo el tiempo que se pueda. La otra semana vuelves al trabajo y yo a mis clases. 

—Eso es cierto, pero recuerda que podremos vernos todas las noches, ¿o se te olvidó que viviré aquí un tiempo? 

—¿Bromeas? —Jungkook se movió y rápidamente deslizó sus piernas una a cada lado del cuerpo del mayor —no dejo de pensar que estarás a dos puertas de mi habitación. 

El azabache lamió su labio inferior —a mi tampoco se me olvida aquello. Debemos ser cuidadosos. 

—Lo sé, con Jiminie ni siquiera pudimos ocultarlo y él nos conoce tan bien como lo hace Yoongi. 

—Bueno si no te hubieses comportado como un bebé celoso estoy seguro que no se hubiese enterado. —Seokjin se echó reír al ver una mueca de desagrado en la bonita cara de Jungkook. —¿Acaso dije una mentira? 

—No… Yo no soy celoso, simplemente fue él un idiota que empujó hasta que lo dije, hubiese sido un excelente policía. Sacando confesiones con sus malditos trucos.

—Tienes razón, pero debes moderarte delante de Yoon. 

—Lo haré, pero Yoon es mil veces más despistado no va a ser tan difícil, podríamos follar fuera de la puerta de su habitación y él no se daría cuenta. 

Bajo la mesa ✓< Jinkook > (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora