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Abrió aún más la puerta y me dejó entrar.

El departamento era lindo, muy espacioso y típico de chica universitaria o recién graduada.

Había grandes cuadros de pinturas de la chica, y algunas fotos como si fuese modelo, lo que me sorprendía porque mi padre ha estado saliendo con alguien así.

Me senté en un sillón frente a ellos, los cuales me miraban nerviosos.

-¿Gustas café? – me preguntó la chica y yo la miré con la ceja alzada

-Mira hija... He estado solo tanto tiempo que... – lo interrumpí

-No necesito explicaciones – negué con mi cabeza y ellos me miraron confundidos – Necesito hablar de mi madre

-Sé que ella estaría de acuerdo con esto – comenzó a hablar mi padre, pero lo volví a interrumpir

-Ella ha enfermado – él me miró sorprendido – Necesitará tener su tratamiento y... Necesitamos dinero...

-Olivia...

-Es importante, prometo pagarte todo cuando pueda – comencé a decir y me interrumpió

-Eso no estaba dentro del divorcio

-¡Pero es mi madre! – dije exaltada mientras me ponía de pie y mi padre me imitó

-No puedo hacer nada

-No tiene dinero para eso – dije sintiendo un nudo en mi garganta – Puede morir si no recibe el cuidado necesario

-Lo sé, hija – puso sus manos en mis hombros, pero yo me moví retirándolos – Cuando ella y yo nos divorciamos, acordamos en que ella se haría cargo de sus propias cosas, sé que no tiene la culpa, pero no estoy obligado a pagarlo, ¿sabes?, Rebecca necesita dinero para terminar su carrera y pronto tendremos más planes

-¿Qué...?

-Iré a... la cocina – dijo la chica y se alejó de nosotros, saliendo de mi vista

-Rebecca y yo queremos formalizar nuestra relación, ya sabes, casarnos y formar una familia...

-Creí que yo era tu familia...

-Lo eres, mi niña – quiso tomar mi mano, pero yo la aparté

-¿Cómo puedes ser tan egoísta?

-Pienso en la familia – dijo sonriendo – ¡Rebecca está esperando un bebé! Es la mejor noticia que pudiese haber – sonrió aún más – Y le tengo un regalo, en unos momentos más lo traerán

En eso tocaron la puerta y él fue apresurado a abrirla, era un señor con un cachorro en sus brazos.

Mi padre lo recibió y el señor se fue cerrando la puerta detrás de él.

Mi padre volteó a verme con el cachorro en sus brazos.

-¿No es increíble? – sonrió ampliamente – Rebecca siempre ha querido un perrito y aquí lo tiene, juntos lo cuidaremos

Y con eso, sentí como mi mundo volvía a destruirse y yo rápidamente entendí que mi madre y yo estaríamos solas en esto.

-Gracias padre – dije y él me miró confundido

-¿Gracias porque?

-Por arruinar cada recuerdo que tenía contigo, y gracias por demostrar que no vales la pena – dije con furia en mis palabras – Espero y seas feliz con ella

Después de decir eso, pasé por su lado y salí del departamento cerrando la puerta con fuerza detrás de mí.

Bajé hacia el primer piso, en el cual se encontraban mis amigos, los cuales, al verme, notaron como estaba fatal.

[EDITANDO] 3 HISTORIAS - [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora