Los invitados entraban a la enorme mansión y yo, me encontraba nerviosa ya que no había visto a Nicholas por ningún lado, por lo que tuve que entrar sola.
Un señor me recibió con una sonrisa en su rostro, aunque esa mirada, ese rostro lo reconocía.
Inmediatamente las imágenes de la pareja en el auto, besándose en ese callejón, invadieron mis pensamientos.
Ese hombre era aquel que devoraba sin pensarlo a la chica.
Pero él parecía no reconocerme, y quizá se debía a que pude ocultarme bien para que no supiera que observaba la escena tan... explícita.
Tan solo respondí con una sonrisa y mostré la invitación que me dejaría entrar a la dichosa boda.
Caminé hacia el patio, justo en donde sería la boda y una persona se interpuso en mi camino, se trataba de la madre de Nicholas.
-Veo que viniste. – dijo ella y asentí.
-Liz me invitó. – dije y ella me miró con seriedad.
-Al primer intento de arruinar eso, te irás. – dijo y se alejó de mí.
-No la escuches. – dijo una voz detrás de mí y al voltear, vi a Liz. – Ella quiere tanto esto.
-No deberías aceptar. – dije y ella bajó la mirada.
-Es lo que debo hacer. – suspiró. – Ven, ayúdame a arreglarme.
Tomó mi mano y me llevó a su habitación para que ella pudiese comenzar a arreglarse para la boda que comenzaría en unos minutos.
Al terminar, ella se miró al espejo.
Realmente lucía hermosa.
Su vestido blanco tan frondoso y su peinado tan perfecto que hacía brillante su cabello dorado.
Su maquillaje quedaba perfectamente con su belleza natural, aunque en su mirada tan solo se mostraba tristeza extrema.
Ella no era feliz y eso podía verlo.
Pero tenía que parar.
-No tienes que hacerlo si no quieres. – dije y ella me miró a través del espejo. – Nadie puede cambiar tu futuro, tus metas y tu vida. – me acerqué y vi como una lágrima recorría su mejilla. – Tienes una vida por delante, tienes un sueño que... podrás cumplirlo sin ejercer un matrimonio por conveniencia. – puse mi mano en su hombro. – Nadie te puede obligar a hacer esto.
-Es mi deber...
-No... es el deber de tus padres el hacer crecer la empresa, sin usar a sus hijos para el beneficio de esta. – ella se giró y me miró. – Solo tu puedes decidir por tu futuro y eso nadie debe cambiarlo.
Ella suspiró y negó con la cabeza, para luego secar sus lagrimas y arreglar un poco su maquillaje.
-Mi boda me espera. – tragó saliva. – No puedo defraudar a mi familia.
Yo suspiré y asentí, entendiendo su decisión final.
Ella tomó del brazo y juntas bajamos las amplias escaleras hasta llegar abajo, justo donde me esperaba Nicholas, como aquel día, en traje con una sonrisa adornando su rostro.
Tomé su mano y juntos caminamos entre la gente que se encontraba de pie, esperando a la novia.
Nicholas se posicionó detrás de Cole, y yo, justo detrás de donde debería estar la novia.
La cual comenzó a caminar, justo al son de la típica música de bodas.
Ella iba junto al hombre que me recibió en la entrada, justo el que besaba a la chica en el callejón, lo que significaba que ese hombre es el padre de Liz y Nicholas.
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[EDITANDO] 3 HISTORIAS - [COMPLETA] ✓
Roman d'amour-Un Nuevo Amanecer. Raenda es una chica que ha sufrido tantas burlas toda su vida. Al mudarse cambia su aspecto y encuentra el amor en alguien que menos se esperaba. -El Último Verano. Tras comenzar las vacaciones, Olivia debe ir a aquel pueblo en e...