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Me deslicé hasta llegar al suelo y llorar aún más de lo que había llorado antes, no podía con el dolor que sentía.

El que Nicholas no confiara en mí, dolía tanto.

Y sobre todo porque yo lo vi abrazando a esa chica tan sonriente, aunque sabía que lo obligarían a hacer algo así, él no peleó por nuestra relación, o lo que sea que teníamos.

Él no confió en mí.

El no se percató del vendaje que tenía en mi pierna, que podía verse gracias a la falda de mi uniforme.

Me puse de pie y sequé mis lágrimas.

Quería irme de la escuela, no seguir aquí, sufriendo por sus palabras, por lo que tomé mi mochila y suspiré un poco.

Debía ser fuerte en todo este camino que me quedaba para llegar a casa, en donde podría sufrir en paz.

Caminé hacia los pasillos, pero me detuve al escuchar a dos chicos gritarse, se trataba de Nicholas y Charles, pero la verdad, no me interesaba su plática, sobre pude escuchar que Charles le trataba de explicar algo sobre unos hombres que parecían ser agresivos.

Aunque mi mente no quiso relacionar eso con lo que me había sucedido.

Mientras iba sumida en mis pensamientos caminando por las afueras de la escuela, no me percaté que unos chicos habían puesto algo en el suelo que me hizo caer, raspando mis rodillas con el duro suelo.

De pronto, de algún lugar, salieron algunos chicos y chicas, los cuales comenzaron a aventarme algo de harina, ensuciándome por completo.

Sentí que uno de ellos me quitó mis tenis y de pronto, pude ver como se incendiaban frente a mí, esto se salía de control.

Me puse de pie, pero un chico me empujó, haciéndome caer al suelo de nuevo, esta vez, raspándome mi brazo.

Comencé a toser un poco al tener tanta harina en mí.

Me volví a poner de pie, pero esta vez una chica me tomó del cabello y me tiró al suelo, haciéndole los honores a un chico para que pudiese arrastrarme por el suelo, haciéndome gritar, lo que parecía divertirles.

De pronto su mano se puso en mi rostro, manchándome de lo que parecía ser algo de lodo.

Al retirar su mano pude respirar un poco, pero no del todo ya que con un extintor comenzaron a apagar un poco el fuego de mis zapatos, pero a la vez, todo caía en mí, haciéndome toser aún más.

Las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas.

No me merecía esto, realmente no merecía el trato que me estaban dando y ellos debían saberlo, pero estaban tan ciegos que no veían el dolor que me causaba cada maltrato.

De pronto vi como un chico cayó al suelo y después, un puño golpeaba a otro y así continuaba mi salvador.

Los chicos no se esperaban que esto sucediera, pero el chico no los dejaba reaccionar, ya que les propinaba otro golpe aún más fuerte hasta llegar a mí y así pude ver a Nicholas frente a mí.

Él se agachó y me cargó entre sus brazos.

Levanté un poco la vista y pude ver como algunas chicas grababan lo que sucedía y en sus rostros podía ver la sorpresa.

-Yo no hice nada... – dije con un hilo de voz.

-Lo sé... perdóname. – murmuró él. – Enserio perdóname...

Ambos nos alejamos de la multitud que llegó tiempo después, pero que no quisieron acercarse más ya que temían que Nicholas hiciera algo.

Nicholas me subió a su auto y después el se subió, para luego conducir a su casa y de nuevo, cargarme para entrar a su casa y por primera vez, entrar a su habitación.

Él me sentó en su cama e inmediatamente llegó con un botiquín de primeros auxilios para curarme las heridas, pero yo lo alejé, lo que lo confundió.

-No podemos hacer esto. – dije tragando saliva.

-Tessa...

-Tu tienes un futuro por delante y yo... solo te detengo. – bajé la mirada, pero su mano me hizo mirarlo de nuevo.

-Yo te amo a ti... siempre lo haré.

-Te vi con esa chica. – dije y me miró confuso. – La abrazabas mientras ambos sonreían...

-Debía hacer lo que mi madre me pidiera para que así, pudiera dejarme tranquilo.

-¿Y si algún día te pide separarte de mí? – dije y él tan solo comenzó a curar mis heridas. – Responde Nicholas...

-Me negaré. – dijo limpiando las heridas. – Siempre me negaré a eso, no puedo perderte... eres lo único que me mantiene cuerdo en esta maldita vida.

-No podemos arriesgarnos a más...

-A tu lado, prefiero arriesgarme. – me miró y acarició mi mejilla con su mano. – Por ti... perdería la empresa si fuese necesario, no me importa nada más que tú.

Yo no dije nada, tan solo decidí quedarme en silencio mientras él terminaba de curar cada herida que anteriormente me habían hecho.

Él me indicó donde se encontraba el baño para que tomara una ducha y me tendió unas prendas de su hermana que podría ponerme al salir.

La ducha fue algo larga, y es que la mayoría del tiempo lloré.

Saqué todo, dejando que el agua se llevara mi dolor y la suciedad que provocó otro tipo de dolor en mí.

Pero más que nada sufría por lo que sucedería próximamente, lo que era capaz de hacer su madre con tal de separarnos de una vez por todas y eso, me dolía hasta el alma.

Al salir él me esperaba sentado en su cama, por lo que me acerqué a él y me abrazó, haciéndome sentar en sus piernas.

-Deberías descansar un poco. – dijo y asentí.

Me ayudó a acostarme y me dio un beso en la frente antes de acostarse a mi lado y gracias a sus caricias en mi cabello logré quedarme dormida.




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El final está llegando.

Solo quedan dos capítulos para terminar este libro lleno de emociones que llegarán directo a los corazones de los lectores.

Espero y les vaya gustando esta historia, justo como las pasadas<3

Gracias por leer <3


[EDITANDO] 3 HISTORIAS - [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora