Nicholas se encontraba abrazando por la cintura a otra chica, la cual parecía disfrutar de la compañía de mi novio, el cual sonreía mientras platicaba con un hombre que se encontraba frente a ellos.
-Es triste el ver la realidad. – dijo su madre. – Pero así son los hombres, cuando ven una mejor oportunidad, la aprovechan y ahora, el futuro de Nicholas y de la empresa, será brillante. – me giró para que pudiese verla mejor. – No llores. – dijo secándome unas lágrimas con su dedo. – Tarde o temprano sucedería, pero déjame decirte que el engaño es lo peor que podría sucederle a una mujer.
-Lo sé. – dije separándome un poco. – Debe ser triste que su esposo siga esos pasos y esté engañándola con alguien mucho más joven que usted. – la miré con seriedad, a lo que ella se quedó en silencio. – Tarde o temprano sucedería, es triste ver la realidad, pero así son los hombres, cuando ven una mejor oportunidad, la aprovechan. – dije recitando las mismas palabras que ella anteriormente me dijo.
Al terminar mis palabras me alejé y caminé hacia la salida, sintiendo la mirada de alguien, pero ahora no podía pensar en algo más que en llegar a mi casa y desaparecer de este lugar para siempre.
Por lo que, al llegar, tan solo me tiré en mi cama y comencé a llorar descontroladamente, sintiendo ese dolor en mi pecho.
Aunque yo sabía lo que sucedería, pero no pensé que sería tan rápido, no pensé que sucedería ahora mismo.
Así que cerré mis ojos y deseé no pensar en nada más en lo que restaban las vacaciones.
El tiempo pasó y por fin, la escuela había comenzado.
En todo este tiempo no había respondido ningún mensaje de Nicholas y tampoco salí para verlo cuando llegaba a mi casa.
Al salir de mi trabajo evitaba el verlo, decidía cerrar antes de tiempo para que él no pudiese llevarme a casa.
Literalmente lo había evitado por completo, sería lo mejor para ambos.
Así que, al entrar a la escuela, todos me miraban, algunos con odio y otros murmuraban sobre cosas que no entendía.
Pero lo peor fue cuando estaba a punto de entrar por la puerta del salón y un cubo de agua helada cayó en todo mi cuerpo, mojándome de cabeza a pies.
Subí la mirada y vi a Charles junto con Scott y Max, mirándome sin comprender lo que sucedía, por lo que salí corriendo tras escuchar las risas de los demás compañeros.
Corrí hasta llegar al baño de mujeres y mirarme al espejo.
Mi maquillaje se encontraba estropeado y mi cabello estaba tan húmedo que necesitaba una toalla con urgencia, pero por desgracia no había, por lo que me dirigí hacia las duchas de la escuela y de ahí, tomé una toalla para comenzar a secar un poco mi cabello.
Al terminar me arreglé un poco el rostro, desmaquillándome y saliendo a lo natural gracias a las personas que hicieron esa broma pesada que no tenía nada de gracia.
Pero al salir, un balón se estampó con fuerza en mi rostro, haciéndome caer algo confundida.
Levanté la mirada y algunas chicas del equipo del futbol me miraban con cierto odio en su mirada.
Sentí un líquido salir de mi nariz, por lo que me toqué con mi dedo y pude ver la sangre en él.
Unas manos me ayudaron a levantarme y noté que se trataba de Charles, el cual, con un trapo, comenzó a limpiar la sangre que salía sin parar.
-Solo... quiero irme. – dije con un hilo de voz y él asintió.
Caminé a su lado hacia la salida, pero nos encontramos con Nicholas en el camino, el cual parecía encontrarse molesto.
No dudó en abalanzarse contra Charles y propinarle un fuerte golpe en el rostro, pero él no se quedaba atrás y lanzaba golpes hacia su agresor.
Yo iba a meterme en la pelea, pero Scott y Max llegaron y los separaron de prisa.
-¡¿Cómo pudiste?! – gritó Nicholas.
-¡¿Qué mierda te sucede?! – gritó Charles.
-Suéltame. – dijo Nicholas tratando de librarse del agarre de Max. – ¡Dije que me sueltes!
Max lo soltó y Nicholas se fue hecho una furia, pasando entre la gente que miraba tan expectante la pelea.
Los chicos me miraron y se llevaron a Charles para poder tranquilizarlo, dejándome sola en medio del pasillo, con la gente murmurando tanto.
Una mano me hizo girarme y me encontré frente a frente con Amber.
-¿Cómo puedes ser tan zorra? – dijo mientras me empujaba.
-¿Qué te sucede? – dije a la defensiva.
-Lo engañaste, maldita zorra. – dijo volviendo a empujarme.
-¿De qué mierda hablas?
-Mira esto. – dijo mostrándome una foto en su celular.
Tomé entre mis manos su celular y vi algunas fotos de aquella noche en la que Charles me había salvado de los agresores.
Primero se podía ver como salía de su auto y entraba a su casa, mientras que las otras se veían como el tocaba mi pierna, pero estaban tomadas desde otro ángulo y no se podía ver como me ponía el vendaje en la herida.
Otra foto mostraba como él apagaba las luces y quedaba en completa oscuridad la habitación, era justo cuando iba a dormir.
En otra se veía como era de día y nos encontrábamos en la mesa, y finalmente se podía ver como salía ya vestida de su casa a su lado.
Claramente se podría malinterpretar todo, pero realmente no había sucedido nada malo, al contrario, Charles me había salvado de mis agresores.
Amber me quitó el celular con fuerza y de pronto sentí su mano golpear mi mejilla con fuerza, haciendo girar mi rostro con dolor.
-Eres una zorra. – dijo mientras se giraba y se alejaba.
Yo me alejé y me dirigí al lugar en el que se fue Nicholas, justo a nuestro lugar especial en el que podíamos apreciar la naturaleza tan perfecta.
Entré y efectivamente, ahí se encontraba, sentado en el suelo mientras tocaba sus heridas y hacía muecas de dolor.
Al notar mi presencia me miró y su rostro cambió completamente, se puso de pie y se dispuso a salir, pero yo lo detuve.
-¿Enserio piensas que te haría algo así?
-No lo dudo. – dijo seco, lo que me dolió.
-Tu no sabes lo que sucedió esa noche. – dije tratando de que no saliera.
-Prefiero no saber. – murmuró tratando de salir, pero de nuevo, lo detuve.
-¿No confías en mí? – pregunté y él negó con la cabeza, haciéndome sentir una presión en mi pecho. – Bien, entonces vete, no te rogaré... Si no quieres creer en tu novia, bien.
-Nosotros no somos nada. – me miró con esa mirada tan seca y dura. – Nunca lo fuimos y nunca lo seremos.
Al finalizar sus palabras salió, dejándome sola, con el corazón roto.
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[EDITANDO] 3 HISTORIAS - [COMPLETA] ✓
Romance-Un Nuevo Amanecer. Raenda es una chica que ha sufrido tantas burlas toda su vida. Al mudarse cambia su aspecto y encuentra el amor en alguien que menos se esperaba. -El Último Verano. Tras comenzar las vacaciones, Olivia debe ir a aquel pueblo en e...