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Unos movimientos me despertaron, se trataba de la azafata indicándome que habíamos llegado a mi destino.

Me levanté y noté como era la única en el avión, además de ella.

Le sonreí dándole las gracias y bajé de aquel avión, caminé hacia mis maletas, las cuales estaban intactas, lo que me tranquilizó.

Al salir del aeropuerto me encontré con una Amanda tan sonriente, ella había regresado apenas terminó el funeral, por lo que me esperaría a que yo regresara.

Aunque fueron pocas horas separadas, sentí como si hubiesen sido años.

Me acerqué a ella, la cual me envolvió en un fuerte y reconfortante abrazo, lo que agradecí tanto ya que necesitaba eso.

-Vayamos a casa – dijo en mi oído y la miré

-No se si tenga casa – hice una mueca y ella sonrió de lado

-Yo soy tu hogar – tomó mi mano – Tu no debes preocuparte por nada más

-Gracias...

Ella sonrió y me ayudó a subir mis cosas a su auto, el cual condujo hacia su casa.

Al bajarnos vi mi antiguo hogar, el cual estaba lleno de personas que sacaban todo a la calle, mis pertenecías se encontraban tiradas como si fuesen basura.

-¡Hey! – escuché la voz de mi amiga – ¿Qué demonios hacen? – dijo acercándose a los hombres

-Solo tiramos la basura – dijo uno de ellos

-Eso no es basura – dijo mi amiga recogiendo algunas prendas mías que se encontraban en la calle – Pertenece a mi amiga

-Lo siento – dijo uno de ellos – Nos pagaron por esto

-¿Quién demonios les pagó? – dijo mi amiga sin siquiera poder creerlo

-Déjalo Amanda – dije y ella volteó a verme – Sé perfectamente quien lo hizo – dije acercándome hacia mis pertenencias

-No me digas que...

-Así es – carraspeé un poco – Fue mi padre y su esposa

-No puedo creerlo – dijo Amanda

-Solo... Tomemos mis cosas – dije abriendo una caja de plástico para poder meter algunas cosas que se encontraban sueltas

Sacudí mis libros y comencé a guardarlos en aquellas cajas, unas manos desconocidas y masculinas comenzaron a ayudarme, levanté mi mirada y vi a un chico desconocido para mí.

-Tu debes ser Olivia – dijo el chico con una sonrisa en su rostro

-Si... ¿y tú eres...?

-Mi nombre es Michael – dijo levantándose al mismo tiempo que yo mientras me tendía un libro que se encontraba en el suelo – Yo... yo era la pareja de Jess

-Tu...

-Así es – dijo con una sonrisa tímida – Supe que regresarías y quise venir a verte

-Jess fue una gran chica – dije y él asintió

-Fue la mejor... y sinceramente me alegro de que haya logrado hacer nuevos amigos – sonrió de lado – Me habló mucho de ti al regresar, realmente fuiste una gran amiga para ella

-Me alegra escuchar eso – mordí mi labio – Ella... ella fue increíble – dije sintiendo una lágrima caer por mi mejilla

-¿Quieres ir a tomar un café? – dijo y yo bajé la mirada

[EDITANDO] 3 HISTORIAS - [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora