Me detuve en medio del pasillo y Lea volteó a verme, las lagrimas recorrían mis mejillas, por lo que me abrazó sin pensarlo.
-Dios... esto está mal. – dijo abrazándome. – No deberías sufrir de esta manera...
-Las cosas suceden por algo. – dije separándome. – Tan solo debo irme de aquí.
-Tengo entendido que solo te falta completar un examen, ¿es cierto? – preguntó y yo asentí.
La verdad es que de este semestre solo me quedaba un examen por las buenas calificaciones que tendría y justo ese examen lo tendría hoy y así finalizaba mi preparatoria.
Me dirigí a mi respectivo salón con una enorme tristeza, los demás me miraban, pero a mí no me importaba, solo quería terminar el examen.
Tomé la hoja que me daba la maestra y me senté al fondo para así poder hacerlo de mejor forma.
Sinceramente, era sencillo el examen, aunque tenía muchas cosas en mente, sabía que podía completarlo y salir victoriosa de esta etapa.
Rápidamente lo terminé y al entregarlo me despedí de la maestra y salí de la clase.
Me dirigí al salón de música y me senté frente al enorme piano, sería la ultima vez que vendría y tocaría hermosas melodías en este lugar lleno de recuerdos y sentimientos que desaparecerían con el tiempo.
Toqué un poco y miles de recuerdos me invadieron la cabeza, lo que me hizo llorar de nuevo.
Recordé la primera vez que Nicholas y yo nos vimos, cuando caminé con él por toda la escuela, cuando le compartí mi lugar especial, cuando él me compartió sus instrumentos, cuando nos besamos por primera vez, cuando lo hicimos en esa cabaña, cuando nos quedamos encerrados en aquella cabina, cuando patinamos en hielo, cuando le dije que lo amaba, cuando me tendió la mano para ayudarme a bajar las escaleras.
Cuando estuvo en mi vida.
Todos esos recuerdos sabía que los tendría en mi mente para siempre.
Decidí salir de la escuela y dirigirme a mi trabajo, en el cual mi jefe me comenzó a hablar mal de nuevo, pero debía soportarlo como siempre lo hacía.
-¡¿No puedes hacer las cosas bien?! – gritó mi jefe, llamando la atención de algunos clientes.
-Lo siento. – dije y caminé hacia las mesas que me correspondían.
Al finalizar, mi jefe se acercó a mí con seriedad.
-Pero... – él me interrumpió.
-Eres inútil y aquí no queremos eso. – dijo cruzándose de brazos. – Ahora vete y no regreses nunca más.
Con el nudo en mi garganta tomé mi dinero y me dirigí a mi próximo trabajo, en el cual Lea me recibió con una media sonrisa.
Entendía que hoy no quería hablar de nada, que solo quería tener mi jornada con normalidad como siempre.
Ella se fue y yo comencé a hacer la limpieza, hasta que alguien entró, se trataba de Charles.
-No puedes hacerle eso. – dijo y yo suspiré.
-Es la triste realidad. – murmuré. – No se puede tener todo en la vida.
-Tu también terminas perdiendo. – dijo y lo miré.
-Como dije, es la triste realidad.
-Pero...
-Tan solo déjame sola... estoy trabajando. – murmuré y él asintió para luego irse de la tienda y dejarme sola.
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[EDITANDO] 3 HISTORIAS - [COMPLETA] ✓
Romance-Un Nuevo Amanecer. Raenda es una chica que ha sufrido tantas burlas toda su vida. Al mudarse cambia su aspecto y encuentra el amor en alguien que menos se esperaba. -El Último Verano. Tras comenzar las vacaciones, Olivia debe ir a aquel pueblo en e...