Epifanía

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En aquel lugar se palpaba el silencio, no era necesario ser una persona de alto intelecto para percatarse del silencio; todos los que estaban en la habitación parecían hacer un esfuerzo por respirar lo mas calmado posible, a duras penas se podría saber que habían una 3 personas allí. Romper el silencio siempre ha sido una tarea difícil, incluso cuando es el momento justo para hablar, hacerlo es el dilema. 

-Supongo que saben la hora, ¿no?-

Por primera vez en toda la noche, alguien abría la boca para hacer algo aparte de dejar intentos de conversación en el aire. De manera casi inmediata los ojos de Harry se abrieron y con astucia miraron a Ronald y a Hermione, cualquiera que hubiera presenciado el momento se enteraría de aquellos  secretos, pequeños y poco insignificantes secretos, que se podían vislumbrar en el ambiente. 

La puerta se abrió, y una mano comenzó a palpar la pared, buscando el interruptor de la luz, toda la sala que se encontraba en una profunda oscuridad amortiguada por las gruesas cortinas se rompió con un chasquido.

-¿Qué hacen todos ustedes en mi casa?- Neville asomó su cabeza detrás del cuerpo de Theodore, que casi por costumbre los amenaza.

-Un gusto volver a verlos.- murmuró Neville entrando y quitándose el abrigo de Theo, dejándolo en un sillón vacío.

-Creímos que necesitaban ayuda... Ya sabes, ahora que el lugar es nuevo, y la empresa esta creciendo.- Hermione tomó la palabra, pues tanto Harry como Ronald estaban anonadados.

-Además, trajimos pastel.- mencionó con voz débil Ronald mientras que se levantaba de la silla en la que estaba sentado con una caja en las piernas.

-Que lindo de su parte, nos pueden ayudar... Claro si todavía quieren.- Neville recibió el pastel de las manos de Ron.

-¡¿Qué?! Espera, Neville cielo, ya hablamos de esto... Sabes que no podemos recibirlos.- dijo Theodore mientras tomaba el rostro de Neville en sus manos llamando su atención -La casa esta hecha un desastre y aún no sabemos como entraron.-

-Oh, eso es fácil: Es una casa nueva y el vecindario no los conoce... Y Harry tiene ese encanto natural, el resto es atar cabos.- Ron explicó casi todo, después de todo entrar a una casa nueva por el cobertizo no es algo de todos los días, pero prefirió guardar esa anécdota para los gemelos.

-Es decir, ¿ustedes hablaron con los vecinos?- pregunto Theo sin despegar las manos de Neville, temía que fuera de inmediato con los vecinos a aclarar el malentendido; pues una cosa es Hermione y Ronald, otra muy diferente es Harry James Potter.

-En serio, yo quise decirles que no, pero cuando me di cuenta la vecina ya estaba hablando con Harry... y pues...- Hermione paró de hablar, sintiendo como Ron y Theodore la miraban, muy fijamente para su gusto.

En ese momento el celular de Theodore sonó, rompiendo el silencio. Soltó a Neville besándole la mejilla y susurrando algo en su oído, causando leves risas para todos, menos para Neville, él solo se sonrojo y movió la cabeza levemente asintiendo. Cuando Theo entró a una habitación para hablar y todo ese ambiente tenso se deshizo. Ronald se acercó nuevamente para abrazar a Neville, como siempre lo hacía.

-En serio, es lindo volver a verlos. Han pasado años desde que no los veo.- dijo Neville mirando a Ron y a Hermione, luego volteo a ver a Harry y le sonrió -A ti si te veo bastante, pero nada como verte en persona; sigo pensando que las cámaras hacen que pierdas tu encanto Harry.-

-Neville, es bueno tenerte de vuelta.- Fue la primera frase que Harry había soltado en toda la tarde, estaba feliz de ver a Neville y, aunque lo negará, a Theodore. 

Mientras Theodore estaba al teléfono entre Neville y Ronald limpiaban la casa, Hermione y Harry comenzaban a mover las cajas a las habitaciones respectivas, hablaban entre ellos; era fácil saber que no estaban en esa casa solo para limpiar y mover cajas, pero si era el costo por haber entrado a la casa sin ser invitados, pagarían sin quejarse.

Palabras que no existen [Darry/Harco] FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora