Prevención

120 19 37
                                    

-Señor Malfoy, ¿Cuál es su relación con el joven Potter?-

-Somos amigos.-

-¿Es cierto que estudiaron juntos en Hogwarts?-

-Es verdad, asistí por algunos años a esa institución educativa.-

-¿Por qué no terminó su educación allí?-

-¿Por qué la pregunta?-

Para la tercera pregunta Draco se cansó de responder, era la segunda vez que respondía a los paparazzi fuera de sesiones planeadas. Su mal temperamento era bien conocido por todos los periodistas y la mayoría de personas que alguna vez habían escuchado de él, casi toda la información del joven Malfoy era acompañada por las palabras "indiferente" o "antipático".

-Vamos a tomar un descanso.- Mencionó el juez observando con atención a Harry, deslumbrado. Era fácil reconocer y querer a una persona como Harry, hermoso por dentro y por fuera a los ojos de todos, escurridizo y difícil de atrapar, lejano y a la vez cercano. -Por favor los que se invitaron solos esperen fuera.-

Harry suspiró y recostó su cabeza en el espaldar del sofá, estaba cansado de sonreír y mantenerse encogido en su posición. Draco se levantó del sofá y salió abriéndose paso entre todas las personas que se mantenían cerca a la sala, caminó con el mentón alto, los hombros inclinados hacia atrás y la espalda erguida; entró a una cafetería y compró té caliente para Harry, café para el juez y el representante de la empresa de publicidad.

-¿Usted no tomará nada?- Preguntó el joven que atendía la cafetería, Draco sonrió y negó con la cabeza.

-Él no es capaz de tomarse todo el té.-Respondió Draco mirando atentamente los postres que se mostraban en la vitrina.-Disuelva cuatro terrones de azúcar en el té y empaqué tres rollos de canela.-

Al pagar su pedido Draco volvió a la sala, Harry estaba sentado en el mismo lugar sin su saco, tenía las mangas de su camisa blanca un poco dobladas y el cabello desordenado, hablaba con el juez mientras el representante que los acompañaba observaba con duda a Harry.

-Pedí café para ustedes dos, no lleva azúcar.- Draco dejó en la mesa de centro los dos envases desechables llenos de café caliente, se sentó al lado de Harry y le ofreció el té. -Cuatro terrones de azúcar, procura remover el fondo, no quiero empalagarme.-

-Gracias, ¿el señor Malfoy no tomará nada?- Preguntó el juez quitando la tapa del envase y bebiendo un sorbo del café. Draco sonrió.

-Más adelante entenderá.- Respondió sin delicadeza, la diferencia en el trato que Malfoy tenía con Harry y el resto de personas era obvio, rozando lo ofensivo. -¿Les gustan los dulces?-

-No mucho, los tolero.-

-Igual para mi.-

Draco sonrió complacido, sacó la pequeña caja con los rollos de canela y la mantuvo consigo.

-Entonces serán para Harry y para mi, compré rollos de canela.- Harry sonrió con felicidad, todo estaba saliendo perfectamente con el juez, Draco le había llevado té con azúcar y además le compró dulces. Definitivamente era un buen día.

-Gracias.- Mencionó Harry soplando su té, apenas había bebido unos sorbos.

-¿Te gustan los dulces?- Preguntó el juez con curiosidad, Draco sonrió y comenzó a comer un rollo de canela lentamente. La pregunta no era para él.

-Es un secreto comercial así que procura no decirlo a nadie.- Advirtió Harry sin dejar de soplar su té. -Me encantan los dulces, crecí siendo consentido por personas amables aunque siempre me advirtieron que no siguiera a nadie si me ofrecía dulces.-

Palabras que no existen [Darry/Harco] FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora