Efímero

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-¿Beso o mareos?-

-¡Harry! no es momento de bromas, debes decirnos cómo te sientes. Y por favor suelta a Malfoy, tu cara no resistiría un derechazo de él.-

Luego de una hora tomando mucha agua y sacándola al instante, lograron desintoxicar el cuerpo de Harry. Ahora hablaba babosadas, como siempre pero sin filtros. Aún no soportaba la luz, aún no se despegaba de Malfoy y aún le seguía coqueteando, de una manera terrible; pero seguía con todos los dientes en su lugar, lo cual era un alivio.

Luego de separarlo de Draco preguntaron desde la historia de la humanidad, hasta logaritmos. Todo para saber si la droga había salido por completo de su organismo o todavía seguía allí.

- ¿Cuánto es 2 x 4?-

-8.-

-Súmale 2, luego multiplica por cinco, saca raíz cuadrada potencia-

-Neville, eso ni lúcido podría hacerlo.- Harry estaba cansado, su cuerpo entero le dolía como si hubiera ido a una dura sesión en el gimnasio; sentía los músculos resentidos, la luz le ardía y tener a Malfoy cerca era cuestión de fuerza de voluntad. Olía muy bien, un olor fresco, dulce y atrayente. Harry en su cabeza se intentaba convencer de no estar bajo la influencia de alucinógenos y mantenerse quieto en donde estaba.

-Harry, es mejor que te sientes. Tu cuerpo debe estar cansado y no es correcto exigir de más.-

-No te preocupes Neville, me siento bien. Me siento mejor que bien.-

Luego de todo lo que había pasado, comenzaron a discutir sobre el contrato con la empresa, solo faltaba Draco; se estaba duchando, luego de tener a Potter encima por casi dos horas y media, se sentía sucio; había una tina, él traía la maleta que llevaba cuando se quedaba en casa de Blaise, tenía todo lo necesario y no se iba a quedar con el olor de Harry pegado.

-¿A dónde vas Potter? la habitación es hacía el otro lado.- Al terminar de hablar sobre los términos del contrato como tal, Theodore quedó como el encargado de cuidar la puerta del baño, en teoría no era gran cosa; pero con Harry James Potter medio drogado por una posible variación de LSD, con las hormonas altas y con una leve fijación con el olor de Malfoy, no era momento de subestimar las certeras indicaciones que Draco le dejó.

-Oh, es que tengo ganas de orinar.-

-Abajo hay otro baño.-

-Olvidé mi reloj en el lavamanos.-

-Potter, tú no usas reloj. Por algo siempre llegas tarde.-

-Quiero ver a Malfoy.-

-Eh, déjame preguntarle.-Theo se dio la vuelta, golpeó la puerta y se volvió a Harry- ¡Obviamente no!-

-¿Por qué? No le he hecho nada malo... Creo.- Harry era perseverante, no se rendiría tan fácil. Y si tenía que entretener a Theodore hasta que saliera Draco, lo haría. Aunque los planes en una cabeza medio drogada nunca salen bien. Hablaron bastante tiempo, aunque más que una conversación era un cuestionario por parte de Theo, necesitaba saber hasta que punto recordaba Harry.

-...Entonces es por eso que no tengo ropa interior ¿Eh?-

-Ahora puedes articular oraciones continuas, perros salvajes hablando; ¿Quién lo diría?- Draco por fin salió de la ducha, tenía el cabello mojado, llevaba una felpuda toalla en el cuello y otra en las manos, secaba las puntas de su cabello con pequeños golpecitos, tiernos de cierto modo.

-Lamento mucho todo lo que hice Malfoy... ¿En serio te mordí? Dios, discúlpame.- aunque Harry no filtrará pensamientos, estaba seriamente arrepentido de haber herido a Draco... tal vez no de haberlo herido como tal, sino de hablarlo herido inconscientemente. Todo lo que daría por recordar el sabor de la piel de Malfoy.

Palabras que no existen [Darry/Harco] FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora