Palabras que no existen [Darry/Harco] Finalizada

Espejo

Luego de una larga discusión entre Harry, Ginny y Hermione decidieron dejar la línea de tiempo para más adelante, cuando la condición de Harry fuera estable. Las dos chicas se fueron poco después de las seis, iban a quedarse pero Harry no las dejó.

-Ya comienza a hacer frío y no he organizado las habitaciones de los armarios, hoy se fue Cedric y no quiero que duerman donde durmió un chico... Vuelvan a casa, mañana comamos algo rico y hablaremos ¿Les parece?-

-¿Quién es Cedric?- Preguntó Hermione, era claro que Harry no invitaba a cualquier persona a su casa, mucho menos para pasar la noche.

-Es un amigo, ¿recuerdas que te conté cuando compré flores drogadas? Pues es él quien me ayudó.- Harry seguía un poco somnoliento, su cabeza retumbaba al ritmo de su corazón, era bastante incómodo y seguir conversando lo hacía peor.

-Espera... A mi me dijeron que ese Cedric había ayudado a Malfoy, no a ti- Repuso Ginny mirando con expectativa a Harry, era una falta bastante grave al "contrato" que tenía el no haberle contado que lo habían drogado... Otra vez.

-Yo te conté, es muy diferente que no revises tu correo.- Harry, enfermo o medio inconsciente, era un buen manipulador, sabía muy bien que Ginevra no recordaba bien la contraseña de su correo y, por lo mismo, eran muy pocos los casos en que llegaba a revisarlo. Efectivamente le había enviado un correo contando lo ocurrido, pero sin molestarse en narrar los detalles, que en esencia, es lo importante.

-Oh... Lo lamento, hoy lo revisaré.- Ginny y Hermione se levantaron del sofá, dejaron a Harry con música suave y entre las dos cocinaron comida suave, el estómago de Harry solía ser débil con los medicamentos. Al acabar el reloj ya marcaba las siete de la tarde, el cielo ya estaba más oscuro.

-Harry, en el refrigerador dejamos comida. Cuando tengas hambre es sólo calentarla, no dudes en llamarnos.- Mencionó Hermione sacando un cojín del bife en la sala, lo ubicó al lado de Harry, sabía muy bien que si le daba sueño no se movería hasta su cama.

-Mañana pasaré a tu oficina para revisar tu condición, intenta dormir.- Luego de decir esto, las dos salieron dejando a Harry solo de nuevo. Él hizo caso y durmió, despertaba cada tanto sin poder recordar sus sueños. Quiso levantarse y llamar a alguien, pero ya había llamado a todos los que podían ir, era inútil llamar a alguien más. esperó pacientemente a que llegara la mañana, cantó, habló, compuso historias, hasta recordó poemas que Draco recitaba cuando estaba nervioso.

Cuando la alarma sonó Harry se levantó del sofá, se obligó a estar un poco más alegre y comenzó su día; se duchó con agua fría, algo que no hacía desde su temporada en Tsukumo, estrenó una crema perfumada que Hermione le había regalado y se vistió, no quería usar corbata ni abrigo y así lo hizo, solo usó la camisa y el pantalón. Metió la camisa en el pantalón, comió parte de la merienda que Hermione y Ginevra le habían dejado la tarde pasada y salió con un saco de lana en el brazo; lo último que quería era resfriarse.

-Hola, buenos días, quisiera hacer un pedido.- Harry había entrado a la cafetería de siempre, olvidó que había quedado de volver a hablar con la señora que atendía la cafetería de la empresa y quería comprarle algo.

-Claro, ¿Qué le puedo servir?- Respondió una chica, al parecer el joven que siempre le atendía no estaba.

-Quiero un sándwich, chocolate caliente mediano, té negro helado extra grande... Mejor dos tés, un paquete de galletas y una tableta de chocolate negro por favor.- Harry se sentó en una silla cercana a la caja registradora, esperó a que su pedido estuviera listo y se dispuso a pagar.

-Disculpa... ¿Eres Harry Potter?-

-Sip, el mismo. ¿Cómo puedo ayudarte? - Harry ya se sabía la rutina luego de la misma pregunta, si negaba que era él posiblemente se quedaría un buen rato discutiendo, lo más fácil era admitir y ceder.