Manchar

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Luego de la inesperada visita de Neville tanto Harry como Draco durmieron unas horas más, lo suficiente para que el sol se colara entre las persianas.

-Harry, es hora de despertar.- Draco intentó levantar a Harry, le habló, le hizo cosquillas, ¡hasta lo peinó! pero nada funcionó. Vencido se levantó y fue al baño, se dio una ducha rápida, se lavó los dientes y cepilló su cabello, al estar listo intentó de nuevo.

-Oh, hola Hermione... Todavía duerme, ¿algún mensaje para el bello durmiente?- Al escuchar entre sueños la conversación de Draco, Harry se levantó de la cama y le quitó el teléfono de la mano a Draco.

-¡Yo no estoy dormido, estaba meditando! ¿Cómo te ayudo?- Preguntó Harry, sus ojos se mantenían cerrados y su cuerpo se tambaleaba. Draco rió entre dientes, en realidad no estaba hablando con nadie, el teléfono estaba suspendido.

-Primero abre los ojos, lento. Acostúmbrate a la luz.- Draco comenzó a indicarle a Harry que hacer mientras se alejaba de él, cuando se diera cuenta que estaba hablando solo se enojaría bastante. -Luego piensa en lo mucho que me amas y mira la pantalla del teléfono.-

Draco tomó dos almohadas y protegió su estómago esperando el impacto, en cambio solo vio como Harry se devolvía a la cama sin decirle ni una sola palabra.

-Tenderé esta cama contigo dentro o fuera. Es tu oportunidad, sal ya.- Harry solo se dio la vuelta y abrazó las esquina del edredón, sería una larga mañana.

Luego de mantener largas conversaciones con Draco, Harry despertó. Habían pasado tres horas luego de la visita de Neville, tres horas que para Harry fueron solo quince minutos.

-¿A qué vino Neville?- Preguntó Harry tomando un vaso con agua y unas gotas de limón, cuando se despertaba más tarde de lo normal tomaba mucha más agua en todo el día. Draco abría todos los cajones de la cocina buscando.

-Traía noticias, cosas de poca importancia en realidad. ¿No tienes alguna fruta aquí?- Harry sonrió, él casi no comía frutas, era más de batidos y comidas simples.

-¿El limón cuenta como fruta?-

-Sabes a lo que me refiero.- Respondió Draco calentando un poco de agua, era imposible que Harry James Potter no tuviera café. -Ve a bañarte, hoy tenemos que asistir a una auditoría y monitorear el transporte de los gatos. Weasley también estará.-

-¿Hay algún código de vestido? Hace poco compré un traje de tela especial.- Mencionó Harry dejando el vaso vacío en el lavavajillas, abrió el refrigerador y sacó dos mandarinas. Dejó una en la mesa para Draco y se llevó una al segundo piso.

-¿Especial?- Preguntó Draco buscando algún recipiente con algo que fuera parecido a café, en el tercer cajón lo encontró.

-Si, en esa tela es casi imposible que se peguen cabellos o algo parecido. Perfecta para gatos, o eso dicen.- Draco arrugó su frente, el café no estaba saliendo como lo esperaba.

-Muy lindo. Harry, ¿Qué tipo de café es este? no queda nada después de agregar el agua caliente.- Harry bajó las escaleras descalzo, con una toalla en brazos y la camisa a medio quitar.

-¿Usaste el filtro?-

-Es café, por supuesto que use un filtro.- Respondió con obviedad, ningún buen café se podía dar por terminado si no había sido filtrado... Por lo menos para los Malfoy siempre había sido así.

-Es café instantáneo, no necesita filtro.-

-¿Instantáneo?-

-Sip.-

-¿No necesita filtro?-

-Nop.-

-Interesante...-

Palabras que no existen [Darry/Harco] FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora