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-Estaba muy preocupado cuando desapareciste... ¿Por qué no nos dijiste nada?- Preguntó Draco mientras acariciaba el rostro de Harry, estaba delgado, mucho más de lo que recordaba.

-Le dejé un mensaje a Neville con Ron, ¿no les dijo nada?-

-Oh, era eso lo que quería.- Harry sonrió y pudo vislumbrar a Neville intentando hablar con Malfoy, casi en vano. -Debo comenzar a escucharlo más seguido.-

-No solo a él, a todos.-

-Te escucho a ti, es suficiente.-

Luego de planear lenta y tortuosamente las acciones a ejecutar los próximos meses, por fin Draco había podido hablar en paz con Harry. Escondía muchísimos sentimientos encontrados, más sabía que el empujarlos a Harry en ese momento era lo peor que podía hacer.

-Tom... ¿Qué es lo que quiere en realidad?- Preguntó Harry sin fijarse demasiado en la rapidez con la que Draco juntó sus cejas en un claro gesto de enojo... Casi reproche.

-Él te lo dijo. "Quiero estar toooodo el tiempo contigo, eres interesante... Lo malo es ese muchacho Draco..."-

-"...Me hace humano..." Ugh, lo recuerdo, aunque no creí que fuera en serio.-

-Lo iba, era solo un crío de quince años pero ya era la cabeza de su familia y lograba llevar las riendas mejor que su asesinado padre. Quitarme de tu lado era más fácil que robarle un dulce a un niño.- Draco había significado muchísimas cosas para Harry, entre ellas el final de su doliente infancia, el desarrollo de su empatía fue gracias a que Draco entró a su vida. Aún ahora no entendía cómo permitió que lo apartaran de su lado, pero la realidad es que él mismo lo había hecho.

-¿Por eso en Bulgaria?-

-Tengo amigos en Bulgaria, Harry. Además que es el territorio con menos influencia de los Riddle que pude encontrar.- Harry asintió y sin decir algo miró el rostro de Draco, bello y delicado, cansado pero aún elegante; casi se derritió hasta que recordó el nombre de las dos personas que los ayudarían a terminar con el juego de Tom: Victor Krum y Charles Weasley.

-¿Victor?- Preguntó luego de acostarse de nuevo en la camilla, puede que sus heridas ya estuvieran parcialmente sanas pero su organismo en general estaba cansado. Muy cansado.

-Victor.-

-Hmmm, bien. ¿Qué pide a cambio?- Draco sonrió, nunca había entendido porqué Harry guardaba su espacio con Victor, ahora que tenía más tiempo de vida sabía que era por celos.

-Nada serio, solo el terreno de la fábrica que hay allá.-

-Hmmm.-

La conversación fue aminorando hasta que Harry se quedó dormido, estaba preocupado por cómo saldrían las cosas. Nunca fue bueno escondiendo algo de Draco, ahora tenía que esconderlo a él de Tom, algo quizá un poco más imposible pero creía en sus posibilidades.

Los días que restaban para que Harry y Draco partieran a Bulgaria los pasaron en una burbuja de recuerdos no grabados, necesitaban recordar por qué iban a arriesgar al otro. Cada mañana Draco despertaba al lado de Harry, lo mecía en recuerdos y besaba su cabeza hasta que despertara; comían cualquier cosa de desayuno y hablaban, hablaban de cualquier cosa solo para hablar. Lo que restaba de día seguían hablando mientras cada uno se encargaba de su trabajo distribuido, necesitaban tener todas las variables en su lugar si querían dejar atrás a Riddle; cuando el cielo comenzaba a oscurecer visitaban a Sirius y a Remus, comían una cena discreta juntos y volvían a su improvisada casa para dormir.

-¿Dejaste todo listo?-

-Por favor Harry, ¿quién soy? ¿Ronald Weasley?- Respondió Draco despeinando el negro cabello de Harry. -Por supuesto que todo está listo, ahora duerme. Mañana deberás despertar un poco más temprano si quieres conocer Bulgaria y ver el bombón en que se ha convertido Krum.-

Palabras que no existen [Darry/Harco] FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora