8. Verano

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"Vive el verano en grande en el club Harmon, spa, piscina y mucho más, Ven a Harmon y tendrás un verano inolvidable. Harmon la belleza de disfrutar".

Era la quinta vez en el día que aparecía el comercial en la televisión. Y papá comenzaba a pensar en aceptar ser socio del club.

El verano por fin había llegado y mi último año en la escuela estaba por comenzar. Me prometí que cuando comenzara el año me pondría a buscar universidades.

Por mientras tenía que vivir mi último verano antes de ir a la universidad. Y no nos olvidemos de la lista del verano.

Oficialmente puedo decir que la lista del verano, entra en sesión. Este año sin duda ganaría, no importa lo que pase debo intentar ganar.

Rome y Akira ya llevaban la delantera. Ninguno de los dos pasaría sus vacaciones en casa. Akira estaba en Japón de vacaciones, visitando a sus padres y Rome fue a pasar el verano con sus primos en Seattle.

—Tenemos que ir al centro comercial ahora, están dando descuentos del 50% en trabes de baño. —Dijo rápidamente Beka.

Había llegado hace unos días. Y decidió pasar sus vacaciones de verano en casa, y para mi mala suerte papá me obligaba a salir con ella a todas partes. Dice que mientras estuviera al lado de Rebeka él se sentía mucho más tranquilo, pero la verdad es que estar con mi hermana es igual que estar con Vesper, nunca sabes que cosas extrañas y peligrosas pueden pasarte con una de esas de dos al lado.

— ¿Y porque tengo que ir yo? —Pregunte mientras miraba la tele.

—Necesito que alguien me guarde un puesto en la fila. —Dijo mientras me apagó la tele. — Y ese alguien, eres tú.

Puse mis ojos en blanco ante tal comentario. Supongo que la quinta temporada de Grey's Anatomy tendría que esperar, dado que mi encantadora hermana desea en este preciso instante ir al centro comercial.

— Lo que usted quiera majestad. — Contesté con ironía. Odiaba que siempre tuviéramos que hacer lo que ella quisiera todo el tiempo. Antes de que Rebeka se fuera a estudiar a la universidad todo se tenía que hacer como ella decía. Papá nunca le decía nada, porque prefería no involucrarse en lugar de empezar una discusión con Rebeka.

Sacamos el auto que era de mamá y que ahora le pertenece a Beka dado que a diferencia de mí, ella había logrado aprobar el examen de conducir a duras penas, mientras que yo lo reprobé. Al menos una de las dos sabía conducir y tenía licencia.

— ¿Por qué compras trajes de baño, si ni siquiera tenemos piscina?— Pregunte, mientras miraba por la ventana del copiloto.

—Dakota y yo iremos a una fiesta en la casa de un tipo rico este viernes, está de cumpleaños o algo así. — Respondió.

— ¿Conoces al dueño de casa por lo menos? —Pregunté mirándola. Beka negó con la cabeza.

Esta era mi oportunidad de realizar una actividad de la lista. Claro, eso si Beka me dejaba ir con ella.

— ¿Puedo ir? —Beka despejo la vista del camino sorprendida ante mi interrogante.

— ¿Y ese milagro? —Dijo volviendo a prestar atención en el volante.

—Es uno de los retos de la lista. —Contesté. Mientras miraba el interior del auto. Dios este auto era una cochinada total, había papeles y basura por toda la parte de atrás, y ni hablar de la guantera. —Necesito ir a una fiesta que no sea ni en mi casa, ni en la de un familiar.

Beka asentía con la cabeza mientras me escuchaba.

—No creo que haya problema, habrá mucha gente ahí ni siquiera se darán cuenta que no estuviste invitada.

Cuando el amor sea para siempre ©| TERMINADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora