3. Una noticia inesperada

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El sermón de pastor Jenkins se estaba volviendo aburrido. Ni siquiera podía prestarle atención. Después de lo que ocurrió anoche, era casi imposible.

Pensaba en Akira y en lo que le pudo haber pasado. No quiso contarme. Por más que le pregunté, ella se negó a decirme la verdad, respondiéndome con un simple "no fue nada, solo me resbale de la piscina".

Yo sabía que era mentira, porque olía como si le hubieran vertido litros de alcohol por encima.

Papá no dijo nada en todo el trayecto, por un lado porque tenía sueño, y por otro, porque no lograba percatarse de la verdadera faceta que tenían los culpables. Demonios disfrazados de ovejas que aparentaban ser personas dignas y respetadas, cuando en realidad no eran más que víboras.

—Temo decirles mis queridos hermanos, que esta mañana nuestro señor se ha llevado al hijo mayor de los Shwitch, Alistar.—Dijo el pastor Jenkins.—La familia se encuentra totalmente afectada, por tanto quisiera pedir por los Shwitch para que Dios les de la fortaleza de sobrellevar esta trágica perdida.

Cuando el pastor terminó de hablar. Papá y yo nos miramos mutuamente. Ni siquiera podía creerlo, estamos hablando de Alistar, el dulce y atento Alistar que todos conocían por estar siempre dispuesto a ayudar a todos. Y ahora está muerto.

—El funeral se realizara este miércoles, la madre del joven ha dicho que cualquiera que desee asistir es bienvenido. —Recordé las palabras que me había dicho Augusto. —"No eres bienvenida a esta casa, ni ahora. Ni nunca".

Tenía razón, no era bienvenida. Ni siquiera debería preocuparme por asistir al funeral. Si Augusto me viera, estoy segura de que me sacaría del lugar en cuanto me viera. Pero entonces recordé cuando Alistar asistió al funeral de mi mamá y las palabras de aliento que me dio.

"Existen momentos en los que no queremos que pasen y algún día deberemos de aceptar; cosas que no quisiéramos saber, pero que en algún momento las tendremos que descubrir. Y existen personas que no queremos olvidar, ni dejarlas ir. Pero son los recuerdos que viviste con ella los que debes atesorar".

Luego pensé en Mitchell, de seguro que estaría ahí. Era el funeral del hermano de su mejor amigo ¿Cómo no iba a presentarse?

Y no nos olvidemos de Mackenzie. Amiga de Augusto y novia del mejor amigo de este. Ni hablar de ella.

Por más que quisiera asistir al funeral, no podría. Porque yo no soy bienvenida, ni ahora. Ni nunca. Él lo dijo.


Luego de que terminara el servicio en la iglesia, volvimos a casa.

El fallecimiento de Alistar incluso salió en las noticias. Realmente había muerto de una manera trágica. Viajaba en el auto de un amigo como copiloto, resulto ser que el conductor, perdió el control del auto y cayeron en el lago.

El conductor logró salir con vida. Hasta el momento no ha querido dar testimonio sobre lo ocurrido con Alistar, después de todo su amigo había fallecido.

—Camile, podrías venir aquí por favor. —llamó papá.

La puerta de la entrada estaba abierta. Detrás de ella se encontraba alguien que no lograba ver dado que el cuerpo de papá tapaba toda la vista.

Y entonces lo vi. Después de tres años sin querer hablarme, ni verme. Y ahora está parado en la puerta de mi casa. ¿Por qué? ¿Por qué ahora?

—Hola Camile. —Había cambiado mucho desde la última vez que lo vi. —Ha pasado tiempo ¿no lo crees?

—Yo creo que si Mitchell, yo creo que sí.

El día que conocí a Mitchell, fue un día como cualquiera. Pero para mí fue un día que no podré olvidar. Recuerdo que en mi vida había conocido a alguien tan peculiar como lo era Mitchell.

Cuando el amor sea para siempre ©| TERMINADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora