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El corazón de Rose se paralizó por un segundo al leerlo. Su corazón se aceleró, era Massimo otra vez metiéndose en su vida.

—Lau— susurró Rose "Me voy a ir con Massimo" quería decir, pero sentía que su dignidad se iría con esas frases. No, no esta vez, no volvería a afirmar nada sobre ese hombre. Si es que iba a ir por ella, primero necesitaría verlo ahí, no se mostraría como una idiota otra vez afirmando lo que Massimo prometía como si fuera verdad.

Los minutos pasaron, y con ellos las esperanzas de Rose. Comenzaba a odiarse por seguir creyéndole a Massimo ciegamente.

Pero como una profecía se hizo presente; Massimo apareció en el bar dirigiéndose a la joven. Ni siquiera habló, simplemente se acercó a ella, la tomó del brazo y la llevó con él.

Antes de salir del bar el mayor se quitó su abrigo y se lo colocó a la joven, sintiendo que el frío nocturno comenzaba a intensificarse.

Massimo la guió hasta el automóvil sin decir una palabra, el ya conocido Lamborghini veneno. El interior olía a vodka y otros alcoholes, se preguntó si Massimo había estado bebiendo ahí. Ya estando ambos en su interior el mayor comenzó a conducir sin un rumbo claro.

—Massimo Torriceli— comenzó la menor aún bajo los efectos del alcohol —Massimo con el ego del tamaño de las torres ¿a dónde me llevas?

—A donde podamos hablar, dijiste que tenías preguntas — murmuró con un ápice de diversión — y pareces muy habladora.

Rose lo veía como si fuese una aparición, extrañaba aquella voz hecha de ron.

Massimo la llevó al centro de la ciudad, hacia el hotel donde se hospedaba.

El mayor bajó del auto y entregó las llaves a un joven chico de traje. Ayudó a Rose a bajar del auto y entraron al lujoso hotel. Massimo pasó su brazo por los hombros de Rose, sosteniéndola con delicadeza, guiándola hasta el elevador.

La habitación de Massimo era la más alta del complejo, era más grande que el resto y la única que contaba con una extensa terraza con piscina y camas para tomar el sol.

Rose paseó por el lugar. Vio el mini bar de la habitación que delataba una botella de whisky a punto de terminarse al lado de una ya vacía. ¿Massimo tomaba con frecuencia? Frunció el ceño, no recordaba haberlo visto ebrio.

Giró la vista y encontró al mayor sentado sobre el sofá sosteniendo un vaso con hielos y algún costoso alcohol. Rose se acercó a él y le quitó la bebida, la colocó sobre la pequeña mesita y se sentó al lado de él, menos mareada pero igual de alcoholizada.

—¿Me vas a responder? — preguntó Rose tomando uno de los cojines del sofá y abrazándolo.

—¿Qué quieres saber?

—¿Por qué tenías que ser tan cruel? — Susurró como en una plegaria— Cuando llegué al hospital te necesitaba tanto y tú solo colgabas mis llamadas

—Estaba demasiado alcoholizado para hablar contigo con coherencia— murmuró con pesadez tomando su vaso con alcohol de la mesa. Rose lo detuvo, arrebatandole el recipiente— No podía con la idea de que casi mueres por mi culpa, te quería a salvo.

—¿Y después en tu despacho? Me llamaste "Puta cara" me trataste peor que la mierda, yo no había comido en días— lágrimas amenazaban con salir— te burlaste de mi aspecto, Dios, Massimo, lloré por días, solo pensaba en la muerte.

—¿Crees que no lo sabía?— murmuro Massimo agrio— Estabas en los huesos, mi niña, estabas rompiéndote en mis manos y no podía evitarlo. Te obligué a irte porque sé que habrías muerto si te hubieras quedado.

—Pasó más de un año— susurró la menor llorando— ¿Por qué viniste justo ahora?

—Estabas en peligro

—¿Y eso te importa?

—Es lo único que me importa— declaró el mayor sin titubear, como si fuera lo único en lo que profesaba.

Rose entre llanto y aún con el alcohol en su sistema se aventó hacia Massimo y lo besó con necesidad, porque su alma le suplicaba un respiro después de tanto dolor e indiferencia. Massimo la sostuvo entre sus manos, como si fuera la fuente de la vida, tocándola con firmeza, solo para asegurarse de que era real, no una alucinación como tantas noches antes.

El mayor pudo probar los labios granada que anhelaba tanto, tocó el paraíso oculto en la tersa piel lechosa de la joven. El beso fue profundo, y Massimo no perdió oportunidad de atacarla con su lengua, invadiendo el territorio que alguna vez fue suyo.

Después del beso Rose se sentó sobre las piernas de Massimo y se acorrucó en el cuello de éste, cerró los ojos, envuelta entre los fuertes brazos del hombre. El alcohol la adormecía, y cayó presa del sueño.

Massimo cargó a la joven y la llevó a su cama, la envolvió en cobijas y se acostó a su lado, abrazándola, sintiendo que tenía todo de nuevo.

—Te extrañé tanto— susurró el mayor, y besó su cabeza.

Después de meses por fin podía dormir sin noquearse de alcohol.

A la mañana siguiente Massimo despertó cuandoapenas se asomaba el sol. A su lado no había nadie, un hueco se instaló en su tórax.Rose se había ido.




























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¡Hola Chicas! Sé que las he abandonado muchísimo, pero es que me leen muchas personas, pero me votan pocas y comentan muchas menos, así que no sé si realmente les gusta la historia.

Yo ya terminé la historia, porque en lo personal es una historia que a mi me hacía mucha ilusión y la escribí para mi, para poder leerla yo y vivir esa aventura.

Les subiría todos los capítulos faltantes de una vez pero sé que los ignorarían y no los votarían ni comentarían (como lo han hecho cuando subo muchos capítulos al mismo tiempo). 

No es regaño haha, lo prometo, pero recuerden que yo realmente no gano ni un céntimo escribiendo, no soy absolutamente diferente a ustedes, soy una simple chica con audifonos en un pueblo olvidado por la humanidad y lo único que espero recibir a cambio de compartirles historias es saber si a ustedes les gusta tanto como a mi o si realmente no les interesa (que es lo que me imagino cuando veo que ignoran los capítulos)

A las chicas que comentan y esperan continuación no se preocupen, si en algún momento decido abandonar el proyecto tengan la seguridad que les enviaré la continuación hasta el final en un PDF por privado. GRACIAS POR SU APOYO, SIGNIFICA EL MUNDO PARA MI Y NO SABEN CUANTAS VECES ME HAN SALVADO DE RENDIRME <3

Azúcar En El InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora