Ya Sabes Cuándo Y Dónde

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Trabajo de Clarke, viernes por la noche...

POV Clarke

ya sabes cuándo y dónde,
ven a encontrarme cara a cara,
te quiero todos los días, de todas las formas,
ya sabes cuándo y dónde,
amor, no quiero esperarte más,
ven y róbame el aliento, quiero que tú,
me dejes oírte decir mi nombre, como solo tú lo haces,
así que dime si aún estás despierta, te quiero aquí y ahora...

Agotada era poco para lo que me encontraba en este momento, desde el martes no había parado un segundo, tuvimos varias reuniones con los inversionistas acerca de mis nuevos proyectos, que me estaban demandando tanto tiempo, pero valía la pena, cada segundo lo valía.

Lexa resultaba ser una compañera perfectamente imperfecta con todas las letras, velaba por mi bienestar y estos días fue mi más grande apoyo y sostén, si bien pasábamos juntas cuanto podíamos, pero estos días habían sido algo difíciles, solo conectamos para dormir, mimos y arrumacos no más allá de ello, ella había estado altamente dolorida y con muchas molestias y un poco exasperada, todo esto había que atribuírselo a su regla y sumado a que ambas estábamos cansadas de tanto ajetreo, pero ni aun así ninguna se apartaba de la otra, teníamos una necesidad de aunque sea respirar el mismo aire estando en la misma habitación, solo bastaba con sentir la presencia de la otra alrededor e intercambiar una mirada antes de dormir y ya todo mejoraba.

Estrés y escasas horas de sueño eran lo que más prevalecía en mí, pero hoy particularmente estaba estallada, excitada y no podía aguantarme las ganas de tan siquiera tener a Lexa desnuda debajo o arriba mío, pero tenerla era lo que más me apetecía, me sentía como una depredadora, pero cuando se trataba de ella no podía contenerme ni controlarme.

Esta mañana antes de salir de casa me dijo la muy descarada que estaba en óptimas condiciones y si no hubiera sido porque a primera hora del día tenía una reunión importante, no lo habría dudado un solo segundo y nuestra ropa hubiera volado en un abrir y cerrar de ojos. No pudimos juntarnos a almorzar, ella tuvo una reunión de trabajo y después una videollamada con su team de LA, estaba ansiosa y feliz y nada más me importaba a mí. Siento que esta segunda oportunidad con ella valía la pena exponencialmente, estábamos en la misma sintonía, todo a su lado era más sencillo.

Eran casi las 23hs, de un viernes caluroso, no sé si porque yo estaba ardiendo, necesitada o el clima estaba realmente pesado, pero mis bragas hablaban por si solas y no lo aguantaba y ni siquiera podía irme a casa todavía, tenía que esperar que la empresa de fumigación terminara con su labor así que tenía para un largo trecho todavía, mi chica había estado en el parque con las nenas y después en el gym de mamá que lo había empezado a frecuentar hacía poco y de tan solo imaginarla en leggins y un top deportivo mi mente solo atinaba a pensar en sacárselos en un santiamén, estaba incontrolable y toda la culpa era de Alexandria, quería que pagara por calentarme con sus mensajes subidos de tonos, lo más gracioso que ella probablemente se habrá podido aliviar y ahora estaría durmiendo complacida y yo acá saltaba en una pata por llegar y comérmela, "¿quién la mandó a ser tan irresistible?".

Nunca me había pasado estar así y llegar a estas circunstancias pero tenía mis motivos y ellos tenían un solo nombre, Lexa había jugado con mis ganas y mi mente, sus fotos dejaban poco a la imaginación y mis hormonas estaban completa y absolutamente revolucionadas, sin pesarlo dos veces tome mi celular, divise el fondo de pantalla y estaban mis chicas preferidas en un fuerte abrazo grupal y después de unos minutos le escribí un texto, solo rogaba que estuviera despierta pero su ultimo visto me daba la pauta que no era así:

Clarke: ya sabes cuándo y dónde, ven a encontrarme cara a cara, te quiero todos los días y justo ahora mismo te quiero de todas las formas, ya sabes cuándo y dónde encontrarme. Amor ya no quiero esperar de verdad, ven y róbame el aliento, quiero que tú me dejes oírte decir mi nombre, como solo tú sabes hacerlo. POR FAVOR SI AUN ESTAS DESPIERTA, te quiero aquí y ahora... te deseo Lexa tanto que me duele hasta mantenerme en pie. Te voy a estar esperando amor... TE AMO!!!

Este mensaje gritaba una necesidad imperiosa y no me importaba mostrarme así ante ella. Revisaba una y otra vez el teléfono para ver si lo había leído y no era el caso, iba a tener que esperar un poco más para tener por fin nuestra sesión: sexo de reconciliación, pero de algo estaba segura, mañana después de ir al club con los chicos no iba a dejarla tan si quiera asentar sus pies fuera de la cama, los quería arriba mío si llegara el caso.

"La amaba, la deseaba y solo quería que me sintiera en cuerpo y alma"...

La Pérdida (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora