San Miguel de Tucumán – Argentina (Enero 2020)
POV Lexa
no estoy sola,
bailaré con esta visión,
he tomado mi decisión,
no te dejaré ir,
y mi parte favorita queda dentro de mi corazón,
sujetándote cerca,
porque tu energía sigue siendo parte de mí,
hoy sé que te quiero más,
no me avergüenzo de decir,
que nunca debí dejarte ir, y que nunca más te dejaré ir...Todavía no caía en que estaba parada aquí, respirando el mismo aire que Anya, cuando la vi parada en la puerta de "arribos internacionales", corrí tan rápido, que en fracción de segundos ya me tenía moqueando entre sus brazos, no me había dado cuenta de cuanto extrañaba a mi amiga, hasta tenerla ahí frente a mí.
Ella se encargó de mis mascotas, mientras yo trasladaba el carrito de carga, no parábamos de hablar, era como si necesitáramos aprovechar todo el tiempo que habíamos perdido.
Eran ya casi las 6 de la mañana de un domingo bastante caluroso, extrañaba sentir esta humedad en el ambiente y agradecida de que por fin estaba en mi provincia una vez más.
Llegamos a la casa de mi amiga, entre conversaciones muy banales, me mostró cual sería mi habitación, y no parada de juguetear con Mora y con Nina, ellas estaban inquietas y las notaba bastante observadoras y demasiado enérgicas. Decidimos tomar un café, antes de dormir unas cuantas horas, entre charla y charla me contó que había hablado con Luna, mi hermana y le dijo que como los extrañaba tanto (Any y Cos en todos los años de mi ausencia, jamás perdieron el contacto con mi familia), quería ir a comer unas pastas, organizaron todo, y si dentro de unas horas iba a volver a ver a mi familia, la alegría que estaba portando me desbordaba.
Horas después en casa de la familia Woods...
Oh!! Es que yo no lo puedo creer. Dijo mi mamá al borde del llanto abrazándome tan fuerte que casi me rompe una costilla.
Mami estoy aquí y no voy a dejarlos nunca más, los extrañe tantísimo y siempre me hicieron mucha falta. Le dije no queriéndola soltar.
Hija que alegría y que sorpresa tan agradable, Any se lo tenía tan bien guardado. Se acercaba mi papá y me agarró de las mejillas, regalándome una sonrisa que no cabía en sí mismo.
Mientras sentía que la puerta del comedor se abría, me doy media vuelta y ahí estaba, el más grande de los amores de mi vida, mi niño Aden, que con sus piernitas tan cortitas corría, a la velocidad de la luz, gritando repetidas veces TIA, TIA y se lanzó sin previo aviso a mis brazos, de un salto. No pude contener mis lágrimas, era tan pequeño cuando me fui y ahora estaba tan enorme y lo amaba tanto como si fuese mi propio hijo.
Mi sobrino no quería soltarme por nada del mundo, Luna y Franko se acercaban a la escena entre sollozos, y me rodearon en sus brazos, no pudiendo creer que estaba ahí junto a ellos, yo estaba más emocionada aún y los felicité por su embarazo.
Entre charlas variadas y risas, pasamos un domingo tan agradable que las horas me sabían a poco. Aden conoció a "sus primas" y jugaron los tres tantísimo, y me hizo prometerle, bajo juramento de dedo meñique, que tenía que regalarle un perrito a él y a sus futuros hermanitos, que el cómo hermano mayor iba a cuidar de toda la "tribu" y como era la luz de mis ojos no podía decirle que no.
Durante la tarde hicimos videollamada con mi hermano, Lincoln. Hace más de 7 años que vivía en Salta, junto a la abuela Rose, por cuestiones laborales y negocios familiares (de la abuela), tuvo que mudarse, y solía viajar una vez al mes, para visitar a la familia y me juró y perjuró que a fin de mes iba a venir, estaba tan emocionado, jamás lo vi así y me alegraba saber que mi familia seguía siendo mi sostén y tan unidos como siempre, hay diferencias, pero cuando se trata de estar ellos son los primeros.
Tipo tarde noche nos despedimos, Aden lloraba y llorada con un cierto temor de no verme otra vez, hasta que había entendido que no iba a irme nuevamente, se calmó, "mi niño, cuanto lo amo". Hicimos planes para vernos entre semana, planificamos una pijamada y con una sonrisa que no entraba en mi cara, Anya, Mora, Nina y yo nos fuimos.
Viernes a la noche en casa de Anya...
Lex, ¿que te parece si mañana vamos a bailar y recordamos viejos tiempos en "La Diva"?. Me dice Any mientras tratábamos de instalar el chromecast en su Smart tv.
Me parece una idea genial, ¿le vas a decir a Costia, John y Russell? (John y Russell fueron compañeros de la Universidad y nos hicimos grandes amigos, aparte de colegas y Russell, además, es novio de Costia desde hacía casi 8 años, un año después de iniciar las clases ellos se confesaron el uno al otro), y de paso le damos la sorpresa, ya que ni se imaginan que estoy acá, jajajaja. Le dije a mi amiga en plena labor de responder las preguntas frecuentes, para la instalación.
¿Te imaginas las caras?. Nanana ya me las estoy figurando y estalle, les voy a escribir y de paso voy a pedirle a Dakota que nos haga la lista para el pase free. Mientras Any estaba mandando los respectivos mensajes, fui hasta "mi habitación" y tome un diploma que estaba en la mesita de noche, retomando camino al comedor, interrumpí a mi amiga extendiéndole mi mano y le doy el papel.
¿Me estás jodiendo?. Dios Lexaa, ¿cuando pensabas decírmelo?. Te felicito tanto, tantísimo, se cuánto querías ser dj y que hayas conseguido cumplirlo me encanta. Me dice ella fundiéndome en un gran abrazo.
Quería darte la sorpresa, y gracias por apoyarme siempre en cada una de mis locuras. Entre charla y charla le conté a mi amiga como había conocido la "Escuela Music&Life", todo el tiempo y esfuerzo que me conllevó estudiar, durante dos largos años. Me dijo que estaba orgullosa de mi, y así comenzó nuestra sesión de pelis de terror, y me comentó que los chicos dijeron que si iban a asistir a la "divarsión".
Esa noche antes de dormir, me estuve mensajeando con mis amigos de "Los Ángeles", habíamos creado un grupo por WhatsApp que se llamaba "diseñadores calientes", y así comencé a conciliar el sueño poco a poco, y jamás imaginé que mi mundo estaba por dar un giro inesperado...
Sábado a la noche en "La Diva"...
Los chicos estaban tan estupefactos con mi presencia, que creían que era una aparición mística o un delirio, fue tan gracioso y poder estar ahí con ellos, creando nuevas aventuras, era lo que más me gustaba, siempre fueron mi ancla y nunca me dejaron sola cuando "pasaron cosas".
Entre risas, bailes, charlas de todo tipo y uno que otro "gancia one", ya eran cerca de las 4:30 am, a las 5 cerraban todos los boliches por ende unos 15 minutos antes, teníamos que salir para evitar la aglomeración y así poder conseguir un taxi.
Les dije al oído a Cos y Any (que estaba en pleno coqueteo con una chica) que me iba al baño, y asintieron rápidamente.
Comenzando a caminar, me detengo de golpe y veo a una persona que me resultaba muy familiar, y dije para mis adentros, "Raven", el nerviosismo se hizo presente y cuando giré mi cabeza me di cuenta que con la chica que estaba charlando, era nada más y nada menos que Clarke, mi dulce Clarke.
Estaba tan linda y deslumbrante como siempre, incluso más si era posible, ella estaba esculpida por los mismos dioses. Mientras intentaba hacer sinapsis, carburando que hacer, si acercarme o no, veo que una chica un poco más alta que ella, "bastante atractiva" se le acercaba y la tomaba de sus mejillas y le daba un beso muy tierno y quedé nuevamente paralizada, por segunda vez, esa misma noche. Como pude comencé a caminar hasta el baño, entre el shock, la sorpresa y las ganas que tenía de llorar, no me dejaban estar tranquila y entre ellas se peleaban por ver quién era más fuerte.
Entrando al baño de un sopetón, evitando una catarata de lágrimas, me lavé la cara, cuando sentí que ya había pasado un tiempo prudente y pude conseguir una "calma inexistente", decidí irme, y en cuestión de segundos choqué con una persona e hicimos contacto visual, casi por inercia...
Ahí frente a mis ojos tenía al amor más puro, leal y verdadero después de tres años sin haberla visto, y solo pude decirle:
"Nunca más te dejaré ir", ante su mirada confusa y sorprendida casi en la misma magnitud, me acerqué a ella, dejé un beso en su mejilla y me marché...
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La Pérdida (Clexa)
Fanfiction"no me había dado cuenta que te perdí, hasta que todas las luces estaban apagadas"...