La Pérdida (Clexa)

Amantes De Neón

Domingo por la tarde, camino a la capital...

POV Clarke

sé lo que estás soñando,
lo veo en tus ojos,
has estado esperando por mi amor,
déjame que lo haga bien,
cuando nuestros corazones se enciendan,
reflejaremos la luz.

tus brazos se sienten como estar en casa,
no necesitamos a nadie más a nuestro alrededor,
deja que el mundo se erosione,
moviéndose a través de la noche hacia el crepúsculo,
fluorescente brillamos, como amantes del neón...

Este fin de semana con Lexa sin duda alguna fue un antes y un después en nuestras vidas, y más que nada un despertar de sentimientos mutuos, estar a su lado y verla sonreír era de mis cosas preferidas.

Su compañía era todo lo que necesitaba para sentirme completa, después de la charla tan reveladora, las palabras sobraban y no podíamos sacarnos las manos de encima, era como si no tuviéramos suficiente la una de la otra, sus besos eran el paraíso, cada toque y caricia sin ir más lejos me dejaban tambaleando. Estaba redescubriendo todos los efectos que ella provocaba en mí, era mi debilidad y no tenía la menor duda de ello.

Lex me contó un tanto ruborizada que hacían unos 5 años que no tenía intimidad con otra persona, y estaba algo asustada por ello, y pensaba que yo iba a enojarme porque cada vez que profundizábamos, ella detenía cualquier tipo de avance, pero nada más alejada de la realidad estaba, si pensaba que iba a enojarme, yo iba a estar ahí para ella, para cuidarla, protegerla y sobre todo hacerle sentir mi amor y más que nada segura, quería que cuando se entregara a mi estuviera convencida, lista y preparada, su felicidad era la mía, y tener nuestra primera vez juntas era lo que más deseábamos, por lo menos yo lo hacía.

Con ella conectábamos en todo, teníamos esa facilidad de comprendernos sin siquiera hablar, de antemano ya sabíamos que era lo que quería y sentía la otra. Estos días nos había ayudado a reconfirmar lo que cada una sabía desde siempre, que el amor era mutuo y que no estaría nada mal volver a empezar. Cuando se lo propuse se alegró de sobremanera, y comenzamos a hacer un pin pon de preguntas y respuestas para contarnos ciertos detalles de los últimos años.

Pude profundizar y contarle la relación que tuve con Niylah y lo importante que ella seguía siendo en mi vida, Lexa tenía un gran corazón, hasta incluso me pidió que si por parte de Niy estaba todo bien y no había problema alguno, se pudieran juntar en alguna ocasión y yo simplemente le dije que en la semana tenía que contactar con ella, se lo iba a plantear, y así como también le conté de mi estudio, y me hizo saber cuan orgullosa estaba de mí.

También me había contado de "sus conquistas" casuales y que no podía engañarse a sí misma, porque ninguna era yo, me hacía sentir especial de cierto modo, y no podía evitar comérmela a besos mientras seguía hablando, me conto de pe a pa sus 3 años viviendo en Los Ángeles y me dio las razones de porque había pedido expresamente que su entorno no me contase donde estaba, hoy lo entendía y la apoyaba, en su momento el enojo me hacía sentir eufórica y me cegaba, pero el ayer era pasado.

Estábamos camino a Tucumán, ella tan atenta frente al volante y yo acariciando su mejilla, mientras Nina y Mora dormían entre mis piernas, debo confesar que las amaba como si fueran mis hijas, es que incluso estaban tan humanizadas que lo entendían todo, Lexa hizo un buen trabajo, hasta que ellas nos interrumpían y eso ya no me gustaba tanto, "no mentira", lo único que podíamos hacer era estallarnos de risas, no podíamos enojarnos con las perritas, sus caritas nos compraban, debo admitir que a mi más que a Lexa:

¿Amor que estará pasando?. Le preguntaba a Lexa, porque en la ruta había un gran embotellamiento.

No creo que sea recambio turístico, es complicado en estos tiempos. Me dice un tanto alerta, mientras avanzábamos de a poco.