Epílogo 4: Fantasía

339 32 18
                                    

Hotel Sol San Javier – Tucumán Argentina

Dos días después de la boda – 19 de Diciembre

POV LEXA

a continuación, se ampliará nuestro amor en uno...

Estábamos en la recepción del hotel que habíamos seleccionado para pasar este fin de semana, ya que se aproximaban las fiestas de fin de año y teníamos mucho por hacer. Pero si queríamos una mini luna de miel, y no nos venía nada mal estar aisladas en las sierras tucumanas, con una vista panorámica de ensueño.

Clarke se encontraba rellenando los formularios y yo la miraba toda boba enamorada, es que no me cansaba un instante de verla y de tenerla a mí alrededor. Valoraba cada segundo cerca y lo retenía en mi mente.

Después de nuestra fiesta de bodas, fue un caos tras otro, pensaba que los preparativos iban a ser más un dolor de cabeza que el después pero nada que ver. Entre una cosa y otra no pudimos tener nuestra ansiada noche de bodas, ni siquiera un leve acercamiento para saciar la sed que teníamos la una de la otra. Aden a quien amaba con locura, había decidido quedarse con nosotras durmiendo esa misma madrugada en nuestro cuarto, con la intención de separarse de ambas cuando tuviéramos todo listo para venirnos a San Javier, el alegaba que nos iba a extrañar y quería estar con sus tías preferidas todo el tiempo que sea necesario, claramente nosotras no le negábamos nada, así que esta mañana mi cuñado había viajado a Tafí para llevárselo a él y a nuestras perrhijas y nosotras por fin ponernos en marcha para vivir en nuestro país de las maravillas. Después de nuestro fugaz encuentro en el cuarto, había quedado con las hormonas revolucionadas, y ahora estaban multiplicadas, más todavía sabiendo que íbamos a cumplir una de nuestras fantasías, que la veníamos hablando desde hacía un largo tiempo atrás:

Amor, ya está todo listo. Tenemos la suite "luxury", ya en un ratito viene el botones a llevar nuestras pertenencias. Me decía un Clarke con una sonrisa tan brillante que podía notarla a distancia, digna de una propaganda de pasta dental.

Ven aquí siéntate a mi lado, que ya te estaba extrañando. Me acerque lentamente a su frente y se la bese.

¿Sabes?, tengo la mente nublada en este instante y sentirte tan cerca se me esta haciendo difícil. No se cuanto pueda seguir controlándome. Le dije en su oído, mientras ella me regalaba una sonrisa muy picaresca.

No me digas esto ahora, por favor porque tampoco soy capaz de controlarme, necesito que estemos a solas ahora mismo. Se acercó para regalarme el beso más fogoso, de estos últimos dos días. Tuvimos que separarnos contra nuestra voluntad, delante nuestro estaba el botones, que según su identificador decía que se llamaba Zach.

Muy amablemente nos dirigió hacia nuestra habitación, le dimos propina y ambas nos acostamos en la inmensa cama king size, y automáticamente nos volteamos para quedar cara a cara:

No puedo creer que estemos casadas. Me dice Clarke un tanto sonrojada.

Yo tampoco puedo creer que estemos casadas, y que hayamos llegado hasta aquí superando uno a uno todos los desafíos que se nos iban presentando. Le decía mientras acariciaba su mejilla.

Te amo Lexa y no me canso de decírtelo, y tengo la necesidad de repetírtelo por lo menos unas 40 veces al día. Haciendo una retrospectiva de mi vida eres lo mejor que ha pasado y quiero que siempre me pases. Tú eres mis "felices para siempre". Me decía cada vez más cerca de mis labios, hasta que los juntamos y éramos puro fuego. Nos separamos por el sonido de mi celular, el cual atine a revisar, era un mensaje del grupo familiar, preguntando si habíamos llegado bien, el cual respondí al instante.

La Pérdida (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora