La Pérdida (Clexa)

Epílogo Final: Vacaciones

3 años después...

Casa de Anya y Connor...

POV Lexa

nadie más en el mundo, podría competir contigo amor...

¿Lex estás segura de volver ahora?, ¿no es conveniente darle más tiempo?. Me decía mi amiga, aún preocupada por los últimos acontecimientos.

Te juro que ya no aguanto más, hace tres días que no se de ella, supongo que es tiempo suficiente, ¿no?, mañana es nuestro aniversario de bodas y no quisiera que lo pasemos separadas, ni siquiera responde mis mensajes, me estoy volviendo loca cada segundo que pasa. No quiero que esa cabezota loca se siga maquinando y recreando una situación que se tergiversó.

Cualquier cosa que suceda, sabes que eres nuevamente bienvenida en esta casa, Connor y yo te amamos muchísimo, estamos cruzando los dedos para que puedan arreglarse las cosas con Clarkie. Anda ve, que no se haga más tarde. Te quiero muchísimo. Me dio un abrazo, el cual respondí, lo necesitaba con todas mis fuerzas, recogí el bolso con mis escasas prendas y nos echamos a andar hasta mi auto.

Gracias Any, te aviso que sucede. Déjale mis saludos a Connie. Levante la mano, la salud, arranque el auto y me fui.

De camino a la casa Griffin-Woods...

Era un sábado a la tarde un tanto desagradable y lluvioso, "ni siquiera el clima ayudaba en este momento", solo existía un plan perfecto en ocasiones así y era pasarlo en la cama en compañía de mi esposa, mi dulce Clarke, pero eso estaba lejos de suceder. Hoy me sentía un tanto deprima y tristona, no era así como esperaba pasar la previa de nuestro tercer aniversario.

Hubo un mal entendido el miércoles, que derivó en una pelea, una de las más fuertes en la historia de Clarke y la mía. Creo que nunca nos habíamos gritado tanto, y por decisión propia decidí irme, para que ella se calmara y por lo tanto yo también. Me vine a refugiar en casa de mi amiga Any, no quería molestarla, pero por su insistencia, desistí y ahí estuve estos últimos tres días. Hablando con Anya y su marido Connor, a quien quería infinitamente, me hicieron ver que Clarke no había estado tan errada en cuanto a su enojo.

Todo comenzó hace un mes atrás, cuando una nueva alumna de la escuela de dj, había pedido específicamente estar en mis clases, que según ella me había conocido en uno de los tantos sábados que pasaba música en "La Diva", y quedo muy a gusto con mi "talento", dicha muchacha en cuestión se llamaba Terrie, quien tenia aproximadamente unos 25 años, era morena y muy agradable a la vista. Pero ante mis ojos la única mujer que existía era Clarke.

Le impartía clases los miércoles y jueves, de 17 a 19, ese era mi horario final, había achicado la grilla para poder pasar más tiempo en casa, ahora que se nos venía la mudanza encima, todo se había alineado y conseguimos una casa más grande y no queríamos dejar pasar esta oportunidad.

Para Clarke, que según su "gaydar", no se equivocaba, Terrie (en sus textuales palabras) me tenía ganas, y yo le decía que nada que ver, tal vez me hacía la ciega, quería evitar cualquier problema con mi mujer. Pero eso había resultado tan falso, dadas las circunstancias que estábamos atravesando. Clarke insistía que ella me coqueteaba o se me insinuaba, a lo que después de la charla tan profunda con mi amiga, había llegado a la conclusión que si lo hacía, "ahora me venían unos cuantos flashback de las veces que pasamos en la clase" y siempre por h o por b me pedía ayuda personalizada.

Este último dichoso y terrible miércoles, el cual rondaba en mi cabeza fue un caos absoluto. Estábamos en clases de vinilo Terrie, Katie mi otra alumna y yo. En un segundo dado muy sigilosamente se me había acercado Terrie y me acomodo un mechón detrás de mi oreja, que me puso un tanto nerviosa y no esperaba su reacción unos segundos después, me dejo un beso en el cachete, que visto desde la perspectiva de Clarke, parecía un beso en la boca. Justo en ese instante escuché vibrar mi celular y era un mensaje de texto con una foto adjunta: