La Pérdida (Clexa)

Perdóname

Camino a Tafí del Valle...

POV Lexa

lo siento,
lo siento, de verdad lo hago,
abrázame,
apriétame un poco más fuerte hasta que no podamos respirar,
por favor perdóname.

sé que nos hice vivir un infierno, sé que nos hice llorar,
por favor perdóname, estaba rota de mil maneras...

Llevábamos dos horas de ruta y era como si el tiempo no pasara, estar con Clarke era tan sencillo, todo a su lado era más fácil, tenía la facilidad de complementarme y sobre todo completarme:

Estoy enamorada de tus perritas Lexa, son realmente adorables. Me dice Clarke con una sonrisa de oreja a oreja, mientras las tenía entre sus piernas.

Ellas sin duda son lo mejor que me ha pasado este último tiempo, son una grandiosa compañía y muy cariñosas. Le respondí.

Cuando me dijiste que venias acompañada, nunca me imaginé que fueran estas dos preciosuras, me inclinaba más por Aden, jajaja. Ella no dejaba de sonreír y hacer morisquetas, mientras mis perritas lamian toda su cara y movían sus colas, sin duda la amaban tanto o más que yo, su compañía hacía que todo fuera más simple.

Voy a confesarte que no voy a ningún lado sin ellas, son una parte fundamental en mi vida. Le decía entre medio de una sonrisa, trataba de ni siquiera girar mi cabeza porque la sola imagen que tenía frente a mí me hacía volar y pensar tantas cosas. Ella se reía tanto, estaba tan animada, yo no me había dado cuenta de cuanta falta me hacía escucharla, hasta este bendito momento.

Y así continuamos charlando largo y tendido, siempre de temas externos al que teníamos que tratar tarde o temprano. Ni bien entró al auto ella me abrazo tan fuerte que me quería quedar para siempre entre sus brazos, "ojala hubiera podido congelar el momento", me dio las condolencias por lo de mis sobrinos y pude descargarme con todo lo que tenía acumulado desde ese fatídico día, seco mis lágrimas, cada tanto rondaban por mis mejillas, siempre me cuidaba y esta vez no era una excepción, Clarke sin duda no era de este mundo, y aquí estaba una vez más preocupándose por mí, algunas veces llegué a pensar que no la merecía ni como amiga ni como nada, era una batalla que tenía internamente, justo como en este preciso instante, pero la Lexa de ahora iba a hacer que merezca la pena luchar por ella y por mí, y más que nada porque exista un nosotras.

Nos pusimos al día respecto a nuestros trabajos, casas y familia, y de manera muy escueta lo que cada una había vivido estos últimos años, sin ahondar demasiado en esos temas:

Por fin llegamos!!. Le dije lo más tranquila posible, mientras estacionaba el auto en el garaje, mis pulsaciones estaban al cien, de repente me había puesto nerviosa. Nos bajamos y ella me dice:

Wow!! Pero mira qué bonita quedó tu casa Lex, recuerdo cuando estaba en proceso y nos escapábamos para venir aquí cada tanto, quedó más grande de lo que hubiera imaginado. Ella estaba feliz, parecía una niña con juguete nuevo, demás está decir que bajo más que rápido del auto junto a Nina y Mora y se pusieron a correr por todo el espacio verde, que estaba cercado. Se habían enamorado, de eso no cabía la menor duda, mis mascotas de Clarke, y Clarke de mis mascotas, me encantaba que así fuera, ellas tenían un cariño selectivo y sabían diferenciar a las personas buenas de las malas, y definitivamente aquí había amor para rato, "eso espero con todas mis fuerzas que lleguemos a ser las 4 una gran familia".

Me dispuse a descargar el auto, hace tanto que no venía pero si me enviaban fotos de cómo había quedado la casa y definitivamente era un sueño, y se respiraba una paz y una tranquilidad tremenda.

Eran casi la una de la mañana, habíamos llegado pasadas las 23hs, Clarke ya se había bañado y se puso ropa cómoda, yo también lo hice y acondicionamos nuestros respectivos cuartos, mis perritas estaban agotadas así que ellas ya dormían plácidamente en sus almohadones, esperando que esté lista la comida.

Ahora estaba por preparar una pizza especial y palomitas para una noche de películas, y sentía unos pasos, que venían acercándose lentamente:

Perdóname Clarke. Dije sin más, salió casi inconsciente de mi boca, no tenía el valor de girarme todavía, estaba aterrada.

¿Por qué, por qué te fuiste Lexa?. Me suelta de forma firme, iba a responder y justo me dijo:

¿Por qué me dejaste?. ¿Por qué juraste que estarías siempre a mi lado?. Tengo tantas preguntas que me atormentan. Me di la vuelta para tenerla frente a mí, y sus ojos comenzaban a aguarse. De inmediato la acerque a mí y comenzó a llorar, la abrace como si mi vida dependiera de ello, secando sus lágrimas con mis dedos.

Por favor no llores, no ahora que estoy aquí contigo, yo te voy a explicar todo, absolutamente todo, pero ahora por favor abrázame, abrázame tan fuerte como si nos costara respirar. Lo siento, de verdad lo hago, sé que nos hice mucho daño, nos hice vivir un infierno, nos hice llorar, perdóname por favor, yo estaba rota de mil maneras, y ahora estoy donde pertenezco y nos voy a reponer a ti y a mí, pero sobre todo a ti. Ambas estábamos llorando tanto, tantísimo, ella me abrazo tan fuerte y se sentía tan bien, estaba de vuelta en casa, estaba con Clarke, con mi amor, estaba donde siempre pertenecí, a sus brazos.

Estuvimos abrazadas por más de 15 minutos, yo trataba de calmarla, necesitaba que entienda todo mi amor. En este abrazo me estaba desnudando ante ella, deje caer mis miedos, mis temores y mis fantasmas, ya bastante me había privado de este sentimiento, pero ya no más, nunca más:

Te amo, te amo tanto que este sentimiento que tengo por ti ha traspasado el tiempo y la distancia, antes de darme cuenta que te amaba, ya lo hacía desde mucho antes. Pero mis miedos, y mis temores...no quiero excusarme en ellos, me cegaban y sobre todo no quería lastimarte, no quería entregarme a medias a ti, porque te merecías el todo por el todo y no alguien a la mitad, hoy estoy entera ante ti, estoy contigo, y mis pensamientos solo tienen tu nombre, siempre lo tuvieron, pero en aquellos tiempos el miedo a aceptarlos me hizo dañarte, y busque las mil maneras de alejar todo lo que provocabas en mí. Escudarme bajo nuestra amistad no me ayudo en absoluto, porque cada día comprobaba aún más lo enamorada que estaba de ti. Pero en esos tiempo no valía arriesgarme, porque estaba rotísima, necesitaba curarme, quererme para dejarme querer. Perderte me hizo crecer por mí y por ti, alejarme de ti fue uno de los tantos errores que cometí en mi vida, pero perderte era necesario, para encontrarme, para conocer a la verdadera Lexa y la encontré, gracias a ti, a tu amor. Clarke te amo tanto que en mi pecho no me entra tanto. Le dije todo lo que sentía en el momento, ella me abrazaba tan fuerte y su respiración estaba entrecortada por sus sollozos, pero a medida que le hablaba ella seguía en mis brazos. "Definitivamente no quería soltarla nunca":

Lexa yo... Ella estaba temblando y yo temía por lo que iba a salir de sus labios...