Capítulo 27: Una verdad innegable

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—Pensé que te quedarías en la enfermería, con Jeonghan —dijo Odair, al entrar en la habitación y ver a Yoon sobre su cama.

Tin no respondió, más la expresión en su rostro delató su derrota. Odair soltó una risotada.

—Supongo que no pudiste convencerlo —comentó.

—No fastidies —gruñó Tin.

—¿Qué tienes contra Choi? —preguntó Odair, unos minutos después, mientras se ponía la pijama.

—¿Quién? —dijo Tin, sin dejar de leer el libro que tenía entre manos.

—El chico que golpeaste en la enfermería.

El rostro de Tin se crispó de inmediato.

—Y tú ¿Por qué sabes su nombre? —preguntó Tin, enojado.

—Es el capitán de Gryffindor —explicó Odair —, es obvio que debo conocerlo.

Tin no respondió.

—¿Por qué lo golpeaste? —insistió Odair.

—No me agrada —gruñó Tin, secamente.

Odair alzó las cejas.

—¿No te agrada porque es un Gryffindor, porque es mestizo... o por Jeonghan?

Tin hizo silencio.

—Le prometí a papá que lo protegería a toda costa —murmuró Tin, un segundo después.

—Lo sé —dijo Odair —, pero debes aceptar que hay cosas que no están bajo tu control, incluyendo tus sentimientos. Tarde o temprano, Hannie sabrá la verdad.

Tin chistó.

—Me aseguraré de que eso jamás suceda —dijo Tin, mortalmente serio.

—Lo que tenga que pasar, pasará, incluso si no quieres —sentenció Odair —. De todas formas, Seungcheol es un buen chico. Un tanto impulsivo, pero muy correcto. Dudo que le haga daño a Jeonghan. Además, hay cosas mucho más peligrosas que un simple jugador de Quiddich.

Tin arrugó el ceño y su mandíbula se tensó. Mean alzó la cabeza, buscando el origen de la angustia de su amo. Odair lo observó.

—No te preocupes, es un chico fuerte. Estará bien —dijo —. Te tiene a ti. Y Tom y yo también estamos alertas.

—Lo sé —respondió Tin, más su expresión no volvió a relajarse.

🌸

Los siguientes días, Seungcheol sólo se concentró en dos cosas: estudiar para los TIMO, y practicar para el próximo partido de Quidditch contra Ravenclaw, que se llevaría a cabo durante la siguiente semana. Luego de la visita a la enfermería, no había vuelto a acercarse a Jeonghan. Es más, lo evitaba tanto como podía (aunque se aseguró de verificar que su hombro había sanado), o al menos lo intentaba. Pero su inconsciente no estaba de acuerdo, y más de una vez, se encontró a sí mismo, observándolo durante alguna de las comidas en el Gran Comedor. En esos momentos, se reprochaba a sí mismo por ser tan estúpido y arruinar su amistad a causa de su cobardía.
Camille lo saludaba todos los días, y lo animaba para el próximo partido, aunque sólo lo hacía por él, y no porque le interesara realmente. Un par de veces, Seungcheol quiso decirle que no deberían salir de nuevo. Pero cada vez que lo intentaba, ella se despedía, argumentando que tenía asuntos que resolver. Eso agregaba más estrés a un ya ansioso Seungcheol.
Sin embargo, las cosas tomarían un rumbo que nadie imaginaba. Ese día, Seungcheol estaba estudiando en la biblioteca, cuando Camille se acercó a saludarlo. Le dio ánimos y éxito para el partido del siguiente día, y se marchó antes de que Seungcheol pudiera responder. El chico suspiró. La próxima vez se lo diría incluso si ella se negaba a oírlo. Trataba de concentrarse nuevamente, cuando la voz de una chica lo llamó por su apellido. Gruñó, pensando que Camille había regresado, pero al alzar la vista, se encontró con quien menos esperaba.

CHARMED [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora