Capítulo 14: Sentimientos encontrados

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- Discúlpame si te pido algo como esto - Dijo Juliette - La verdad es que... Jeonghan... me gusta desde hace mucho tiempo. Pero no me armaba de valor para confesarme.

Tenía las mejillas sonrosadas y se balanceaba ligeramente.

- Y cuando ayer te vi junto a él, en Las Tres Escobas, pensé que quizás podrías ayudarme...

Su mirada suplicante logró convencer a Seungcheol, y para cuando fue consciente de nuevo, ya tenía la carta en la mano, y Juliette le agradecía con una enorme sonrisa de felicidad.

- ¡Realmente te lo agradezco mucho! - Dijo antes de marcharse.

Seungcheol la vio alejarse y reunirse con un par de chicas fuera de la cancha de juegos. Incluso oyó las risas de triunfo que provenían de ellas. Miró la hoja de pergamino que tenía en sus manos.

"Para mi amado Yoon Jeonghan".

Estaba escrita con una hermosa caligrafía en tinta dorada. Seungcheol arrugó el ceño. Juliette le había gustado desde el primer momento, cuando el Sombrero Seleccionador la envió a la Casa de Gryffindor. Aún recordaba lo feliz que lucía con sus lindas coletas castañas, y su sonrisa angelical. En ese instante pensó que era una chica muy guapa. Pero cuando realmente quedó encantado, fue una tarde durante un partido de Quiddich. Juliette estaba en las gradas, animando al equipo. Uno de los bateadores de Revenclaw lanzó una bludger contra Ana, que llevaba la Quaffle en aquel momento. Seungcheol salió tras ella a toda velocidad, y logró desviarla en el último segundo. Muchos aplaudieron y vitorearon, incluyendo a Juliette, quien comenzó a saltar en las gradas mientras aplaudía. En ese instante, Seungcheol supo que le gustaba. Y ahora de nuevo estaba ahí, en el campo de Quiddich. Pero esta vez se encontraba solo, y sostenía una carta de Juliette entre sus manos, que no iba dirigida a él, si no al chico a quien estuvo a punto de besar la noche anterior. Por algún motivo desconocido, tenía el estómago apretado y el pecho oprimido. Algo le molestaba, de eso no había duda. Sin embargo, no estaba seguro del origen. Tal vez, Juliette aún le gustaba, y saber que sus sentimientos no eran correspondidos, y que además, el amor de la chica pertenecía a otro, le provocaba un enorme vacío. Por un segundo deseó romper esa carta y hacerla desaparecer. Estuvo a punto de hacerlo, pero se detuvo. ¿Quién era él para destruir algo que había sido escrito para otra persona? Suspiró, guardó el trozo de pergamino en su bolsillo, y siguió con su trabajo.
Más aquella noche, no consiguió dormir.

"¿Podrías entregarle esto a Jeonghan? Él me gusta desde hace mucho".

Cada vez que recordaba esas palabras, el vacío aparecía nuevamente. Porque de una cosa estaba seguro: Jeonghan no rechazaría a una chica tan linda como Juliette. De hecho, si lo pensaba bien, era muy obvia la razón por la cual Juliette estaba enamorada de Jeonghan. Seungcheol siempre supo que era un chico muy guapo, inteligente y bueno en el Quiddich, pero las últimas semanas, había conocido otro lado del él. No solo era muy listo, sino también muy fuerte cuando se trataba de hechizos. Además, era agradable charlar con él, y bastante amable cuando se lo proponía. Incluso tenía un lado infantil, que solo aparecía cuando bebía demasiado alcohol. Y por último, estaba su fragilidad. Esa parte de Jeonghan que seguramente pocas personas habían visto, de la cual Seungcheol fue testigo, y que, por unos segundos, logró encantarlo. Así que sí, entendía perfectamente por qué la chica lo había elegido.
Imaginó a Juliette cogida de la mano de Jeonghan, caminado entre las calles de Hogsmeade. La escena le revolvió el estómago.
Suspiró. De todos modos, nada podía hacer. Aún así, creyó que lo mejor sería decirle a Juliette que entregara la carta por sí misma, pues, siendo algo tan importante, merecía que Jeonghan escuchara sus sentimientos de su propia boca. Así que apenas se levantó la mañana siguiente, fue directo a la sala común de Gryffindor y buscó a la chica.

CHARMED [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora