Capítulo 36: La invitación

465 74 23
                                    

La noticia de que el Capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor estaba saliendo con alguien, no tardó en extenderse por toda la escuela. A Seungcheol no le habría importado, de no ser por dos cosas: si bien, él y Jeonghan habían compartido una extraña cita en un lúgubre pasillo a la luz de las antorchas, y habían intercambiado obsequios del Día de los Enamorados, la verdad era que no estaban saliendo (es más, Jeonghan ni siquiera había revelado sus sentimientos por Seungcheol). Pero eso no era tan terrible como su segundo problema: Soonyoung. El chico no había parado de interrogarlo desde que escuchó el rumor. 

—¡Por enésima vez! —gritó Seungcheol —¡NO-TENGO-NOVIA!

—¡Pero toda la escuela dice que sí! —insistió Soonyoung, en medio de la práctica de Quidditch —¿Qué otra razón habría para rechazar todos los obsequios de San Valentín que intentaron darte?

—¡Sólo no quería aceptarlos y ya! —exclamó Seungcheol, exasperado. 

—¡Pues no te creo! —respondió Soonyoung —¡Y me duele que no confíes en mí! —agregó, poniendo el dorso de su mano sobre la frente, y haciendo un puchero fingido —¡Creí que era tu mejor amigo! 

Seungcheol volteó los ojos, y negó con la cabeza. Dos metros más atrás, Mingyu se partía de la risa. Avanzó un par de pasos, y puso su mano en el hombro de Soonyoung. 

—Seungcheol dice la verdad —afirmó, con una expresión exageradamente seria —. Puedo asegurar que no tiene novia. 

—¿Cómo lo sabes? —preguntó Soonyoung, inmediatamente. 

—Porque a él le gusta un...

Mingyu no pudo terminar la frase, pues fue interrumpido por una Quaffle que le dio justo en el estómago, lanzada por un acalorado Seungcheol, cuyas orejas estaban tan rojas que incluso ardían. 

—¡Dejen de perder el tiempo en estupideces! —gritó Seungcheol, mitad furioso, mitad avergonzado —¡Estamos aquí para entrenar, no para hablar sobre comentarios sin sentido! ¡Darán diez vueltas alrededor del estadio, y luego harán cien sentadillas! 

El resto del equipo lanzó miradas furiosas a Soonyoung y Mingyu, aunque a este último parecía no importarle, pues estaba ocupado tratando de controlar la risa que le había causado la reacción de Seungcheol. 

—Voy a matarte —murmuró Choi, en su oído, cuando los demás se alejaron.

La boca de Mingyu se torció en una sonrisa macabra. 

—Sólo dije la verdad —dijo —. No estás saliendo con una chica... sino con un ch... 

—¡Cállate! —le espetó Seungcheol -
—Si vuelves a hablar sobre eso... —agregó, en tono amenazante. 

—¡De acuerdo, de acuerdo! —dijo Mingyu, divertido —No volveré a mencionar el tema. 

—Además... —Seungcheol arrugó el ceño —No estamos saliendo —murmuró. 

Parecía triste. 

—¡¿No?! —exclamó Mingyu —¿Por qué? ¡Creí que se lo pedirías después de darle el obsequio! —dijo —¡No me digas que te rechazó! 

—¡No, no! —respondió Seungcheol, rojo como tomate —Sí aceptó el presente. Y me dio uno también, así que supongo que soy correspondido.

—¿Y entonces? —preguntó Mingyu, confundido —¿Por qué no están saliendo? 

—¡No es tan simple! —replicó Seungcheol, enojado.

Mingyu lo observó un segundo.

—¿Es porque ambos son chicos? —dijo.

CHARMED [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora