Capítulo 20: La decisión de Choi

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De acuerdo ¿Quién sería la indicada para tener una cita? Seungcheol, quien  nuevamente había ocupado el puesto de Mingyu, observó a cada chica que alguna vez se le hubo declarado.
En la mesa de Gryffindor, unos metros hacia su izquierda, estaba Marian, una chica de quinto, pelirroja, de cabello crespo y con pecas en las mejillas. Se le había declarado cuando estaban en tercero. Siendo compañeros de clases, había hablado varias veces con ella. Era agradable e inteligente, y tenía una sonrisa encantadora. Más el hecho de ser compañera de clases de Seungcheol, la descalificaba de inmediato, ya que la relación cordial podría verse afectada por una cita con mal término.
Unos puestos más allá, se encontraba una chica de cuarto, de cabello rubio y ondulado. Seungcheol no recordaba su nombre. Le entregó una carta el año anterior, después de un partido de Quidditch que Gryffindor ganó, pero Seungcheol estaba tan emocionado, que la perdió en algún lugar, aunque le dio las gracias por sus sentimientos, y le explicó que en aquel momento no tenía intenciones de tener una relación.
Hacia el otro lado de la mesa, había un par de chicas de segundo que se le declararon apenas inició el actual año escolar. Por supuesto, Seungcheol las rechazó cortésmente, porque claro, eran demasiado pequeñas para él.
En la siguiente mesa, la de Hufflepuff, había una chica de quinto. Llevaba el cabello largo hasta los hombros, y flequillo. Su nombre era Takako, y al igual que Seungcheol, tenía marcados rasgos asiáticos. Seungcheol conocía muy bien a Takako, pues era una de las cazadoras del equipo de Quidditch de su casa. Era muy rápida, ágil, y una estratega por naturaleza, lo que le había conferido el título de capitana de su equipo. También era de conocimiento público que estaba enamorada de Seungcheol, aunque eso no le impedía poner todo su esfuerzo para derrotarlo. Takako le agradaba mucho, tenían intereses en común, y además, era muy guapa. Solo había un pequeño detalle: por algún motivo, Seungcheol se sentía intimidado por ella. Tal vez su aspecto de chica ruda y autosuficiente le hacían pensar que era demasiado madura para su edad, y que salir con ella, lo haría sentir como un niño pequeño. No, estaba seguro de que Takako encontraría a alguien mejor, alguien que estuviera a su altura.
La siguiente, era una chica de tercero, proveniente de la misma casa que Takako. Fue la última en declararse, hacía tan solo un par de meses. Tenía el cabello cubierto de pequeños rizos que caían hasta sus hombros, y que hacían juego con su hermosa tez oscura. ¿Cuál era su nombre? Seungcheol tampoco lo recordaba. Sin embargo, y aunque le parecía muy guapa, aún era pequeña para salir con ella.
De Ravenclaw sólo había tenido una proposición: una chica que actualmente se encontraba en séptimo año. Y, al igual que con Takako, Seungcheol se sentía intimidado por su madurez.
No hacía falta observar la mesa de Slytherin, pues no habían chicas de esa casa que se le hubieran declarado alguna vez. Además, incluso si la hubiera, no se atrevía a mirar. El solo pensar que podría cruzarse con la mirada de Jeonghan, le revolvió el estómago.

¡La cita! Se recordó ¡Tienes que encontrar una cita!

Observó nuevamente a sus candidatas. Las de segundo y tercero quedaban descartadas por edad. Takako, Marian, y la chica de séptimo de Ravenclaw, no eran opción. Solo quedaba una alternativa. Observó hacia su derecha, a la chica de cabello rubio y ondulado, cuyo nombre no recordaba. En realidad, era bastante guapa. Tenía la piel blanca, ojos grandes, y el cabello rubio le caía hasta un poco más abajo de los hombros. De acuerdo, ella era la indicada.

—Oye, Mingyu —dijo, volteándose hacia su amigo —¿Cómo se llama esa chica rubia? —apuntó discretamente en dirección a ella —Es compañera tuya ¿Verdad?

Mingyu observó hacia donde apuntaba Seungcheol.

—¡Ah! Es Camille —respondió.

—¿Sabes si tiene novio? —preguntó Seungcheol, inmediatamente.

—No, no tiene —respondió Mingyu —¿Por qué quieres saber? —agregó, curioso.

—Voy a pedirle una cita —dijo Seungcheol.

CHARMED [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora