Capítulo 3: El Bosque Prohibido

715 111 58
                                    

- No puedo creer que vayas a hacer esto - dijo Soonyoung, meneando la cabeza de forma reprobatoria.

- ¡Podrías morir! - Dijo Chan, asustado.

- O peor... - Dijo Mingyu, desde la cama.

- ¿Peor? - Preguntó Chan - ¿Hay algo peor que morir?

- ¡Sí! - respondió Mingyu - Si lo descubren, será expulsado del equipo de Quidditch, nos quedaremos sin capitán y perderemos la temp... ¡Ahh!

Un golpe en la cabeza interrumpió su comentario.

- ¡¿Cómo puede ser más importante el campeonato que mi vida?! - Dijo Seungcheol, enfurecido.

- ¿No eres tú quien siempre dice que ganar el campeonato es lo más importante? - replicó Mingyu, con la mano donde había recibido el golpe.

- Mmm... Es cierto - Reconoció Seungcheol - ¡No te preocupes! No me descubrirán. Y tampoco moriré, Chan ¡Recuerda que soy muy fuerte! - agregó, mostrando sus bíceps.

- Sí Chan, no te preocupes - Dijo Soonyoung - Además, irá con Yoon. Él puede protegerlo. ¡Ahh!

La mano de Seungcheol le dio en medio de la sien. Chan y Mingyu soltaron carcajadas.

- ¡Malditos bastardos! - Rugió Seungcheol - ¡Ya verán durante el próximo entrenamiento!

- Si es que regresas... - Murmuró Mingyu, girando los ojos.

- Serás el primero en hacer cien sentadillas... - Le advirtió Seungcheol.

- Sí, sí, las haré con gusto - replicó Mingyu - pero si no vuelves, me quedaré con tu escoba.

- ¡Y yo con tu cama! - agregó Soonyoung, tirándose sobre la misma.

- ¡Hey! - Lo reprochó Seungcheol, pero Soonyoung hizo caso omiso y siguió hablando.

- Siempre he querido ésta cama. Ahora podré ver el lago congelado en invierno. Y tú, Chan ¿Cuál de las pertenencias de Seungcheol quieres como herencia?

Chan abrió los ojos como plato al oír semejante pregunta, pero no alcanzó a responder, pues fue interrumpido por un enojado Seungcheol.

- ¡Les recuerdo que aún sigo aquí! - Gritó el peligro, enfurecido - ¡Y tampoco pienso morir!

- Pues, no llegarás al Bosque si no te apresuras - dijo Mingyu - Estás retrasado.

Seungcheol observó el reloj que colgaba de la pared.

- ¡Mierda!

Se enfundó un abrigo y una gorra, cogió la varita y se dispuso a partir, pero se detuvo al ver que Soonyoung y Mingyu también se enfundaban abrigos y gorras.

- ¿Qué se supone que hacen? - preguntó.

- Vamos contigo - dijo Soonyoung.

- No pensabas que nos perderíamos esto ¿Verdad? - respondió Mingyu.

Seungcheol los observó.

- Bien, pero Chan se queda - dijo finalmente.

- ¡¿Qué?! - Protestó el chico - ¡¿Por qué?!

- Porque yo lo digo - dijo Seungcheol- Regresa a tu habitación.

- ¡Pero...!

- Sin peros, Chan. No te preocupes, estaré bien.

Chan suspiró.

- De acuerdo... - murmuró - ¡Odio ser pequeño! - Refunfuñó antes de desaparecer por la puerta.

CHARMED [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora