Capítulo 4: Arañas en la oscuridad

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- ¡¿Aracnofóbico?! ¡¿Yoon es aracnofóbico?! - Dijo Soonyoung, sorprendido.

- Sí - confirmó Joshua - Le aterran las arañas.

- ¡¿Desde cuándo?! - Preguntó Soonyoung.

- Desde siempre - Dijo Joshua - Ni siquiera puede verlas en fotografías.

- De hecho... se saltó clase de Cuidado de Criaturas Mágicas en la que estudiamos acromántulas - Dijo Jun - Es la primera y única vez que ha faltado.

- Pues... espero que no encuentren una... - dijo Mingyu.

En el interior del Bosque, Jeonghan miraba aterrado como una enorme tarántula se erguía frente a ellos. Sus dientes eran gigantes, y soltaban una baba espesa que caía hasta el suelo. Seungcheol quiso mover su mano para apuntar con la varita, más no fue capaz. La criatura se encogió igual que un animal a punto de atacar, pero una serpiente salió desde la túnica de Jeonghan, mostrando sus grandes colmillos afilados y llenos de veneno, interponiéndose entre la araña y los chicos. Al verla, la acromántula retrocedió, momento que Seungcheol aprovechó para coger a Jeonghan por el brazo y correr en dirección contraria.

- ¡Corre! - gritó el pelinegro.

El cuerpo de Jeonghan se vio arrastrado por la fuerza de Seungcheol y comenzó a correr de forma automática. Avanzaron a toda velocidad hasta que se agotaron, y solo entonces se detuvieron.

- Creo que... creo que la perdimos... - murmuró Seungcheol, apoyando sus manos en la rodillas y respirando pesadamente.

Jeonghan en cambio, aún tenía los ojos muy abiertos, y si hubiera habido más luz, Seungcheol habría notado que estaba pálido y el labio le temblaba.

- Yoon... - murmuró al no recibir respuesta - ¿Estás bien?... Yoon... - agitó una mano sobre el rostro del chico, pero de nuevo no hubo respuesta.

- ¡JEONGHAN! - gritó, cogiéndole por los hombros y meciéndolo, pero tuvo que alejarse, porque JeongJeong salió de la túnica del chico y mostró sus dientes.

- ¡AHH! ¡Maldita serpiente!

Jeonghan regresó a la realidad justo en el instante en que Seungcheol insultaba a su mascota.

- ¡No insultes a JeongJeong! - le reprochó - ¡Es gracias a ella que estás vivo!

Por un instante, Seungcheol no supo que decir, pues Jeonghan tenía razón: si no fuera por JeongJeong, la acromántula habría acabado con ellos.

- Tienes razón - dijo finalmente - ... ¡Pero eso no quita que sea pelig...!

No alcanzó a terminar: Un ruido lejano hizo que callara. Ambos escucharon en silencio. El solo imaginar que esa enorme araña podía estar de nuevo tras ellos, fue suficiente para que Jeonghan comenzara a temblar otra vez.

- ¿Crees que nos haya seguido? - preguntó Seungcheol, unos minutos después.

- N-no lo sé... - respondió Jeonghan, visiblemente afectado - pero... espero que no.

- ¿Estás bien? - Preguntó Seungcheol, al ver que Jeonghan temblaba.

- S-sí - dijo el chico - Solo... No importa - Inspiró profundo - Será mejor que nos movamos. No es seguro mantenernos aquí.

Seungcheol estuvo de acuerdo, y ambos avanzaron, aunque no tardaron mucho en descubrir que estaban perdidos.

- Mierda - farfulló el pelinegro.

- ¡Lo que faltaba! - chistó Jeonghan, enojado.

Acto seguido comenzó a refunfuñar en un idioma que Seungcheol no reconoció, pero sospechó eran insultos dirigidos contra él, y tenía razón. Iba a replicar, cuando Jeonghan se sentó en el suelo.

CHARMED [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora