Capítulo 16: Demasiada información

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- ¿Entrenarás a Choi? - dijo Jun, sorprendido - ¿Por qué?

Jeonghan acababa de comentarle a sus dos amigos sobre la petición de Seungcheol, mientras caminaban de regreso a los dormitorios, luego de la última clase del día. Por supuesto, había omitido la parte de aprender artes marciales. Si Joshua y Jun lo descubrían, seguro sabotearían el plan por miedo a que saliera lastimado.

- Necesita pasar los TIMO - respondió Jeonghan, alzando los hombros -  Además, le debo una por traerme de regreso cuando me emborraché - agregó.

Aunque la última frase la dijo solo para convencer a sus amigos, sus mejillas se cubrieron con un tenue rubor al imaginar lo que pasó esa noche, pues solo recordaba hasta el minuto en que subió al carruaje de regreso. El resto de su memoria, estaba en blanco. Jun soltó una risita al escuchar a su amigo, pero Jeonghan hizo caso omiso y siguió hablando.

- Y también servirá de entrenamiento para mí - Se apresuró a decir - Solo espero tener suficiente paciencia... - dijo, medio exasperado, medio divertido.

- ¿Cuándo comenzarán? - Preguntó Jun, curioso.

- Hoy - Respondió Jeonghan - Tendremos que encontrar una sala vacía lo suficientemente lejos como para no despertar a alguien.

- ¿Escaparás durante la noche? - dijo Jun, sorprendido.

- Pues sí - confirmó Jeonghan - En el día tenemos clases, y estoy seguro de que entrenar sólo durante los fines de semana será insuficiente.

Al oírlo, el semblante de Joshua se tornó serio.

- No sé, Hannie... - dijo, preocupado - Creo que es una mala idea. Si te descubren, te meterás en problemas.

- ¡Ya escapamos una vez, cuando fuimos al Bosque Prohibido! - Dijo Jeonghan, alzando las cejas - ¡Estuvimos fuera durante varias horas, y aquí estamos!.

- Es cierto - Apoyó Jun.

- ¡Fue solo suerte! - replicó Joshua - Además, te heriste el hombro. ¡Y tú! - Dijo, volteándose hacia Jun - ¡No te pongas de su parte!

- ¡No estoy poniéndome de su parte! - respondió Jun - Pero debes reconocer que eso fue más arriesgado. ¡Y no vi que te quejaras cuando ganaste ese barril de cerveza de mantequilla!

Joshua suspiró, resignado. Quisiera o no, sus amigos tenían razón. Escapar para ir al Bosque Prohibido había sido mucho más peligroso que deambular por el castillo durante la noche.

- De acuerdo - Dijo, finalmente - Solo procura no ser descubierto por los prefectos, o algún profesor.

- O tu hermano - Agregó Jun, en tono lúgubre - Cada vez estoy más convencido de que convertirá a Choi en un insecto y luego lo aplastará con su pie...

- Tin no haría eso - dijo Jeonghan, girando los ojos.

- ¡Sabes que sí! - dijo Jun.

- La verdad es que es muy capaz... - Comentó Joshua, seriamente - Siendo honesto, creo que tu amistad con Choi es peligrosa. Las dos veces que salieron juntos, terminaron en alguna clase de problema. 

- No te preocupes, Josh - dijo Jeonghan, sonriendo - Prometo que seré cuidadoso.

- Más te vale - respondió el chico.

Escabullirse de los dormitorios sonaba extremadamente sencillo, hasta que recordó que su hermano permanecía cada noche en la sala común, hasta que ésta quedaba prácticamente vacía.

- Te lo dije - murmuró Jun. 

Pero Jeonghan no iba a rendirse solo por eso. Estaba decidido a aprender artes marciales, y su hermano no iba a detenerlo. Necesitaba que abandonara el salón, y había una forma de hacerlo. 

- Tin - Dijo, acercándose a él. 

El chico volteó de inmediato, y una dulce sonrisa apareció en su rostro. 

- ¿Podemos hablar un momento? - dijo Jeonghan, seriamente - En privado.

- ¡Por supuesto que sí! - dijo el chico - ¿Sucede algo? ¿Estás bien? - Agregó, preocupado.

- Sí, estoy bien - dijo Jeonghan, inmediatamente.

El rostro de Tin se relajó al escuchar eso. Se incorporó del sillón y ambos caminaron hasta la habitación del mayor. Jun observó la escena sorprendido. 

- Guau - murmuró - Puede ser un hijo de puta para el resto del mundo, pero cuando se trata de Jeonghan... 

- Hace cualquier cosa que él le pida - Completó Joshua, quien estaba de pie a su lado.

- Sí - dijo Jun - Espero que jamás se entere de sus escapadas con Choi, porque si lo llega a saber, será hombre muerto. 

Jeonghan regresó cinco minutos después, solo. Llevaba una sonrisa triunfal en su rostro.

- ¿Qué le dijiste? - Preguntó Jun, curioso.

- Le pedí un resumen sobre las pociones mas importantes que debiera saber para dar los TIMO - dijo, encogiéndose de hombros - Me dijo que lo tendría para mañana. 

- Muy inteligente - reconoció Jun.

El resto fue mucho mas sencillo de lo que esperaba. Apenas se desocupó el salón, salió de las mazmorras y se dirigió hacia los baños del quinto piso. Seungcheol llegó diez minutos después.

- Llegas tarde, Choi - Dijo Jeonghan seriamente, al ver al pelinegro acercándose.

- Lo siento - Respondió Seungcheol - Un par de chicos seguían jugando en la sala común y tuve que esperar a que se fueran para salir.

Luego arrugó el ceño.

- ¡Un minuto! - exclamó - ¿Por qué me llamas por mi apellido?

- Para dar seriedad al asunto - Explicó Jeonghan, en tono solemne - Voy a entrenarte, así que tendrás que llamarme "Profesor Yoon".

- Supongo que es una broma - dijo Seungcheol, exasperado - No pienso llamarte "Profesor". Además, eres menor que yo.

- ¿Cómo lo sabes? - Preguntó Jeonghan, alzando las cejas, sorprendido.

- Ehhh... bueno... - Las orejas de Seungcheol comenzaron a enrojecer mientras hablaba - Como capitán de Quidditch, he estudiado a todos los jugadores de otros equipos, especialmente a aquellos que son muy buenos, como tú.

Era una suerte que la luz de las antorchas dieran un tono tenuo al ambiente, pues la coloración carmín ya se extendía hasta sus mejillas.

- ¿Y qué más sabes sobre mí? - preguntó Jeonghan, curioso.

- Bueno... - continuó Seungcheol - Además, de tu edad, fecha de nacimiento, peso y altura, se cómo y a qué velocidad puedes moverte en el aire. Cuando vuelas, sueles inclinar la cabeza a la izquierda, mientras apegas tu cuerpo a la escoba, porque eres diestro, y eso crea un balance cuando atrapas la Snitch. Durante la búsqueda, te quedas completamente quieto, suspendido en el aire, y mantienes los ojos cerrados. Supongo que confías más en tus oídos que en tus ojos. Y también sé que no entrenas muy seguido. Los rumores dicen que es porque no te gusta hacerlo, pero creo que tiene otra explicación: eres consciente de que gran parte de tu velocidad, se debe a la forma esbelta natural de tu cuerpo, y que si entrenas demasiado, perderás tu perfecta figura, que hace que puedas atrapar una Snitch en tiempo récord.

Se detuvo al notar que Jeonghan lo observaba con los ojos y la boca abiertas, sorprendido por lo que acababa de oír. Seungcheol estaba tan colorado, que incluso el mismo sentía cómo su rostro desprendía el calor.

- ¡Por... por supuesto, sé la misma información sobre otros jugadores! - Se apresuró a decir.

Pero, aunque era en parte cierto, de ningún otro conocía tantos detalles como de Yoon Jeonghan, el jugador estrella de Slytherin, a quien consideró un enemigo por mucho tiempo, y con quien ahora mantenía esa extraña conversación en un lúgubre pasillo en medio de la noche.

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CHARMED [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora