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Las risas inundaban la habitación.

Aun recuerdo el sonido de su risa. Sus dientes blancos y perfectos brillaban y sus ojos se achicaban.

-Quiero verlo.

-No.

Se tiro hacia atrás y saco el blog de dibujo de mi alcance. Intentaba sonar seria pero al fin terminaba brotada en risas. Noah me había estado viendo durante treinta minutos hasta que por fin le increpe y le pregunte que hacia y descubrí que me estaba dibujando. Ya lo había hecho anteriormente, los primeros días mi retrato combinada con la de una serpiente, me toco mucho pero esta vez era diferente. Era un dibujo real pero no me dejaba verlo, insistía que aun no estaba terminado pero mis ansias eran mas grandes y cada vez que intentaba agarrarlo él lo sacaba.

-Por favor -Pedí.

-No - Se acomodo mejor en el sillón por que se estaba a punto de caer -deja de molestar.

-Deja de dibujarme.

-Deja de ser dibujable.

Rei. Alargue mi mano y despeine su pelo. Él gruño y se alejo. Odiaba que hiciera eso. Habían pasado tres días desde nuestro momento en la habitación como yo lo llamaba en mi mente y tuvieron que pasar 72 horas para volver a ser el Noah que conocí en el parque de diversiones. Los días anteriores fueron verdaderamente tortuoso, lo frío y desprendido afectivamente que podía ser era algo que no estaba acostumbrada y no sabia como lidiar, sentía hasta que era mi culpa por no poder cambiarlo. Pero ahora al verlo reír y burlándose de mi me hacia brincar en corazón de felicidad y alivio.

-Callate -Me tire nuevamente al sofá de enfrente para seguir viendo mi película. 

-Está por llover- Mire hacia las paredes de vidrio  que daban hacia el patio trasero. Si, las nubes estaban muy bajas y negras, era raro a la mañana no se encontraba así.

-Si que está feo.

-¿Me puedes traerme algo para tomar?.

-¿No quieres algo para comer mejor?.

-Dije tomar no comer.

Puse los ojos en blanco. Otra vez no había comido casi nada en todo el día.

-Esta bien -A muy duras penas me levanto de la comodidad del sillón -¿quieres ver una película después? - le sugiero aumentando mi voz cada que me aproximaba a la cocina- con este clima se presta perfectamente para una peli, bueno a decir verdad para mi cual quiero tiempo es ideal para una peli.

-¿No estas viendo una ya?.

-Podemos ver otra. La que quieras.

-Me da igual.

-Qué entusiasmo -susurrre para mi.

La cocina se ilumino de golpe por un rayo que paso por el cielo y acto seguido comenzó a caer pequeñas gotas que aumentaban cada vez más. Otro rayo.

Agarre mi teléfono y le mande un mensaje de Derek para saber como se encontraba. Si estaba manejando en ese momento con toda la lluvia que caía me daría un infarto.

¿Estas bien? ¿Ya estas en casa?

                         No, aun en el trabajo.    ¿Llegaras a comer?

No lo se, creo que la madre de Noah se retrasara ahora por la lluvia.

                         ¡Que mal!.

NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora