41

31 7 0
                                    

No supe porque Noah siempre le gustaba observar la vista desde su ventana. En ese momento sentada en su balcón lo entendí.

Era muy relajante y hasta tenía un toque hipnótico. La vista era muy bella, daba hacia el patio trasero de la casa y veía la pileta y el amplio terreno e incluso más allá, un pequeño lago que estaba fuera del terreno.

El viento me movía el cabello, y aunque tenía un poco de frío porque era de mañana, no tenia ganas de revolver lo ropa de la maleta, así que tuve que aguntarlo.

No sabia si me sentía mejor que el día anterior. Por una parte me sentía aliviada porque todo se supo, aunque triste y algo rota por la forma. Por todo lo que paso, por recrear una y otra vez en mi mente lo que había pasado él día anterior. La cara de desprecio que me daba Sara, los ojos llorosos de Derek, sus palabras que quedaron clavadas en mi como un cuchillos.

Pero no tenia lágrimas para llorar. Me sentía aún cansada y tenía un torbellino en mi cabeza. ¿Que haría?. No tenía casa, ni amigos, estaba lejos de mi hogar, no le quería decirle a mis padres porque tenía miedo a que me juzgarán. Siempre actúe como una adulta y de golpe, en menos de un año, todo lo que tenia se fue por la borda. Dormí muy bien toda la noche pero desperté temprano, cuando el sol recién había salido por toda esas preguntas rondando a mi alrededor.

Me sentía muy triste y perdida, pero estaba bien ¿no?, me lo merecía. Tenía que afrontar las consecuencias, no podía tirarme a la casa a llorar.

En un momento, mientras me perdía en mis pensamientos, sentí como algo se posaba en mis hombros y Noah lentamente se sentó a mi mirándome curioso. Había puesto su abrigo en mi cuerpo.

-Te enfermeras.

-Tú también-le dije al ver como estaba vestido.

-Estoy acostumbrado -alargo su mano y me puso un mechon de pelo detrás de la oreja - ¿Cómo éstas?.

-Cómo se puede -respondí sincera -¿Y tú como amaneciste?.

-Muy bien, aunque podría haber sido mejor, no te vi al despertar.

-Lo siento, no dormí muy bien y me desperté temprano.

-Mmm - hizo un ruido en su garganta pensativo- sabes que puedes contar conmigo para lo que sea ¿verdad?.

-Si -le di una sonrisa pequeña. Intentaba estar bien adelante de él.  No sé merecía mi carga emocional, suficiente con carga con mi persona la noche anterior- Gracias.

Él también sonrió. Me dio un beso y se levantó luego de unos segundos.

-Bueno, tengo cita con Briana pero iré con Specer.

-No, yo te llevaría -le asegure volteando mi cuerpo al verle caminando por la habitación buscando algo de ropa.

-No, Emma, quédate a descansar. Iré con ella no pasara nada. Sin ofender cariño pero te ves muy mal, necesitas necesitas comer, descansar y tranquilidad. En ese orden
...además aprovecha estos días de relajación máxima, el fin de semana iremos al cumpleaños y no creo que puedas descansar tanto, tienden todos a querer hacer actividades todo el tiempo, es tedioso.

-¿Al cumpleaños de tu abuela?-frunci el ceño y un poco de pánico apareció - No Noah, no ire. Vayan ustedes con Spencer.

-¿Y donde te piensas quedar? -preguntó divertido. Ya se encontraba con otra ropa y se veía muy bien. Noah era muy guapo, había engordo más y los huesos ya no se le veían, su rostro tenía luz, una luz que antes no tenia. Si alguien lo hubiese visto en ese momento nunca pensaría que hace tan solo unos meses no era más que un cuerpo flaco, alto, y sin fuerzas que solo estaba tirado en la cama. Pero se recupero, y nadie sabría lo que lucho para hacerlo y lo orgullosa que estaba de él.

-Pues con....-me quede callada. Iba a decir Sara.

-Aja -sonrie. Se acerco a mi y me tendió sus manos. Lo tome y de un tiro me levanto. Si que estaba fuerte - vas con nosotros.

-No, en serio. Vayan ustedes. Yo me quedaré aquí y cuidare la casa.

-Oye si te preocupa mi familia no son tan insoportables como dijimos, a veces exageramos. O al menos no tan insoportables todo el tiempo. Además mi abuela quiere conocerte.

-¿Le hablaste de mi? -abri mis ojos como platos.

-Mi madre -se encogió de hombros.

-Ay que vergüenza -me senté en su cama tapándome la cara.

-¿Te avergüenzas de mi? -preguntó divertido.

-No -le asegure - De la situación. Estaba conmigo y con otro hombre al mismo tiempo y encima era mi prometido. Bueno, ex prometido ahora. ¿Que clase de persona soy para el nieto de alguien? -pregunte nerviosa. Siempre me resultaba fácil conocer o convivir con otras personas ajenas a mi familia, la familia de mis amigos, de mis amigas, mis pocos novios que tuve, nunca un problema. Incluso adoraba a la familia de Derek, pero Noah. Dios. No hubiese pedido peor situación para conocerlos.

-Eres la mejor persona Emma no te tires abajo -se agacho a mi y me levanto la mirada con sus dedos pustos en mi mentón - ¿En serio crees que teniendo el prontuario que tengo lo tuyo es grabe? Estarán más preocupados en intentar saber como sobreviví de mi sobredosis que de ti. Además todos creen que eres un especie de ángel que vino salvarme -me sonroje - y es verdad -me sonrió. Me dio un beso en los labios y volvió a pararse y terminar de arreglarse - Así que no más discusiones. Iré con Spencer a la sesión y tu disfruta de la casa. Es tu día libre.

-No puedes darme días libres.

-¿Ah no? -sonrio divertido-Si no quieres dormir entonces puedes leer o meterte a la pileta, el día esta fantástico. La casa es tuya de ahora en adelante haz lo que quieras, pero por favor come algo, no quiero que te desmayes o algo así,  no sé el número de emergencias -me dio un beso en la frente - en seguida vuelvo.

-Noah -le llame antes de que cruce la puerta y se vaya.

-Si.

-Gracias por hacer esto por mi.

-Lo que dije ayer es verdad Emma - se apoyó en el marco de la puerta mirándome fijamente-Tal vez no sea el mejor partido ni éste completamente curado pero te prometo que lo seré y de ahora en adelante quiero cuidar de ti como tu cuídate de mi. Has cargado con mucho peso, ahora dajamelo a mi. Te juro que te haré muy feliz. Te quiero.

NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora