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Cena.

Recuerdo que siempre fue mi momento del día. Era medio raro, para algunas personas su momento favorito era a la mañana, para otras a la tarde o siesta, madrugada tal vez, pero para mi era el momento de cenar.

Supongo que agarre la costumbre de cuando era chica, recuerdo que mi madre hacia comida para 5 y solo eramos 3, decia que tenia que poner en practica su curso de cocina y cuando mi padre llegaba la fiesta empezaba. Nuestra cena consistía en contar lo que nos paso en el día; primero iniciaba papá contando alguna anécdota de algún compañero, luego seguía yo que no aportaba mucho, y luego mama, que toda la velada no paraba de hablar de lo que había visto en la tele o en el diario, o en el vencindario, nunca había visto a una persona que pudiera sacar temas de conversación uno tras.

El horario de la cena era algo único para mi, y cuando me case intentaba inculcar el mismo metodo que se usabe en mi casa. Nuestras cenas se basaban en hablar, de cualquier cosa, de bobarias, de ridiculeces, pero hablar, y eso me encantaba. Amaba reirme mientras comía, el silencio incomodo y que solo se escuchara los cubiertos haciendo contacto con los platos no me agradaba para nada.

-¿Y como esta tu trabajo? -Preguntó Dereck un dia de golpe luego de haberme contado de su vida en el trabajo.

Y ante la pregunta casi me atragante con la carne, trate de tomar agua rápidamente para que no se diera cuenta. Desde que habia iniciado a trabajar casi nunca hablabamos de mi trabajo, él estaba muy nervioso por el suyo en ese tiempo, creia que le despedirian por como iba la economia del país.

-Bien,bien muy bien.

-¿Como se porta ese niño?.

Ya llevaba tres semanas trabajando y aun no le había dicho que Noah no es un niño de 5 años si no un "adulto" de 27 años. No lo quería ocultar pero es que simplemente no tenia la oportunidad de decirselo, o bueno mas bien yo hacia que no se diera la oportunidad de decirselo, es que ¿como se le decía a tu esposo que pasas tu tarde y casi noche con un hombre de 27 años que para nada es feo?. Era complicado. Tal vez debi haberlo dicho esa noche, mientras cenabamos, tal vez asi los problemas que se desatarian despies se pudieron haber evitado, pero no lo hice.

- Él, ya sabes, niños.

-Debe ser un dolor de cabezas aveces.

-Ni me lo digas -susurre. Un dolor de cabeza lo medicabas y pasaba, pero para Noah,no habia ningun remedio.

-Tal vez solo es un poco caprichoso, debe extrañar a su madre y quiere atencion.

-Tal vez.

-De todas seguro haces un trabajo increible, quiero decir, eres buena,amable, tienes paciencia, hermosa y muy sexi -lo ultimo lo dijo en un tonl sensual pero bromeando que me hizo reir.

Dereck era asi, era la clase de persona que decia exactamente lo que ncesitabas oir en el momento indicado, te levantana el animo con sus palabras; era un principe azul, ese principe que le cuentan a las niñas, que rescata a la princesa y viven felices por siempre. Por eso me sentia mal mintiendole, porque era tan bueno como persona, como esposo, como compañero que me sentia culpable de no poder expresar mis inquietudes con él como él lo hacia conmigo.

-Gracias -le susurre agarrando su mano sobre la meza. Verdaderamente sus palabras me hicieron bien ya que mi animo no estaba muy arriba desde el encuentro con Noah el dia anterior.

-Eres fantastica, nunca dejes que nadie te diga lo contrario. Eres la indicada para ese trabajo, solo tienes que acostumbrarte mas, es algo nuevo, no te obligues a tanto, tranquila, ese niño terminara amandote.

NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora