28

38 8 0
                                    

Los días pasaron y mi cumpleaños llegó.

Lo recuerdo muy bien, 24 años no se cumplían todos los días. De hecho, es uno de los cumpleaños que mejor recuerdo, luego de los 15 la vida se pasa volando y los cumpleaños se vuelven borrosos. A mi edad, muchas cosas de mi vida no recuerdo lastimosamente, pero el año que pase junto a Noah, por fortuna lo recuerdo bien. Cuando comencé a envejecer, comencé a preocuparme de que en algún momento esos recuerdos tan preciados, se fueran. Pero a mis 75 años, aunque olvide algunas cosas, me complace tener en mi mente aun, los recuerdos mas preciados.

Mi cumpleaño número 24 comenzó con Derek trayendome el desayuno a la cama y un ramo de flores enorme que antes de irme de la casa puse en un florero en el salón que desprendía un exigirá aroma que llegaba a toda la casa. Derek acostumbraba a hacer eso, se levantaba temprano y me despertaba con un desayuno en la cama o adornarnaba el salón haciendome una pequeña fiesta sorpresa cuando bajaba, incluso un día, cuando mis padres estaban allí esperándome. Fue un gesto verdaderamente hermoso porque hacia mucho no pasaba mi cumpleaños con ellos, tengo la fotografía enmarcada en mi mesa de noche de ese lindo día.

Desayunamos juntos, ese día me dio este hermoso collar. Él solía irse primero al trabajo, como yo entraba después tenia el tiempo suficiente para lavar todos los cubiertos sucios usados en el desayuno. Sin embargo ese día mi tiempo se fue volando ya que al terminar de desayunar mi telefono no dejo de sonar, eran mis familiares y amigos llamándome para felicitándome por lo cual Derek se ocupo de todo. Sara se habia auto invitado el día siguiente a mi casa para festejar mi cumpleaños.

-La pasaremos genial, llevare helado y por supuesto tu regalo, un día de chicas. No sabes como me hace falta.

-Y a mi -Le dije.

Me arregle como pude ya que mi tía Maria no dejaba de hablarme y me parecía descortés intentar cortarle. Llegue a la casa de Noah mas tarde de lo usual por el retraso al arreglarme, incluso mientras estaba conduciendo contestaba a los llamados, estaba hablando con mi abuela cuando ingrese a la casa y me quede clavada en el lugar cuando me di la vuelta al terminar de cerrar la puerta. Noah y Spencer también se quedaron pasmados como yo.

-Abuela muchas por tu saludo, yo también te extraño, te prometo que te veré pronto pero tengo que cortar acabo llegar al trabajo. Saludos al abuelo -Espere a que me contestara- adios -Colgué. Me quede con la boca abierta.

Noah y Spencer quedaron tiesos al verme, en sus manos tenian globos a medio inflar, detrás suyo la pared estaba decorada y un banderín que decía feliz cumpleaños, había globos de diferentes tamaños esparcidos en el piso y en la pared, una pequeña mesa con un mental blanco donde había gorros de cumpleaños.

-Te dije que tendríamos que haber empezado antes -Se queja Spencer soltando el globo que voló por los aires hasta que cayó al suelo desinflado. Las mejillas de Noah se volvieron coloradas.

-Perdón -Susurró.

Yo seguía estancada allí sorprendida por lo que estaba viendo. La forma de mi boca pronto paso de ser una O por el asombro a ser una sonrisa.

-¿Qué...?.

-Feliz cumpleaños- dice Spencer, ambos se separaron y dejaron ver el banderín de feliz cumpleaños. Tomaron unos papeles de colores y lo lanzaron al aire -se suponía que esto iba a ser mejor. ¿No quieres pasarte dentro de una hora?, aún no llega las luces de colores.

No hizo falta que conteste porque me aproxime hasta ellos y los abrace. Sabía que a Spencer no le gustaba los afectos de cariño por lo tanto me abrazo solo unos segundos y quiso escaparse, pero la molesté abrazándola más fuerte para que no se escape, ella se quejo e intento salir cosa que me hizo reír. En cuento a Noah, fue todo lo contrario de su hermana, no me abrazo de inmediato, si no que fue unos segundos hasta que sentí su brazo rodeando mi cintura y me estrujó contra él.

NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora