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Unas semanas después Noah bajo las escaleras con un traje negro y una colonia que podías oler a kilómetros de distancia. Su cabello estaba corto y peinado. Su rostro hacía meses no se asomaba vellos, creo que desde que le dije que lo prefería sin barba.

Rebeka abrazo a su hijo ni bien lo vio bajarse e incluso fue a tomarle una foto. Parecía una madre junto a su hijo que iría a la escuela por primera vez.

-Emma posa junto a él -dijo feliz.

Noah me tomó de la cintura pegándome a su cuerpo posesivamente. Se le veía contento, por lo cuál yo también. El día anterior no me había dejado ver nada de la ropa que se había ido a comprar en compañía de su padre, para darme, según el, una sorpresa. Eligió un traje negro, con una camisa blanca, clásico. Sin corbata. Con unos relucientes zapatos.

-Te ves muy guapo-le dije al oído - creo que no te dejaré ir -bromee- Me pondré celosa con todas esas mujeres revoloteando a tu alrededor.

Río- A la única que quiero a mi alrededor es a ti. Te amo.

-Y yo a ti - me dio un beso demasiado profundo que me dio vergüenza ya que estábamos en el medio de la sala. Pero al final solo me concentre en él, lo amaba, lo quería, lo deseaba. No me importaba dar un espectáculo solo porque era con él.

Cuando nos separamos me abrazo aun más a su cuerpo enterrando su cabeza en mi cuello. Le acaricie su suave cabello.

-Muy bien, nos tenemos que ir - dijo el padre de Noah, Christian - Pueden volver a hacer su escena romántica cuando volvamos.

Me puse roja cuando nos separamos pero Noah no parecía impórtale. Me dio un último beso y corrió hacia su padre que ya se encontraba en la puerta.

-¡Suerte! -Le grite.

Ambos hombres salieron de la casa. Me dirigí a la mesa nuevamente para terminar de desayunar. Rebeka estaba sonriendo mientras veía las fotografía que le había sacado a su hijo, Spencer sin embargo no había hablado en ningún momento y se le notaba algo molesta. Solo tuve la oportunidad de tomar todo mi jugo cuando Rebeka se paró.

-Nosotras también deberíamos irnos Emm. Hay que hacer muchas cosas hoy. Adiós cariño- le dio un beso en la frente a Spencer - nos vemos en la noche ¿si?. Te amo.

Noah me llamo mas tarde ese día, dijo que se había escapado de su padre un segundo para descansar y llamarme. Se le oía feliz y entusiasmado por volver al trabajado. Fue gracioso, creo que era la primera persona que conocí que ansiaba trabajar, pero al mismo tiempo era triste al recordar que hacia años no lo podía hacer. 

Las semanas pasaron, hasta cumplirse dos meses en que Noah comenzara a trabajar. A veces me ponía a pensar como todo había cambiado, no solo para mi, si no también para los Taylor, no lo se, se sentían como una familia nuevamente. Cuando recién inicié casi no veía a Rebeka sonreír o disfrutar de la vida, creo que su matrimonio con Christian tampoco estaba tan bien, él llegaba tarde de trabajar y casi no estaba en casa. Noah no convivia con sus padres ni con nadie, era como si solo estuviera viviendo, existiendo solo porque si en su melancolía mientras luchaba con sus demonios internos. Ahora se sentía "el hogar", me recordaba a mi familia,  y amaba pasar tiempo con ellos. Una de las cosas que mas extrañé cuando me mude eran nuestros momentos juntos, la calidez de la familia. Hacer recorridos, ir a la playa, ver una película, cenar todos juntos contando anécdotas. 

Y por fin, luego de mucho tiempo, me sentía plena, porque todo aquello que alguna vez renuncie volvía a mi pero de una forma mucho mejor porque a mi lado estaba el chico que amaba con locura. 

NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora