Capítulo 39

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Acostado en el pequeño sofá frente a la cocina, el infante dormitaba plácidamente, cubierto por una suave cobija azul cielo, en cuya superficie figuraban siluetas de robustas nubes blancas. De lejos bien podría haber sido un querubín nadando en el claro firmamento de la mañana, flotando mientras su pecho se mecía de arriba hacia abajo sutilmente, al ritmo de su respiración. 

Tras el sofá, aún sentados a la mesa y apenas iluminados por la única lámpara colgante de la cocina al centro del techo, Seungbae y Bum se mantenían en silencio. Entre las manos del policía se hallaba una taza blanca, honda y llena de té que, caliente, emitía tiras blancas de vapor las cuales serpenteaban agitadas al elevarse en el aire. Gotas de agua escurrían intermitentemente de la llave del fregadero, donde ya no habían platos ni cubiertos. 

-- ¿Te quedarás esta semana? -- Habló el omega, mirando fijamente hacia las rendijas en la madera de la mesa.

-- Ese es el plan. Hay cambio de administración y me dieron tiempo libre... -- Contestó el otro, dando un sorbo a su bebida.

-- Jungwoo se pondrá muy contento... 

-- Sí, lo sé... 

Seungbae pausó por unos segundos. Como si intentase recabar fuerzas para seguir hablando. 

-- Yoon Bum -- Dijo, al fin -- ¿Por qué has vuelto a faltar a las sesiones? 

El otro no contestó.

-- El programa en el que estás es muy generoso. Creo que te haría bien aprovechar las facilidades que ofrecen. No sólo por ti...

Miró a Jungwoo con el rabillo del ojo. Bum seguía con las pupilas orientadas hacia abajo.

-- ¿Es eso de lo que querías que habláramos? 

-- No, no es eso... 

Se acercó, poniendo ambos antebrazos sobre la mesa.

-- Hemos tenido reportes de... de personas que dicen haber visto a Oh Sangwoo.

Bum salió de su trance, y miró a Seungbae, con ambos ojos ampliamente abiertos.

-- No sólo uno ni dos. Han sido tres en total desde el mes pasado... -- Continuó el oficial -- Y en zonas aledañas a ésta provincia.

El omega se levantó abruptamente. La silla salió propulsada hacia atrás, y un sonido rechinante interrumpió el diálogo. Seungbae lo tomó del brazo, inclinándose sobre la mesa.

-- Espera, no te alteres. Jungwoo está aquí... -- Le dijo, en un intento por contener su reacción.

-- ¿Qué vamos a hacer? ¿Y si nos está buscando? 

-- ¡Yoon Bum! -- Exclamó -- Tranquilízate. Aún no se ha podido confirmar su veracidad. No hay que precipitarnos. 

-- P-Pero...

-- Te lo estoy diciendo porque es mi obligación, pero es muy pronto para saltar a conclusiones...

A pesar de que su sorpresa era evidente, la expresión en el rostro de aquél omega era indescifrable para Yang Seungbae. Nunca estaba seguro de si la podía interpretar correctamente.

-- Y... respecto a lo que me pediste que prometiera en aquél entonces. No estoy seguro de si podré cumplirlo. -- Aflojó su agarre y dejó caer el brazo de su interlocutor sobre su costado -- Sólo es que... son demasiadas cosas que no están en mi poder. Los senadores de la nueva administración tienen ciertos planes para reformar el sistema judicial. No sé si al final de todo esto me será posible mantener mi palabra...

KILLING STALKING OMEGAVERSE FICTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora