Capítulo 8

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Sangwoo se comenzó a quitar los zapatos en la entrada. Bum estaba congelado. Por supuesto que se había dado cuenta. Al tratar de girar la perilla él ya se encontraba del otro lado del pórtico. Tenía que haber visto el movimiento. Aun así, actuaba como si Bum no estuviese ahí. No lo había volteado a ver en ningún momento.

-Sa-Sangwoo... --Musitó

El otro se detuvo en seco. Como un maniquí inmóvil, y lo único que se movió fueron sus secas e inanimadas pupilas.

--Bum. –Habló Sangwoo, caminando hacia él lentamente, mientras que al mismo tiempo el otro retrocedía a la misma velocidad—Dime la verdad, Bum—Se detuvo, con el rostro a centímetros de su cara, inclinado para compensar la diferencia de alturas. Bum temblaba. Sentía cómo su  vientre se ceñía contra el abdomen de Sangwoo. 

---Justo ahora intentabas salir de aquí, ¿No es así?

Bum temblaba.

--No, yo no quise... No quería... --Tartamudeó

-- ¿Y qué más hacías? Dime. ¿Qué otra cosa podías haber estado haciendo, huh?

Cuando por instinto tuvo el impulso de cubrirse, no lo hizo. Estaba petrificado.

--Yo... yo... --Se le deshacían las palabras en la boca—Sentí espasmos. ¡Sí! Aquí... ---Y tocó su vientre.

Sangwoo lo miraba. Era imposible saber si le creía. Sus expresiones difícilmente variaban.

--Es la primera vez que me encuentro así –Continuó, refiriéndose a su embarazo—Y pensé que podría ser peligroso, así que creí que debería salir a ver si ya estabas por llegar. ¡Sí! Fue por eso...

Por un par de segundos no tuvo respuesta. Pero después, Sangwoo se agachó, flexionando las rodillas hasta que su cara quedó a la misma altura que el vientre de Bum, y sonrió. Reposó su frente sobre él.

--¿Fue doloroso? –Inquirió. Su tono de voz había cambiado.

-- No... No del todo...

-- Aún faltan algunos meses—Se incorporó y tomó de las manos a Bum, besando su dedo meñique con los ojos cerrados—Hasta entonces aguanta un poco más.

Bum estaba perplejo. Hacía bastante tiempo que Sangwoo no le tocaba un solo cabello. Básicamente desde que se había embarazado. Era evidente que no quería que perdiera al bebé. Sabiendo sobre su verdadera naturaleza, le aterraba preguntarse por qué estaba haciendo eso. Por qué lo había obligado a concebir. Con qué propósito desearía un hijo. ¿Tendría el anhelo de una familia? Claro que no. No podía ser eso. La sola idea de Sangwoo formando una familia normal le daba gracia, pero al mismo tiempo, era triste, pues eso era lo que él, en algún momento de su vida, había deseado.

Mientras cenaban, el televisor estaba prendido y las luces multi color de la pantalla los encaraban. Sangwoo casi nunca le prestaba atención. Tal vez la encendía para que Bum se distrajera. Aún así, resultaba tranquilizador que no fuese todo silencio todos los días. De haber sido así, Bum se habría vuelto loco tiempo atrás. Y como no tenía el valor para cambiar los canales que decidía poner Sangwoo, en su mayor parte terminaban viendo programas de variedades y noticieros. En ocasiones, cuando los invitados especiales eran grupos musicales de moda, no podía evitar comparar a Sangwoo con los miembros de aquellas boy bands tan populares. O al menos, en apariencia. El Sangwoo que había conocido antes de que todo esto pasara se les asemejaba mucho más en todos los aspectos.

Bum miró discretamente a Sangwoo, que comía tranquilamente. Sus movimientos parecían siempre tan perfectos y calculados que podía haber jurado que todo lo que hacía lo ensayaba con anticipación. "¿A quién de los dos se parecerá?" Se preguntó, mirando su abultado vientre. Sin percatarse de que Sangwoo lo había volteado a ver y que lo examinaba minuciosamente.

--¿No vas a comer?

--Ah, sí...

Y continuó cenando.

Cuando hubieron terminado Sangwoo lavó los platos y Bum permaneció sentado hasta que finalmente se acostaron en la habitación. Sin embargo, apenas se había apagado la luz cuando Bum, que se había acostado de espaldas a la puerta, sintió cómo la mano de Sangwoo se posaba sobre el relieve de su abdomen y lo frotaba suavemente. Utilizó todas su fuerzas para reprimir un respingo de sorpresa.

--Bum...

Escuchó decir, y cautelosamente se viró hacia un lado, esperando ver a Sangwoo, pero sólo distinguía su oscura silueta recargada sobre un codo en la almohada, con su mano sobre él y el rostro en su dirección. Sentía su mirada, pero el ser incapaz de distinguir sus rasgos le erizaba el cabello de la nuca.

--Mañana necesito que hagas algo por mí

Era imposible confirmarlo, pero parecía que Sangwoo sonreía en la oscuridad.

KILLING STALKING OMEGAVERSE FICTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora