Capítulo 15

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Un par de golpes en la puerta fueron suficientes para que inmediatamente, el individuo que ocupaba la habitación respondiera al llamado. Un hombre de no menos de sesenta años, cuya cabellera apenas conservaba algún par de mechones color negro entre el mar de canas.

--Doctor Kim Daesung? --Inquirió el oficial, guardando el papel que tenía en la mano.

El hombre lo miró de pies a cabeza con ligera soberbia por debajo de sus lentes.

--Qué desea? --replicó

-- Entonces debe ser usted --Le extendió la mano-- Mi nombre es Yang Seungbae. Soy oficial de policía.

--Ya veo --Le estrechó la mano, aunque aún mirándolo incrédulo -- Pero nuevamente le debo preguntar a qué se debe su visita. Estoy un poco ocupado en estos momentos.

--No hay necesidad de que se preocupe. No serán más de diez minutos. He venido a hacerle un par de preguntas sobre uno de sus estudiantes. --dijo, mientras rebuscaba en su chaqueta para poderle mostrar su identificación policial.

El otro levantó una ceja. Tenía todo el aspecto de un erudito de biblioteca. Su suéter verde con coderas marrones era clásico y la combinación con sus lentes de cadena que le colgaban a los lados del rostro le otorgaban aires de sabio. Tomó entre sus dedos la credencial de Seungbae y la examinó en silencio.

--Adelante

Y se hizo a un lado para otorgarle el paso al interior de la oficina. Al igual que el resto de la universidad, un lugar de agradable pulcritud que olía un poco a café y tabaco. Al fondo, rodeado por libreros y estanterías repletas de gruesísimos ejemplares empastados con piel, había un escritorio con una pila de hojas y fólders que probablemente el hombre se habría hallado consultando hacía unos momentos. A seungbae le apenó ligeramente el haber interrumpido su tarea, pero esa visita la tenía que haber hecho en algún momento. Y no le agradaba la idea de dejar pasar demasiado tiempo. 

Los dos hombres se sentaron. El doctor tomó su lugar detrás del escritorio y Seungbae siguió al ademán que su interlocutor hizo con la mano, ofreciéndole el asiento al otro lado del mueble. 

--Oficial Yang seungbae. --Le extendió de vuelta la identificación, que el policía recibió con un gesto de gratitud-- Con esta visita ¿Debo de dar por ententido que uno de mis estudiantes se halla metido en problemas? 

--Por el momento, no. Pero es algo que me interesa averiguar.

-- Ya veo. --El hombre se inclinó sobre un archivero que había a su costado y extrajo de éste una carpeta a medio llenar -- Supongo que querrá su historial. Dígame en qué carrera se encuentra ¿Sociología o negocios?

Seungbae negó con la cabeza.

--En realidad, profesor, me gustaría preguntarle sobre uno de sus ex alumnos. Para ser más preciso, cuando usted impartía cátedra en el instituto SK ¿Tendrá alguna memoria del estudiante Oh Sangwoo?

El hombre ahora lo miraba con una expresión que era difícil de descifrar debido a las arrugas de su rostro. Así se mantuvo un par de segundos antes de devolver a su lugar la carpeta y soltar un profundo suspiro. Procedió a quitarse las gafas en un ademán de cansancio. 

-- Oh Sangwoo --Repitió --Sí, lo recuerdo. Incluso a mi edad, su caso es de los pocos que no se olvidan en una vida... ¿A qué se debe el renovado interés en el asunto? Creí haberme enterado que el caso se había dado por cerrado. 

-- Se han dado circunstancias propicias para una posible reapertura. Mi trabajo es averiguar si hay bases suficientes para hacerlo.

El doctor kim parecía aún no acomodarse al asunto. Era un hombre inteligente. Seungbae lo podía notar. 

KILLING STALKING OMEGAVERSE FICTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora