Capítulo 53

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El interior de aquél departamento era mucho más precario que la apariencia exterior de la unidad habitacional. En ese momento, un silencio prolongado se había plantado entre Seungbae y sus interlocutores. El señor Choi, un hombre adulto con el cabello salpicado de canas y el rostro arrugado en una expresión de hostilidad y desconfianza, se hallaba al otro extremo de la mesa de madera, sentado en el suelo sobre un cojín al igual que el policía ante la ausencia de sillas. La mujer, quien por su apariencia igualmente avejentada y cansada probablemente tendría la misma edad que su esposo, puso a calentar agua para el té, mientras de un cajón sacaba al mismo tiempo tan solo tres galletas empaquetadas individualmente y las ponía sobre un plato de plástico percutido. Seungbae se podía percatar de que la situación de ambos no era buena, y se sintió culpable por hacerlos sentir que debían ofrecerle algo por cortesía, como era costumbre en Corea con las visitas. O bueno, al menos a la señora Choi parecía importarle.

-- Me disculpo por lo de antes, oficial -- Comenzó a decir la mujer, mientras se hincaba junto a ambos para disponer las pequeñas tazas de té -- Tenemos un par de problemas con las agencias de crédito a las que pedimos dinero hace tiempo. Mi marido pensó que usted era un cobrador que habían mandado. 

-- No se preocupe, entiendo -- Contestó él, agradeciendo por el té con una pequeña reverencia.

-- Entonces, ¿Qué pasa con nuestro hijo? Hable de una vez -- Dijo de pronto el señor Choi, cruzado de brazos.

Seungbae interrumpió el sorbo que había comenzado a dar a su humeante brebaje. 

-- Bueno, no quiero alarmarlos innecesariamente, pero sucede que Choi Hanwon tiene un gran parecido a un criminal que hemos estado buscando por mucho tiempo. Vengo para confirmar algunas cosas sobre él. De esa manera podremos saber si es la persona que buscamos o no... 

La mujer se tapó la boca con el dorso de una de sus manos.

-- ¿Nuestro hijo, un criminal? Oficial debe haber una confusión -- Espetó la mujer -- Mi Hanwon es un muchacho bueno. Incluso terminó la universidad. ¿No es así, querido?

El hombre se encogió de hombros, mirando hacia el suelo.

-- ¿Todo esto es porque mi hijo se parece al criminal ese que buscan? ¡Bah! Dejen de perder su tiempo con algo tan estúpido. ¿Por qué no se ponen a hacer su trabajo en lugar de culpar a gente inocente?

Seungbae sintió la hostilidad de aquél sujeto, y estaba determinado a evitar que la situación escalara, pues despedía un fuerte aroma a alcohol. Probablemente estaría borracho. 

-- No lo estamos culpando, esto es solo parte del protocolo. Así que por favor les pido de su cooperación. Mis preguntas no les tomarán más de algunos minutos -- Dijo el policía, sacando de su bolsillo una libreta pequeña y una pluma -- Tengo entendido que estudió Agronomía, ¿Es eso correcto? 

La señora Choi asintió.

-- Quería ayudar a su abuela en los cultivos que tiene. Es un chico muy inteligente. 

-- Muy bien. Entonces, ¿Saben dónde se encuentra su hijo viviendo ahora? -- Inquirió nuevamente

-- Con su abuela. Después de que terminó el servicio militar quería poner en práctica lo que aprendió en la universidad. Hablamos con él cada fin de semana. 

-- Oh, así que siguen en contacto constantemente 

-- Sí. Debido a nuestras deudas nosotros tenemos prohibido salir de Busan hasta haber pagado todo. Por eso él nos manda parte del dinero que gana allá. 

-- Ya veo. Entonces, ¿Lo ven seguido? ¿Los ha venido a visitar durante, o tras haber hecho su servicio militar? 

-- Uh...

La mujer pareció dudar.

-- No es como que tenga mucho que hacer aquí. Después de que nuestro negocio quebró, tuvimos que vender muchas cosas. Incluidos muebles de su cuarto. Así que tampoco tendría dónde dormir si nos viniera a visitar. 

-- Así que ustedes le pidieron que no viniera. 

-- No, pero su abuelo también falleció por esos días, y Hanwon no quería que su abuela se quedara sola. 

-- Parece ser un buen chico -- Dijo Seungbae, tomando notas de lo que estaba escuchando.

-- No lo parece. Nuestro hijo ES un buen muchacho. Ustedes los policías solo están persiguiendo sus propias colas sospechando de él -- Intervino de pronto el señor Choi. 

-- Muy bien -- Dijo Seungbae, ignorando el comentario altivo del hombre -- Eso es todo por el momento. Si necesitara preguntarles algo más, vendré nuevamente. Pero por lo que veo, dudo que sea necesario. Han confirmado todo lo que sabemos de Choi Hanwon. Una vez tengamos los resultados de ADN, su hijo habrá quedado libre de sospechas. 

-- ¿ADN? ¿Incluso harán exámenes de ADN a nuestro hijo? -- Volvió a decir el hombre -- Ustedes gastan demasiado dinero en tonterías.

-- Señora Choi, le agradezco por su disposición a contestar mis preguntas. Ya ve que no hemos tardado mucho -- Continuó diciendo el policía, incorporándose del lugar sin haber tocado las galletas que la pareja parecía ofrecer con recelo -- Y gracias por el té. No era necesario que se molestase.

-- Oh, no fue nada. Es un alivio que pudimos aclarar este asunto. Es imposible que nuestro Hanwon sea un criminal. 

Pensó en decirles que la sospecha no era sobre que su hijo fuese un criminal y más bien sobre su hijo siendo posiblemente suplantado por alguien más. Pero era imposible que alguien pudiese invertir tantos años de universidad y en el servicio militar solo para tomar su lugar.  Todo lo que había escuchado de la abuela y de Choi Hanwon parecía ser verdadero, y durante esos días que había estado lejos, no había escuchado que Bum tuviese más preocupaciones de él. Ji Hyun había revisado los registros en la universidad a la que había asistido, y también había podido corroborar su matriculación. Lo único que quedaba por hacer era recibir el paquete con las muestras que el omega le había mandado para hacer el estudio, y podrían dormir tranquilos sabiendo que, aunque sus sospechas habían estado equivocadas y eso significaba que el verdadero criminal aún seguía prófugo, podían confiar en que ese hombre no era Oh Sangwoo. 

~~~

Cuando llegaron, la recepcionista en aquél gran edificio de la policía seguía alternando su curiosa mirada entre Hanwon y el pequeño Jungwoo, mientras ignoraba por completo a Bum, quien yacía sentado junto a su hijo en las sillas de la diminuta área de espera fuera del cuarto donde había entrado el beta a hacer su declaración. 

El camino había sido más largo de lo que Bum había esperado. Tan solo la ida les había tomado más de dos horas, en un día entre semana sin tráfico. No se quería imaginar el regreso. Por suerte había llevado consigo su teléfono y su cargador, por si hacía falta.

La ciudad no había cambiado casi nada a como él la recordaba la última vez que estuvo en ella. Los edificios seguían siendo temiblemente altos y relucientes, la gente seguía metida en sus propios asuntos, y el cielo seguía teniendo aquél tono azul grisáceo al que siempre había estado acostumbrado. Un fuerte contraste al profundo y saturado azul del cielo en la provincia donde vivían. Pero ese día parecía particularmente soleado, pues los rayos del sol lograban escapar la densa capa de neblumo sobre sus cabezas, y lograba así calentarlos de las frías ventiscas que anunciaban el final del verano y el inicio del otoño. 

Pasadas un par de horas, Hanwon salió finalmente del cuarto, despidiéndose de los oficiales con una reverencia educada, y poniéndose su característica gorra de béisbol nuevamente. 

-- ¿Están listos? -- Preguntó, acercándose a ambos con su bella sonrisa y sus brillantes ojos. 

-- ¡SI! -- Exclamó Jungwoo como respuesta

KILLING STALKING OMEGAVERSE FICTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora