Capítulo 28

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Nota de la autora: Holaaaaaaaaaaa  Qué dijeron, que ya se libraron de mí? jajajaja pues nelson :v les pondría una excusa para decir por qué tardo tanto en actualizar pero la verdad sea dicha, me siento más cómoda actualizando en periodos vacacionales cuando tengo más libertad y menos estrés. Veo que les está gustando mucho el fic, y eso me agrada.

Disfruten!

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Sangwoo le dedicó a Ji Eun una mirada socarrona. La muchacha temblaba. Tal vez por frío, tal vez por miedo, tal vez por dolor. O tal vez por una combinación de los tres. Yoon bum también la miró. Recordó cómo hacía solo un par de minutos el volumen de sus agresivas amenazas le había dejado los tímpanos vibrando con un tintineo doloroso. Y ahora lucía indefensa. Casi patética. Como él se había sentido en tantas ocasiones.

--¿Yo? ¿Loco?  -- Contestó sangwoo, acuclillado frente a Ji Eun-- Hmm... Probablemente. Quién sabe.

Se incorporó, dándole la espalda a Bum. Aún tenía a la mujer firmemente sometida por el cabello. Ésta se desahogaba desatando pequeños chillidos ahogados y apenas perceptibles, los cuales, aunque diminutos, hacían eco dentro del cavernoso interior del sótano. 

--Pero no contestaste mi pregunta-- Con una fuerza avasalladora, obligó a Ji Eun a mirar a Bum mientras la asía con su puño enredado entre su largo cabello negro. Húmedo por el sudor y la sangre de su mejilla perforada. -- ¿Un omega de la peor calaña merece ver a mi hijo? ¿Un omega como éste? 

Ji Eun cruzó miradas con Yoon Bum. Ambos derrotados. Humillados. El otro primero miró a Sangwoo, cuya oscura silueta a contraluz, vista desde el suelo, era inmensa y aterradora. Después a ella. Un aroma ligeramente dulce se escabulló por su nariz. ¿Su perfume? ¿Su shampoo? Sea lo que fuere, ahora estaba contaminado por el distintivo olor metálico de la sangre que seguía goteando de sus heridas. De haberse concentrado, Bum podría haberse percatado del vapor que despedía al ser cálida en medio del helado ambiente de aquel sótano. 

Con sus ojos intentó transmitir compasión. O pena. Incluso complicidad. Pues aunque sabía que Sangwoo sólo estaba jugando con él, que era poco probable que lo dejara ver a su bebé aún si Ji Eun respondía a su favor, también sabía que era cierto aquello que ella había dicho. Sangwoo estaba demente. Era impredecible. Si existía al menos una pequeña probabilidad de que le permitiese ver al bebé, la tomaría. No importando cuán diminuta fuera. 

-- ¿Sigues sin hablar?--La lanzó a un lado-- Para ser una alfa te ves bastante patética ahora, ¿No? ¿Ji Eun?

La chica no contestó. No lo miró. Se mantuvo en el suelo en el lugar donde había caído. Sangwoo se comenzó a alejar.

-- Quién lo diría, ni siquiera esta zorra se quiere arriesgar por ti, huh, Yoon Bum?

-- Sa-Sangwoo! ¡Espera! Te lo ruego. Te lo suplico. Haré lo que me pidas. ¡Por favor, déjame verlo! -- Exclamó-- Sólo lo alimentaré. ¡Lo juro!

-- ¿Lo alimentarás? -- Se burló, deteniéndose momentáneamente-- ¡JA! Mírate, eres un esqueleto. No puedes ni mantenerte en pie. Apuesto a que  sólo tendrás leche en polvo, ¡PPFFfffttt....! ¡JA! Sería hilarante verte intentar.

Subió las escaleras y tomó algo del suelo en la planta superior. Una bolsa. Nuevamente, bajó. Llevaba en las manos un par de platos. Bum lo miró en silencio, con miedo. No a que lo hiriera, o lo golpeara, sino a que sus súplicas fuesen en vano.

-- ¿Cómo pretendes tener leche sin haber comido apropiadamente durante estas últimas horas? 

De la bolsa sacó un recipiente. Arroz instantáneo. Del que vendían en las tiendas de conveniencia. Con los platos en el suelo, Sangwoo vació el contenido en uno de ellos, y el otro, lo llenó con agua de una botella que también extrajo de la misma bolsa. 

-- Anda, come

Bum lo miró. Después miró ambos platos. Sentía además cómo Ji Eun lo observaba discretamente desde ahí donde se encontraba hecha un ovillo. Se acercó y con una mano levantó una porción de arroz, llevándosela a la boca.

-- Gr-Gracia-

Antes siquiera de terminar de pronunciar la palabra, de pronto sintió el pie de Sangwoo hacer contacto en su rostro con un doloroso puntapié. El arroz que tenía en la boca terminó esparcido en el suelo. 

-- ¿Quién te dijo que podías usar las manos? 

Bum entendió de inmediato. Quería complacerlo si eso aumentaba sus posibilidades de ver a su bebé. No podía hacer nada más. Nuevamente se aproximó al plato, pero ahora al del agua, y posicionó su rostro sobre la superficie del líquido. Uno de sus mechones de cabello terminó parcialmente dentro. De esa manera, Bum sacó la lengua y comenzó a tomar. Tal cual lo haría un animal. 

Sangwoo Sonrió. 

--Muy bien, Bum. Muy bien... -- Comenzó a subir las escaleras-- Recupera energía, Yoon Bum. Mañana veremos si mereces ver a mi hijo.

Tras estas palabras, cerró la compuerta una vez hubo salido. Dejándolos a ambos inmersos en casi plena oscuridad. 

Bum no respondió. No se atrevía. ¿Debía tener esperanza? Esas últimas palabras le habían sonado permisivas. Menos duras. El dolor en su mandíbula que le había causado la patada llegaba y se iba en intermitentes pulsaciones mientras masticaba el arroz. 

-- ¿En serio es tuyo? 

Bum dejó de masticar.

-- Ese bebé ¿De verdad es tuyo y de Sangwoo?

Ji Eun se había sentado, de espaldas a una columna. Aún amordazada y sangre, cada vez más espesa y oscura, continuaba chorreando de sus heridas. Cada vez que hablaba, Bum notó cómo gotas de saliva se escapaban del orificio en su rostro. Había visto antes a las personas a  las que Sangwoo había torturado. Sus heridas y la sangre en grandes cantidades. pero aún no se acostumbraba a ello. Ni siquiera siendo él mismo una de esas personas 

--... Sí...  --Contestó

Ji Eun sonrió débilmente.

---... Jamás lo hubiera creído... 

Pronunciaba las palabras con evidente dificultad. El sonido que producía era similar al de alguien con un impedimento del habla. "Por supuesto..." Pensó Bum, mirando discretamente la herida de su mejilla. Casi podía ver sus dientes desde ahí. Pero la falta de luz le dificultaba enfocar la visión. 

-- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? -- Preguntó ella

-- Yo... No sé. Tiempo antes de... Concebir. Supongo...

-- Eso es mucho tiempo...

--...

-- ...¿Tu nombre es Yoon Bum?

-- Ah... Sí...

-- Bien... pues ya sabes cómo me llamo yo...

-- Sí...

Un silencio pequeño se interpuso en medio de aquella incómoda conversación. 

Ji Eun lo miraba. Lo examinaba. Bum sentía eso y un escalofrío recorrió su espina dorsal. 

-- Yoon Bum... -- Dijo ella 

Le pareció que la muchacha sonreía bajo sus enredados cabellos negros. Pero no supo si era eso o si lo había imaginado dada la apariencia de su herida.

-- Te propongo algo...

KILLING STALKING OMEGAVERSE FICTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora