Narra _______
Subí a la habitación y lo único que logre escuchar fue
Elijah: me he cansado de decírselo a Nicklaus, es el que debe decirle a ______ la verdad. No yo. No tu. El. Y se la dirá cuando crea estar listo.
Yo: decirme que –mire fijamente a Elijah-
Britania: _____ tranquila cariño –dijo notando que estaba un poco alterada.
Yo: Bri, puedes dejarme a solas con Elijah por favor.
Ella lo miro por unos segundos, el asintió y entonces ella abandono la habitación.
Elijah: ________ mi niña, toma asiento. –dijo con su tan común tono pacifico.
Yo me cruce de brazos y lo mire fijamente, no sé porque pero quería estar molesta con el, por el ser partícipe de ese “algo” que yo no sabía, pero era Elijah, el me transmitía paz y en este momento odiaba que lo hiciese.
Yo: Elijah, no me des vueltas. ¿Qué me ocultan?
Elijah: ¿A qué te refieres? –pregunto observando como yo tomaba asiento al frente de el.
Yo: Elijah no me contestes con preguntas, hay algo que me están ocultando Tú y Klaus, y quiero saber que es.
Elijah: _______ cielo, esas respuestas, me temo, las tiene Nicklaus no yo.
Yo: Mientes Elijah, las sabes lo acabo de escuchar. Pero no me las quieres decir ¿Por qué?
Elijah: no puedo.- me desvió la mirada- no puedo decírtelo yo, no es mi culpa. Juro que todo es culpa de Nicklaus. –seguía sin mirarme
Yo: pero me estas asustando ¿tan malo es lo que me ocultan? Necesito saber, por favor-dije al borde de las lágrimas, jamás tuve secretos con Elijah, jamás. Y que los tuviéramos y no me los quisiera decir me partía y además eran sobre mí.
Elijah: el volverá en unos días y nos tendremos esa charla que tanto nos debemos.
Yo: Elijah, lo que más me duele es que jamás tuvimos secretos tu y yo, ¿y ahora? Y para mejor lo que me ocultas es algo sobre mi misma.
Elijah: créeme ______ esto es más complicado de lo que puedes llegar a creer, solo ten paciencia y tendrás las respuestas a su debido tiempo.
Yo: no! Las quiero ahora Elijah si no me las das tú, las conseguiré. –dijo mirándolo fijamente él también lo hacía, su mirada era de tristeza y culpa, y la mía estaba cubierta de lágrimas pero transmitía el enojo y decepción que sentía.
Salí de la casa azotando la puerta, sin molestarme el dirigirle otra palabra a nadie allí.