BLIND || Omegaverse Chanho

Capitulo 25

Después de esa novedosa noticia, Jisung fue el primero en estallar en ruidosas carcajadas, siendo secundado por Félix quien no podia evitar reírse de la risa de su novio.

Yoora solo sonreia divertida, dejando de lado la sorpresa que había sentido por las palabras de su cuñado. Nunca hubiera pensado que su pequeño cachorro pudiera hacer algo así.

Pero que podría hacer, su parte animal siempre buscaba lo mejor para ellos.

Mientras tanto en la habitación un adormilado Chan se acurrucaba en el cuerpo del omega, encantado por el dulce aroma que inundaba el lugar. Antes Félix habia podido entrar sin problemas, pero si lo hacia ahora, se llevaria una gran patada en el culo por irrumpir en su habitación y contaminarla con su aroma a alfa —no es que le desagradara su aroma, pero preferia mil veces el de Minho.

Los pequeños quejidos que el omega comenzó a emitir asustaron al pelinegro quien preocupado se separo del cuerpo del menor, se alzo levemente en sus brazos para poder mirar su rostro, encontrándose con los blanquecinos ojos del rubio abiertos.

—¿Qué sucede Honnie? ¿Te duele algo? ¿Quieres que vaya por supresores? ¿O tienes hambre?

Ante tantas preguntas Minho rió enternecido, negando a cada una de ellas se abrazo al cuello del alfa, arrugando su pequeña nariz cuando un tembloroso suspiro abandonó sus labios. Un nuevo estremecimiento invadió a Chan, provocando que agachara la cabeza y la reposara en el pecho del omega.

Sentía como su lobo se volvía pequeño en su interior, siendo completamente sumiso ante el lobo de su novio, algo que en verdad lo sorprendió.
Su alfa, ese lobo dominante y salvaje, se estaba convirtiendo en un cachorro mimoso por el celo de su pareja.

Sonriendo divertido volvio a levantar su cabeza notando el tenue sonrojo que cubría las mejillas del rubio.

Como amaba verlo sonrojado.

—¿Sucede algo, mi amor? —Gimoteando inconscientemente por aquel apodo, Minho asintió, restregando su nariz en la mejilla del mayor.— ¿Me lo diras?

—Y-yo... T-tengo calor~ —Su sonrojo aumento a la par que Chan reía, enternecido por el actuar del rubio.— ¡No te rías!

—Esta bien, lo siento... —Dejando un pequeño beso en los labios del menor, sonrio.— Venga, deja sacarte la sudadera.

Asintiendo aun avergonzado se dejo sentar por el alfa, alzando sus brazos para ser despojado de dicha prenda.
En cuanto escucho la maldición que Chan solto fue consiente de cierto detalle que paso por alto.

Bajo la sudadera no llevaba nada.

—¡L-lo siento! Lo había olvidado. —Nervioso tanteo la cama en busca de su sudadera, pero en cuanto la tuvo en sus manos, le fue arrebatada.— ¿Q-qué...?

—Dijiste que tenias calor, esta bien. —Intentando quitarle importancia dejó que Minho se quedara asi, aun cuando su propio rostro ardía por la vergüenza.

A pesar de eso se recostó a un lado del menor, halándolo desde uno de sus hombros para que tambien se recostara, quedando ambos con la vista hacia el techo, aunque siendo solo Chan el que veia la blanca pintura de esté.

De repente la pequeña mano del omega tomo la suya, más grande y delgada, dandole un pequeño apretón mientras una tenue risa escapaba de sus labios.

—Hyung, su aroma a nervios me marea. —Riendo por los lloriqueos de Chan se volvió a sentar en la cama, sin soltar la mano del mayor.— ¿Por qué esta tan nervioso?

—¿Cómo que "por qué"? —Aun quejándose se sentó frente al omega, desviando su mirada del desnudo torso de este.— Estas frente a mi, semi desnudo, rodeado de tú fuerte aroma a celo y me preguntas ¿Por qué estoy nervioso?

—El nervioso debería ser yo, hyung... —Abultando sus labios tomo una almohada y la abrazo, cubriendo asi su pecho.

Sabia que no tenia un buen cuerpo, aun cuando ni siquiera sabia como se veia uno, siempre la gente a su alrededor le comentaba lo "rellenito" que era.
No era una mujer con curvas, lo único que lo acercaba a una era su capacidad de concebir, y nada más.

Por eso siempre intentaba tener una apariencia linda para su hyung, solo esperando sus tímidos comentarios como "Te ves adorable".

Por eso no sintió nervios al estar sin sudadera frente al mayor, porque penso que al ser su alfa, su novio y pareja de vida, lo querría aun siendo como era.

Y pensar que estaba equivocado lo deprimía.
Sin mencionar que el celo lo volvia mucho más sensible y sentimental de lo que ya era.

Pronto su aroma comenzó a volverse agrio, exaltando a Chan al sentirlo. Preocupado volteo hacia el rubio, escuchando como intentaba dejar de emitir ese chillido de ayuda que los omegas dejaban escapar cuando se sentian desprotegidos.

Pensar que su omega se sentia así, con él ahí, fue un golpe duro a su orgullo de alfa.

—M-Minho ¿qué pasa? —El menor negó, reacio a hablar, molestando al pelinegro.

Pero antes de que pudiera hablar, un bajo ruidos escapo de su garganta, sorprendiendo a ambos.

Abrazalo, idiota.

Su alfa rugía enojado, pero más que nada preocupado.

Abrazalo, besalo ¡Has algo!

Obedeciendo a su lobo se acerco al rubio, quitandole la almohada que abrazaba para rodearlo con sus brazos por la cintura, levantándolo lo suficiente para sentarlo en sus piernas.

—Sea lo que sea que estes pensando, para ¿me oyes? —Minho no se movió, jugando con sus manos en el pecho del mayor.— Joder, Minho, te amo ¿no lo entiendes? Si estoy nervioso por verte... Así, es porque no se si pueda continuar controlandome cuando comiences a... Ya sabes...

—¿Qué cosa? —Murmuro bajo, removiendose en las piernas del mayor.

—Vamos, no te hagas el tonto... —Minho negó, abultando sus labios.— cuando empieces a... a lubricar.

Minho apretó sus labios con vergüenza, sintiendo su rostro arder. Con su madre ya habia hablado de esos temas, incluso le habia preguntado sobre el Nudo y todo lo que la Marca conllevaba, pero recordar ese detalle tan vergonzoso como lo era una de sus características de omega, lo llenaba de pura e inocente vergüenza.

—Yo... —Carraspeando llevo sus manos a los hombros de Chan, sintiendo lo tenso que estaba.— Yo n-nunca he... lubricado...

Chan suspiro abatido, mirando a su alrededor en busca de una salida, aunque la verdad no le gustaria dejar su posición bajo su lindo omega.
Pero pensar en tener intimidad con el menor en serio lo avergonzaba.

—Hagamos un trato... —Musito de la nada el alfa, llamando la total atención del omega.— cuando suceda eso por primera vez, pensaremos en... en tener r-relaciones ¿b-bueno?

Sorprendiendo al mayor, Minho asintió entusiasmado, sonriendo tan ampliamente que sus pequeños ojitos se volvieron dos tiernas lineas que cautivaron a Chan.

Bueno, quizás pensar en eso no estaba del todo mal.