Lee Minho, un dulce omega de solo 16 años, de pocos amigos.
Aunque se tratara de la persona más lindas tierna que podrías haber visto, era ignorado por la mayoría de alumnos en la escuela.
Pero todo lo contrario a lo pensado, los alumnos no "pasaban...
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A pasos apresurados Chan se dirigía a la parada del bus, ansioso por llegar junto a Minho y poder cuidarlo. Quizás habló tranquilamente con Félix, pero ahora que se encontraba solo, ya que momentos antes se había despedido de Changbin y Seungmin, sentía la necesidad de estar junto al Omega.
Su lobo le pedía que corriera más rápido, lloriqueando angustiado por el bienestar de su pareja. En ningún momento gruño enojado al saber que Félix estaba en el nido del menor, al contrario, sentía un poco más de tranquilidad al saber que alguien en quien confiaba su vida cuidaba a su pequeño.
Pero al ver que ya habían pasado 15 minutos y el transporte no llegaba, Chan comenzó a sentirse cada vez más inquieto, y no era para más al estar tan conectado con su Alfa quien ya estaba al borde del colapso.
"Corre".
—No correre a casa de los tíos de Minho, es más de un kilómetro. —Chan bufo cruzándose de brazos. Su lobo estaba loco.
"Mi Omega me necesita, corre".
—Alfa entiende, es demasiado para ir corriendo. —Sentándose en el suelo de la parada, paso sus manos por su cabello, retirando lo de su rostro.
Un gutural gruñido abandono su garganta, sintiendo sus encías picar al estarse formando sus colmillos. Extrañado observo sus manos, notando como sus uñas se iban colocando de una apariencia oscura.
—¿Quiéres tomar el control? —Sintiendo un fuerte dolor en sus espalda, pregunto.
Esos eran claros signos de que su lobo quería salir a la superficie, pero por el gran vínculo que tenían no lo hacía sin el permiso de Chan.
"Para ti es un camino largo corriendo, para mi no. Dejame ir con Minho".
—Escucha, Alfa, si te dejó tomar el control, debes ser cuidadoso.
"Si, lo se, ya dejame ir."
—Por cierto, le dijiste Minho. —Quitándose su chaqueta y zapatos, envolvió estos últimos en la prenda, metiendo en ella también su celular y billetera. Quizás su ropa se haría pedazos, pero el resto se salvaría.
"Minho, Min, es lo mismo, son uno y son nuestros".
Riendo por las palabras del Alfa, dejó que este tomara el control, cayendo en la inconsciencia por unos segundos, sintiendo que flotaba en un espeso ambiente negro que poco a poco se fue aclarando. Pudo observar como su lobo rasgaba la tierra con sus patas, acostumbrandose a estar en la superficie después de bastante tiempo.
Estaba por echar a correr cuando Chan lo detuvo, escuchando a su lobo gruñir molesto.
"Toma mi chaqueta y que no se caiga nada, Alfita."
El lobo volvió a gruñir, tomando con su hocico la ropa que se encontraba a su lado, echando a correr sin más, escuchando en su cabeza las risas del humano. Imaginaba que un gran lobo negro, llevando una chaqueta en la boca que parecía una bolsa, debía ser demasiado divertido.
