Lee Minho, un dulce omega de solo 16 años, de pocos amigos.
Aunque se tratara de la persona más lindas tierna que podrías haber visto, era ignorado por la mayoría de alumnos en la escuela.
Pero todo lo contrario a lo pensado, los alumnos no "pasaban...
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-»Bienvenidos a un nuevo semestre, donde espero convivan en armonía con los nuevos alumnos. -La voz ronca del director sonaba por los parlantes de la escuela, aburriendo a algunos estudiantes.- Cualquier problema, los profesores a cargo me lo harán saber. Sin más, tengan una buena semana. «
-Que bueno que ya se calló... -Minho cubrió su boca evitando reír ante las palabras de Jisung.
Se encontraban en su salón de clases, esperando a que la profesora llegara con los alumnos nuevos. Ambos estaban sentados en la última fila y al final, como los típicos chicos clichés de las novelas juveniles, solo que ellos estaban ahí porque ninguno de los dos escribía.
Claro que Minho por su ceguera y Jisung por flojo.
-¿Crees que lleguen más alfas o omegas? -Pregunto curioso el menor de ambos, recargando su rostro en sus manos que reposaban sobre la mesa, mirando a su amigo.
-"u omegas" -Lo corrigió Minho riendo al escuchar como gruñía. A veces parecía un pequeño alfa enojado, pero solo era un niño en el cuerpo de un adolescente.- y no lo sé, sabes que eso me da igual.
-¡No puede darte igual! Tenemos que hacer amigos nuevos.
-Te tengo a ti, a Jin Hyung y a Innie Hyung, no necesito más amigos.
Jisung suspiro con fastidio ante la actitud de su mejor amigo. No es como si le aburriera estar siempre con Minho, al contrario, le encantaba estar junto a él, pero eso no le quitaba las ganas de hacer más amigos y con ello ampliar su círculo de amistades, claro que siempre integrando a Minho.
El día que lo conoció, cuando apenas era un cachorro que con suerte sabia atarse las agujetas, la ternura del castaño y esos lentes de pasta gruesa que ocupaba, lo cautivaron. Siempre pensó, y aun lo hace, que Minho era demasiado tierno para este mundo, por eso mismo se prometió cuidar de él cueste lo que cueste.
Y ni un día ha roto esa promesa.
Habían veces que Hyunjin y Jeongin lo regañaban por ser tan sobre protector, pero no podía evitarlo. Creció entre sus primos pequeños a quienes cuido y protegió siempre, su lado omega estaba muy desarrollado en ese sentido.
Y no era secreto para nadie que Lee se veía como otro niño pequeño a quien cuidar.
-Sabes Minho... -El cachorro hizo un pequeño sonidito en señal de que lo escuchaba.- el día que encuentres a tu pareja destinada, no te volveré a molestar.
-¿a-ah? ¿p-por qué? -El solo imaginarse un mundo donde Han Jisung no lo molestara aunque sea un poquito, le desagradaba.
-Porque estaré muy ocupado buscando a la mía.
-¿Y s-si no encuentras a t-tu pareja? -Escucho como la puerta del salón se abría, y como a los segundos sus compañeros comenzaron a sentarse de manera apurada.