Inquieto se removía en su cama, jalando las sabanas de un lado a otro, suspirando de vez en cuando por las constantes imágenes que inundaban su cabeza.
Se veía a sí mismo en un parque rodeado de frondosos árboles de verdes hojas. Estaba sentado en una banca, con sus rodillas pegadas a su pecho y sus pequeños brazos rodeando estas, intentando buscar protección de algo que ni él mismo sabía.
Escuchaba las risas de niños pequeños que Jugaban, pero no los veía, era como si esas tiernas risitas solo estuvieran en su ya confundida cabeza.
De repente, el vago recuerdo de ya haber estado así lo sacudió, porque de otra forma ¿cómo recordaría un parque que no había visto?
Suspirando dejo caer sus piernas, permitiéndose observar todo a su alrededor, sorprendido de ser capaz de recordar colores cuando hace años no veía nada más que negro cada vez que abría los ojos.
Pero allí estaba, fascinado con los suaves colores que adornaban el paisaje.
Hasta que una sombra a su lado llamo su atención, volteando rápidamente, encontrarse con unos felinos ojos que, volviendo a sorprenderlo, lo miraban con cariño.
Hubiera huido, aun sabiendo que solo era un sueño, pero no lo hizo y es que con solo esa sutil mirada y la suave sonrisa que adornaba los delgados labios del pálido chico, se sintió protegido.
-H-hola... -Se avergonzó al escuchar su voz tan temblorosa, pero aquello no hizo más que fascinar a su espectador.
El chico no era tan alto, quizás lo pasaba por una cabeza y un poco más. Su cabello era negro ébano, sintiendo unas ganas extrañas de enredar sus dedos en él.
Pero lo que más le fascino fue la tierna sonrisa de encías que le regalo cuando se atrevió a fijar sus ojos en los suyos.
-Hola, Minhonnie...
Solo bastaron esas simples palabras dichas con voz ronca para que Minho supiera quien era.
-Chan Hyung...
De un sobresalto Minho despertó, sentándose tan rápido en la cama que un pequeño mareo lo aturdió. Se sintió estúpido al voltear a todas partes, asustado de no poder ver, cuando recordó su incapacidad.
El sueño había parecido tan real que por un momento olvido lo que si era real.
A tientas tomo el despertador de su mesita de noche, pasando sus pequeños dedos por la pantalla de este, sintiendo el relieve de los números.
6:38 am.
Demasiado temprano para su gusto, y más si era día sábado.
No tenía otra alternativa, debía quedarse en cama hasta que su madre despertara.
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BLIND || Omegaverse Chanho
FanfictionLee Minho, un dulce omega de solo 16 años, de pocos amigos. Aunque se tratara de la persona más lindas tierna que podrías haber visto, era ignorado por la mayoría de alumnos en la escuela. Pero todo lo contrario a lo pensado, los alumnos no "pasaban...