Capitulo 33

2K 214 32
                                    

Continuación del capítulo 32

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Continuación del capítulo 32.

Un cúmulo de emociones azotaban el corazón de ambos lobos, dispuestos a entregarse en cuerpo y alma, aunque esta última ya estaba más que entregada a su adverso.
Minho se sentía nervioso y asustado, estaba actuando por puro instinto, siendo su Omega el que le daba el valor de hablar, pues en cualquier otra situación, habría escapado de no ser por su Lobo.

Pero ahora no lo haría, porque quería eso, quería sentir a Chan tocarlo, amarlo como venía haciendo hace minutos. Lo deseaba demasiado, y que el Alfa lo acariciaba con tanta delicadeza, solo aumentaba su deseo por él.

Un pequeño jadeo abandono sus gruesos labios al sentir las manos del pálido acariciar el comienzo de sus glúteos, causando que una nueva oleada de su aroma saliese a relucir.
Estaba lubricando por primera vez, y si bien cada vez que este comenzaba a escurrir causaba un calambre en su vientre, los pequeños besos por parte del pelinegro le hacían olvidar el dolor.

Chan sentía como el sudor comenzaba a descender por su cuerpo, pegando sus oscuros cabellos en su frente, y es que sentia su cuerpo demasiado acalorado estando allí, entre las gruesas piernas de su pareja, rozando peligrosamente sus intimidades cada vez que el chico se removia por los nervios.

Las manos pequeñas del Omega fueron a parar al cabello negro del Alfa, enredando las hebras entre sus dedos, atrayendo el rostro contrario al propio, pidiendo un beso que Chan rápidamente le concedió.
Posando sus manos a cada lado del rostro de Minho, se permitió besar libremente los dulces labios de su pareja, comenzando a mover sus caderas, rozando ambas entrepiernas por sobre los bóxers.

Pequeños gimoteos escapaban de las bocas de ambos, perdiéndose entre cada beso, siendo estos cada vez más necesitados a medida que sus cuerpos continuaban el exquisito roce que volvía locos a ambos chicos.
Una de las manos del pálido descendió por el cuerpo del rubio, acariciando las curvas de este, deteniéndose un momento en sus pezones donde comenzó a acariciar, satisfecho al ver como la espalda de su novio se arqueaba en placer.

—C-Channie... —Alejándose de la boca del Alfa, Minho logró hablar, interrumpiendose inmediatamente por el fuerte gemido que soltó al sentir los labios del mayor en sus pezones.— ¡C-Chan! ¡Ah!

—Si quieres que pare, solo dilo... —Musito alzando su rostro, observando los ojos cerrados de su novio mientras este negaba.— Espera un poco...

Bajandose de la cama, corrió hacia su mochila que reposaba a un lado de la puerta, rápidamente desató el pañuelo amarrado en uno de los lados del bolso, volviendo luego con Minho, quien lo esperaba sentado en la cama.
Pasando el pañuelo sobre los ojos del Omega, lo amarró con cuidado, riendo al ver el puchero en los labios del chico.

—Si tu Lobo toma el control, es muy probable que te asustes si logras ver, así que mejor prevenimos. —Asintiendo se volvió a recostar en la cama, sonriendo al sentir el tibio cuerpo del Alfa sobre él.— Veo que tu timidez desapareció.

BLIND || Omegaverse ChanhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora