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Luego de que YiXing tuviera que ser rescatado de aquel barrio de mala muerte, por su amigo JongIn, quien cuestionó continuamente como había llegado hasta allá, se aseguró de al otro día advertirle al rubio que dejara de aparecer en su mente y confundirlo, pues un día de esos él podría morir por su culpa. Para YiXing tenia todo el sentido del mundo, pero no se espero que JunMyeon en una esquina de la biblioteca se burlara de él.

- ¿Aparezco en tu mente todo el tiempo?- Cuestionó en tono burlón mientras se levantaba.

-¿ Dije una plabra mal? Si, eso dije.-Completamente enfadado YiXing se cruzó de brazos, intentando dar seriedad a sus palabras. - Siempre apareces, y eso me hace sentir muy incoloro.-

-¿Incomodo?-

YiXing ignoró por completo el hecho de que claramente el rubio teñido aquel se estaba burlando de lo que acababa inconscientemente tal vez, de confesar, y aunque en un principio el local se sintió algo descolocado, se sintió satisfecho, pues queriendo, y a la vez no, logró que el chino se le acercara por si solo.

YiXing estaba por completo confundido, no necesitaba de nadie más que él mismo, y a lo sumo a veces de la ayuda de BaekHyun y JongIn. El pelinegro adoraba a veces perder el tiempo junto a sus dos amigos, pero YiXing se conocía a si mismo, y sabia que siempre iba a ganar ante cualquiera, la necesidad de estar solo. Se mantenia reacio ante cualquier tipo de relación que pusiera demasiado en juegos sus sentimientos, tanto amistosas como amorosas.

Si algo había él aprendido creciendo en una relación como la de sus padres, es que de nada servía dar todo de ti, si a fin de cuentas, podrían simplemente arrojar tu corazón a la basura y condenarte a una vida eterna de dolor y sufrimientos, lágrimas y un pozo de autodestrucción mental.

Si bien no le gustaba recordar mucho de su vida en China, pues se había decidido a comenzar de cero en Corea tal como sus padres le habían dicho, tenia recuerdos que a veces lo abordaban y golpeaban, como si fuese aquel el país que lo llamaba a pasar el resto de su vida. YiXing recordaba bien aquella tarde donde tenia no más de trece años, y junto a su amigo más alto que él, jugaban a quien encestaba más veces el balón, en alguna cancha de basquet perdida por el parque de la ciudad.

YiXing dejó de disfrutar aquel parque cuando vió a su madre besándose con otro hombre que no fuera su padre, YiFan intentó distraerlo, pero terminó más que él gritando del dolor después de que su amigo arrojara con una excesiva fuerza que apenas estaba aprendiendo a controlar, a su nariz, logrando un sangrado casi imparable, y agradeció que al menos en la lejanía no se oyera su grito y que su madre no descubriera que había sido él, quien primero antes que nadie supo de su traicion.

YiXing recordaba la tarde en que llegó de clases y sus padres se estaban gritando, entre tantas cosas, lo mucho que apestaba su vida allí. YiXing subió las escaleras directo a su habitación, fingiendo que no era una más de las bobas discusiones que sus padres tenían, no hasta que oyó la rota voz de su padre reclamando a su madre, que decidió volver a bajar silenciosamente y oír con atención, quedándose sentado en los primeros escalones.

-¡No fui yo quien te amarró a mi! ¡Tu decidiste que lo mejor era quedarte junto a mí, y yo ciegamente te entregué mi corazón para que cuidaras de él, para que fueras minimamente humana y tuvieras respeto de mí!- Su padre parecía alterado emocionalmente, y se lo imaginaba rojo en llanto. - Soy un ser humano y necesito amor para vivir. Y si tu en vez de darmelo, vas a dedicar todo nuestro matrimonio a dañarme, me iré de aquí.-

YiXing temió las siguientes palabras, pues temia que al ser lo único que los unia ahora más allá de aquella alianza de oro barato en el dedo anular, lo dejara en el medio de con quien decidia irse, si su padre, quien jamás había dañado su inocencia y lo había cuidado como nadie, o su madre, quien había quebrado aquella familia que YiXing amaba, y a su vez roto todo ideal de amor y sentimentalismo, no queriendo nunca ser su padre.

No queriendo nunca ser aquel quien llevara en sus manos su propio corazón de cristal roto, sangrando por las heridas que dejaría, pero tampoco quería ser como su madre, a quien no le importó que pensaría su hijo de ella, o a quien lastimaria llevándose todo a su paso.

-HangHeng, esto tiene solución. Empecemos de nuevo, de cero.- Su madre suplicaba, y notaba la desesperación en su voz, YiXing sintió asco y una sensación de descompostura al oirla. Deseaba que su padre no la perdonara.- Tú, yo, y Xing, los tres, como antes.-

¿Como antes de que rompieras su corazón? Pensó.

-SoonKyu.. -Oyó un sollozo de parte de su madre. - Necesitó un tiempo.- Finalizó su padre, escuchó como su padre salía de la cocina donde acababa de terminar una discusión con su esposa, acercándose a las escaleras. YiXing y su padre se miraron, si algo recuerda el pelinegro de aquella tarde, es ver los ojos de su padre, rojos, hinchados, tan húmedos como un riachuelo, pero a pesar de notar a kilómetros como se esforzaba en mantener la cordura, y su vida en pie, le sonrió. Su padre le sonrió, revolvió su cabello y subió las escaleras, dejándolo completamente descolocado.

Tan roto y con fuerzas para sonreír.

Luego de unas semanas completamente desorganizadas, con cenas incomodas y tensas, con el sentimiento de incertidumbre de él y el futuro de su familia, con la culpa de su madre, y con el dolor de su padre, todos sentados en la mesa como si aquello fuera la cereza del pastel, habían decidido sus padres, darse una oportunidad, comenzar de nuevo, olvidar el pasado y fingir que podían escribir un futuro, renovado, hermoso y sin heridas para ambos. YiXing odio a su padre por seguir con la mujer que lo destrozó y ninguneo su orgullo, y odio a su madre, por lastimar y herir al hombre que la acompaño de principio a fin en todo lo que ella se propusiera, y que a fin y al cabo, la seguiría acompañando. Pero no dijo nada, desistió y aceptó. YiXing odiaba su familia, y lo que ella significaba.

Pues no significaba nada más que polvo bajo la alfombra, mentiras y engaños como un agujero en la pared que ocultas tras un cuadro, como si volver al país natal de su madre fuera a resolver todo lo que ella había hecho. YiXing no volvería a verla igual, no entendería jamas a su padre y su decisión, y nunca jamas volvería a creer que aquello que muchos llamaban amor fuera algo tan lindo, pues siempre había alguien que saldría con el corazón herido, y ese no quería ser él, pero tampoco quería ser quien rompiera un corazón.

YiXing se odió a si mismo y a JunMyeon cuando se dió cuenta que no dejaba de pensar en el último, pues fue su padre quien le confesó, que así se sintió él tiempo antes de animarse a invitar a salir a su madre.

YiXing temió, por primera vez en su vida, que fuera aquel el comienzo de algo que él no pudiera controlar. Pues su corazón enloqueció, y su estomago lo lleno de pequeñas cosquillas, como millones de hormigas caminando sobre él, cuando aquella tarde en la biblioteca JunMyeon lo acorralo contra la mesa, y le pidió otra salida no cita.

YiXing no supo por qué, pero su cabeza en completo automático dijo que sí.

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Hola, ya se que es el segundo capitulo luego de la confesion del cringe que me daba antes ahre. Pero quería saber que les parecieron estos dos capítulos nuevos.

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Agregue un poquito más de yixing y de su historia aquí.

¿Les gustaría saber sobre JunMyeon y su bebé?

Gracias por leer 💕🌻💕

¿Quién es Kim JunMyeon?  [SuLay-LayHo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora