Capítulo 15

2.2K 380 83
                                    

Kay

- Estoy harta de ser su salvavidas - Bufó, mientras se abrochaba las botas militares con brusquedad.

Acababa de salir de la ducha, por lo que aun tenía el pelo empapado, pero tampoco la daba tiempo a secárselo, ya que Cedric había avisado a Niall de que la quería en cierto sitio, que no me habían dicho, en menos de una hora. Llevaba estas dos últimas semanas de aquí para allá, y por un día que tenía de descanso, se lo habían arrebatado. Ble se levantó del sofá y subió corriendo las escaleras para ir a su habitación, mientras que Niall se encontraba de brazos cruzados en medio del salón a la espera.

- Lexis nos está esperando afuera - La avisó cuando bajó las escaleras ya preparada.

- ¿Lexis? - Pregunté curioso.

- Es como mi guardaespaldas - Me explicó Ble mientras se ponía una cazadora negra, ya que hacía bastante frío.

Seguí a ambos hasta el umbral de la puerta como cada día, y antes de que se marcharan, Ble me dio un beso en la mejilla, haciéndome sonreír levemente. Se había vuelto una costumbre antes de que se fuera a trabajar. Los vi caminar hasta un coche que desconocía, un Maserati Quattroporte blanco sin matrícula, junto a él se encontraba un chico tatuado en manga corta de brazos cruzados, que cuando les vio acercarse, le abrió la puerta a Ble para que pudiera sentarse en la parte de atrás con una leve sonrisa que me hizo fruncir el ceño. Niall se subió como copiloto sin despegar los ojos del móvil y antes de que el chico se subiera al coche me miró extrañado, aunque era normal que no supiera de mi existencia.

Cuando los tres se marcharon cerré la puerta tras de mi con un suspiro y fui a mi habitación, donde llamé a mi padre, quien contestó al tercer tono. Pregunté por la investigación y las nuevas novedades por la comisaria, pero no supo decirme mucho, ya que lo llamaba todos los días.

- ¿Mamá y Sue? - Pregunté al cabo de unos segundos de silencio.

- Preocupadas por ti, ya que llevan mucho tiempo sin verte - Me pasé una mano por mi pelo negro.

Entre el trabajo y esto, hacía dos meses que no les hacía una visita...

- Pero no te preocupes, están bien, ya les he dicho que estas trabajando en un caso algo especial y no tienes mucho tiempo - Sonreí levemente.

- Gracias, papá - Se quedó en silencio, hacia muchos años que no le llamaba así, ya que en el trabajo me refería a él por su nombre o rango.

- Está bien, hijo - Noté su sonrisa al otro lado del teléfono - ¿Todo bien por ahí? - Dudó en preguntar.

- Sí, salvo por el hecho de que me quedo encerrado en esta casa durante horas sin poder hacer nada, mientras Ble se va a trabajar con Niall y otro chico, por el resto bien - Bufé con molestia.

- ¿Otro chico? - Preguntó confuso.

- Sí, es como un guardaespaldas que ha contratado Niall para Ble, o algo así... - La risa de mi padre me cortó - ¿De qué te ríes? - Elevé una ceja confundido.

- De nada, da igual - Fruncí el ceño confuso - Tengo que colgar - Dijo antes de despedirse.

Tiré mi móvil hacia un lado de mi cama con molestia, antes de caminar hacia la ventana, donde revisé el exterior, concretamente, donde estaba aparcado antes el Maserati. Apreté de nuevo mi mentón al pensar en él; cerré los ojos y masajeé el puente de mi nariz intentando tranquilizarme, ya que no había ningún motivo por el cual debería cabrearme. Ble cruzó por mi mente. Tal vez, si tengo motivos para cabrearme. Mi móvil volvió a sonar, haciendo que respondiera sin mirar quién era.

Tu nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora